A 1.063 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en la finalización de la semana 151 de esta contingencia, y siendo el domingo 12 de febrero de 2023, primeramente vaya mis felicitaciones a los jóvenes y a las jóvenes de mi país al conmemorarse los 209 años de la Batalla de La Victoria y, por ende, Día de la Juventud en Venezuela.

El motivo de esta conmemoración es porque el General patriota y tío del Libertador Simón Bolívar, José Félix Ribas, comandó a un grupo de jóvenes seminaristas de la entonces Universidad de Caracas, hoy UCV, sin entrenamiento y experiencia militar, para enfrentar a las huestes capitaneadas por José Tomás Boves. Y pese a las adversidades y la cantidad de vidas humanas pérdidas, al final las tropas lideradas por Ribas vencieron a Boves en la referida batalla.

En aquél entonces, Ribas en su arenga a sus tropas les dijo: "Soldados, allá está el enemigo, debemos optar entre vencer o morir". Y así lo hicieron. Hoy, 209 años después de aquella hazaña casi épica, rememorando, y guardando la distancia, a Leónidas y la batalla de las Termópilas, nosotros ni siquiera podemos optar por morir. ¡Es necesario Vencer! Y estoy seguro que así lo haremos. Por Bolívar y por Chávez.

Una vez hechas estas consideraciones introductorias necesarias, quiero referirme en la edición de esta columna a un tema de Derechos Humanos muy importante y que tiene que ver con la lucha feminista, y en este caso la librada por la valiente compañera y camarada Claritza Ron Romero.

Pese a los temas que he venido desarrollando en los últimos días y en ediciones anteriores de esta columna, de alguna u otra manera he estado pendiente de la lucha que esta camarada ha estado librando. Primero la conocí a través de las informaciones que he venido siguiendo por plataformas tecnológicas y digitales, luego a través de redes sociales digitales, luego establecí contacto con Claritza vía instagram, facebook y la plataforma twitter, y Dios quiera que estamos caminos del activismo de los Derechos Humanos con sentido crítico y de Revolución nos lleva a coincidir en algún momento y darnos un abrazo personalmente.

Pues bien traigo a la palestra sobre el caso vivido por esta compañera, porque recientemente pudimos conocer que el abogado Jesús Silva, columnista de varios portales web y presentador del programa "La Propuesta" que se transmitía los mediodía por el canal TVES, fue condenado por el Tribunal Tercero de Caracas contra Violencia de Género a 16 años y 9 meses por la comisión del delito de violencia de género en contra de la compañera Claritza Ron, ya mencionada por este servidor y que es el objetivo de esta edición de esta columna.

No me gusta referirme a ello, pero como el caso aunque tuvo alguna cobertura mediática, seguramente muy poca gente realmente conoce las implicaciones del mismo, pero Claritza fue objeto por parte de Silva de golpizas y otros daños, cuyos detalles prefiero ahorrarme por el respeto y consideración a la consideración de mujer de esta compañera que al igual que muchas que he conocido, han sido objeto de Violencia Basada en el Género (VBG).

Silva fue detenido en su momento por cuerpos de seguridad ciudadana en marzo de 2021 no sólo por la comisión de delitos de violencia basada en el género como ya lo he señalado, sino por haber incumplido además las medidas de protección otorgadas por los tribunales en beneficio de Claritza, además de haber ejercido en contra de ella violencia psicológica, física e incitación al odio en contra de su hoy ex esposa.

Fueron cerca de nueve años de maltratos de toda índole, que por respeto a Claritza no voy a detallar en el presente escrito. Pero lo más duro, además de los maltrato físicos y psicológicos a los que fue objeto esta mujer, sus hijos, sus padres y hasta la misma madre de Silva, es la dura lucha que tuvo que librar contra el burocratismo que hoy priva en nuestro sistema de justicia que en el caso de las mujeres en la mayoría de los casos las revictimiza, y además las agota. Y en el Ministerio Público te dicen que debes tener paciencia. Pese a que todo esto y gracias al Comandante Chávez y a la Revolución se promulgó una Ley Orgánica sobre el Derecho de la Mujer a una vida libre de violencia que ha sufrido varias adecuaciones al respecto.

Igualmente para el caso de violencia basada en el género y como lo señaló Claritza en algunas de sus declaraciones, falta mucho por hacer en las luchas feministas. No sólo porque lo expresó ella, sino que conocí de casos donde no se cuenta con las suficientes casa de abrigo para proteger a las mujeres objeto de Violencia Basada en el Género, eso sin contar que a veces el personal que allí labora no tiene la suficiente preparación para lidiar con mujeres que han sufrido este tipo de daños, y las revictimiza. En esto debe tomar debida nota, con todo respeto, la compañera Diva Guzmán, Ministra del Poder Popular para la Mujer.

Asimismo, cabe destacar que de los nueve tipos de violencia que sufrió Claritza, Silva apenas fue acusado por dos de ellos. Esto es algo que en mi caso de mi activismo en Derechos Humanos debe ser objeto de una profunda revisión dentro de nuestro sistema de justicia.

Pese a tantas audiencias diferidas, a las tácticas dilatorias empleadas por Silva para dilatar lo más que podía el proceso y agotar a Claritza, no pudo claudicar en el espíritu y determinación que ella tuvo. Pese a las dificultades iniciales de su caso y que su primera denuncia, interpuesta en el año 2012 en el CICPC de Maracay en el estado Aragua, fue engavetada y archivada a mi juicio de manera irresponsable.

Y creo muy importante expresar en estas líneas no sólo a Claritza sino a todas aquellas mujeres que han podido ser objeto de violencia basada en el género, que hombres como Jesús Silva son la excepción a lo que muchos realmente somos. Así como hay personas que lamentablemente por problemas psiquiátricos o de otra índole cometen este tipo de abusos, también existimos hombres amorosos, tiernos, y respetuosos de las mujeres y que sin ánimo de opacarlas, si queremos contribuir a su protección y en el compartir la felicidad, y que podemos acompañarlas en la definitiva erradicación de un sistema patriarcal que es una de las expresiones y rostros horrendos como lo es un sistema de opresión y dominación como lo es el sistema capitalista.

Por eso, y con esta victoria que obtuvo la querida compañera Claritza Ron, además de expresarle por esta vía todo mi apoyo y solidaridad en esta lucha, al igual que ella quiero expresar mi homenaje a todas las mujeres que no sólo han sido víctimas de este sistema patriarcal y de la violencia basada en el género, sino que además que son mucho más que una mera estadística como algunos pudieran tomarlo, con respecto a la cifras de femicidios o feminicidios cometidos en el país, y que justo es reconocer que en los últimos años dichas cifras han venido incrementándose. Sentencias como las ocurridas recientemente en el caso de Claritza Ron hacen que guardemos esperanzas en el sistema de administración de justicia, en el que hay muchísimas cosas por hacer, pero que también tiene gente valiosa y buena con la que se puede impulsar verdaderamente una Revolución dentro del sistema de justicia venezolano.

A Claritza, mi reconocimiento, mi abrazo, mi solidaridad y modestamente mi apoyo en lo que en lo sucesivo pueda hacer en estas luchas a favor de un movimiento feminista verdaderamente a la orden de todas aquellas mujeres que hayan sido objeto de violencia basada en el género y evitar así más feminicidios en el país. Felicitaciones a su perseverancia y constancia en esta lucha.

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!