Mis docentes, queridos docentes, con salarios de hambre, por más que salgan a las calles en protesta nacional para exigir salarios dignos, siguen recibiendo el mismo salario de Hambre, el gobierno nacional sigue con sus incumplimientos de pagos. El Gobierno de Nicolás Maduro llama a clases con bajos salarios y pésimas condiciones en los planteles educativos. El gobierno de Nicolás Maduro, ha llevado a una precarización de las condiciones laborales y educativas en el país. Los trabajadores de la educación, exigen salarios dignos y un contrato colectivo que les garantice condiciones laborales justas y una educación de calidad para nuestros hijos. A pesar de la presión que han realizado los docentes con un paro Nacional, no pasa nada, simplemente el gobierno de Nicolás Maduro, no hace nada, se hace de la vista gorda, en lo que se refiere al salario digno que exigen los docentes venezolanos.
Los docentes venezolanos, reciben apoyo de otros trabajadores de la Administración Pública de Venezuela, quienes también reclaman un aumento del salario mínimo (que aún se mantiene en 130 Bs.) y el respeto a los derechos laborales de todos los venezolanos. Los bajos salarios impiden al personal docente retomar la asistencia diaria a sus puestos de trabajo, igual que los trabajadores públicos, algunos han sido destituidos por llegar constantemente tarde a su trabajo, y como llegan temprano? si el salario de hambre que perciben no le alcanza para nada. Todos los funcionarios públicos han enfrentado una política de estancamiento de salarios.
Maestros, enfermeras, jubilados, pensionados, entre otros trabajadores vinculados a la administración pública, se manifiestan desde hace varias semanas en las principales ciudades del país con pancartas en las que se lee "No más salarios de hambre" y "No a pensiones de muerte". El salario mínimo en el sector público de Venezuela, está fijado desde marzo de 2022 en 130 bolívares mensuales (unos US$5), un monto que se ha depreciado rápidamente debido a la galopante inflación. Asimismo, el monto de la pensión estatal también equivale al salario mínimo. Fíjense, voy hacer una reflexión antipática, pero verdadera: Un kilo de pollo en un supermercado, puede costar unos 4,5$ (casi el salario mínimo mensual) y el de un kilo de queso puede alcanzar los 6$ hasta 7$ (sobre pasa el salario mínimo mensual).
"Sobre los salarios todos los venezolanos estamos descontentos, pero hay que recordar que es culpa de las sanciones", aseguró la semana pasada el diputado Diosdado Cabello, presidente de Partido Socialista Unido de Venezuela y uno de los altos mandos del gobierno. Sí, pero esta vaina se cuenta y no se cree, Diosdado, habla de las sanciones, okey, pero el mismo presidente de la República, Nicolás Maduro, admitió en una reciente entrevista a un medio de comunicación español, que funcionarios de altos cargos habrían estado involucrados en hechos de corrupción entre los cuales, según sus propias palabras, figuran "ministros". Pero, para esos altos funcionarios corruptos que dice Nicolás Maduro, esas sanciones les resbalan, simplemente no le impiden el manejo irregular del dinero de la nación, (andan en camioneta último modelo, viven en mansiones, y pare usted de contar) ninguno de estos "señores" lo de señores es un decir, está preso o investigado por corrupción. Para Maduro el asalto a los recursos públicos es un tema "muy serio" y reconoció que algunos de los corruptos "en un momento dado han sido de mi confianza, algunos, otros ni los he conocido".
Dijo el incongruente de Jesús Faria, a través de una entrevista transmitida por Globovisión "Acá no está en discusión si los salarios son altos o son bajos. Es obvio que los salarios no son suficientes para la población. Pero limitarse a decir que es culpa del gobierno, es una chapucería espantosa. Tú tienes que analizar la situación" Que te parece? acá el único chapucero espantoso que hay, eres tu Jesús Faria.
Por último, esto es increíble, reconociendo Nicolás Maduro la corrupción de su gobierno, cómo es posible que haya dinero en donde altos funcionarios del gobierno, se han hecho propietarios de lujosos restaurantes, de bodegones, centros comerciales, y pare usted de contar, pero no hay dinero para pagarles un salario justo a los maestros, y a los funcionarios públicos.