Este día dedicado a enfermeras y enfermeros en honor a la fundadora de tan loable profesión a Florence Nightingale, quien vio su luz un doce de mayo de 1820 en Florencia Italia y falleció en 1910 de 101 años, se le consideró como una de las principales pioneras de la enfermería.
Y en Venezuela se le rinde homenaje a la señorita Antonia Fernández, primera enfermera venezolana, quien fue la organizadora de los servicios de salud pública en 1938, al crear la sección de enfermeras adscritas al Ministerios de Sanidad y Asistencia Social, y en el año 1907 se inicia el primer curso para auxiliares con dos años cursados en el Hospital Ruiz y Páez de Ciudad Bolívar, a grosso modo conocimos del origen de esta noble profesión.
Desde entonces en tiempos evolutivos, se viene mejorando profesionalmente esta profesión, primero se empezó con los cursos intensivos para auxiliares, hasta que la Universidad abrió las puertas para la licenciatura en enfermería, y así se mejoró el conocimiento y ampliaron las posibilidades a enfermeras y enfermeros para estar acorde con la evolución de las ciencias de la medicina y la prestación de servicios más acordes a épocas de mayor exigencia. Lamentablemente en nuestro país la salud pública ha venido sufriendo deterioros significativos, ya no por escasez de profesionales, sino por diversas razones de peso, como el descalabro de las Instituciones públicas, a mi juicio producto de tanta incidencia e influencia ideológica partidistas, que fueron prevaleciendo poco a poco en el transcurrir de la era ‘’llamada democrática’’, recuerdo que en el Ministerio de Sanidad y sus Direcciones y dependencias existían normativas, métodos de trabajo, manuales de procedimiento, controles estrictos, que bajo la dirección de profesionales, técnicos, administradores y especialidades en todos los ramos de la salud se cumplían al margen de la injerencia político-partidista, en ese sentido la disciplina, la solidaridad, la cooperación y el mejoramiento profesional eran banderas prioritarias.
Posteriormente los pactos entre corrientes partidistas, tuvieron inmiscuciones directas por aquello de la repartición de cargos en ministerios acorde con los resultados electorales y pactos de partidos para garantizar la gobernabilidad, ejemplo en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, eminentemente vertical en sus actividades de salud y saneamiento ambiental esto se mantuvo hasta comienzos década del sesenta, después las variables incontrolables de la política, se comienza a entregar a equis partido el Ministerio, y también fue sucediendo en otros ministerios o Institutos autónomos.
De inmediato se fueron fracturando las estructuras sólidas de eficiencia, eficacia, controles, jerarquías permitiéndose la improvisación de cargos; pues antes todo se debía a méritos y cursos preparatorios en las mismas escuelas de Salud y Saneamiento Ambiental, al intervenir casi que directamente el virus de la política, sin que mediara reconocer los verdaderos objetivos de un Ministerios especializado y con personal preparado para rendir labores a la comunidad con una atención acorde a las reales necesidades de la población.
Cuando el acecho de enfermedades epidemiológicas, que fueron combatidas por los soldados de la salud en la ciudad y los campos, donde el paludismo, fiebre amarilla, parasitosis, u otras enfermedades de contagio humano azotaron, ciudades, poblaciones, y, por cierto aquí se trabajaba sin descanso, que hizo necesario que los médicos, enfermeras, inspectores sanitarios, y todo el personal velador de la salud, lograran beneficios reivindicativos de acuerdo a su estatus, responsabilidades que debían rendir, muchas veces en condiciones infrahumanas por las exigencias del campo, donde el acceso era a través del recorrer caminos en bestias para llegar hasta recónditos lugares. Aquí los dispensarios eran mayormente atendidos por enfermeras auxiliares, y en medicaturas se asignaban médicos y enfermeras para atender zonas rurales y sub-urbanas, hasta ahí parecía todo se cumplía de acuerdo a planes, programas, objetivos y metas, se hacía mucha supervisión y orientación a todo el personal, se estilaban buenas relaciones humanas, tanto que se impartían cursos para mejorar y dar oportunidad al personal de irse preparando para mejor desempeño.
Hechas las anteriores reflexiones sobre vivencias o experiencias por las que atravesamos como funcionarios por largos años en este Ministerio, que funcionó tal cual su filosofía inicial, que después el deterioro en el tiempo fuera socavando sus bases de sustentación, hasta nuestros días, que como se sabe y es voz populi, los servicios de salud pública se han resquebrajado, no por carencia de personal capacitado y vocacionalmente preparado para atender tan indispensable servicio, sino que los distintos gobiernos devenidos de los partidos políticos, y en nombre de la democracia, fueron permitiendo la penetración partidista e ideológica, en mengua de aquellos valores humanos, morales y éticos. Hoy día, la crisis de la salud es evidente, y de hecho han estado en las calles médicos, enfermeras como principales bastiones de este importante servicio, que según la CRBV y leyes es un derecho y su gratuidad está consagrada. En las calles clamando por sus salarios o sueldos justos, legales, además de estar expuestos a trabajar en condiciones paupérrimas, por la carencia de los principales insumos para brindar una buena atención a la población con por sus diversas causas acude en demanda de atención médico-hospitalaria, medicamentos e instrumentos para el cabal ejercicio de cirugías o atenciones médicas.
ESTOS ADNEGADOS TRABAJADORES LUCHAN POR MEJORES SUELDOS Y ATENCIONES PUES ACTUALMENTE SUS EMOLUMENTOS NO LES ALCANZAN PARA CUBRIR LAS PRINCIPALES NECESIDADES DE LA FAMILIA POR ESAS RAZONES JUNTO CON OTROS GREMIOS HAN ESTADO PERSISTIENDO POR LA DEVOLUCIÓN DE SUS REIVINDICACIONES EJANENADAS O DESPOJADAS POR VIOLACIÓN DE LEYES.
Transcurren días, en los que fijamos la atención por hechos o aconteceres reales en el acontecer cotidiano, que rodean o afectan a determinas áreas humanas. Estas aunque limitan el tiempo, son suficientes para que de alguna manera nos solidaricemos con quienes humanamente hacen malabarismos para rendir y cumplir con su papel, por estas y muchas razones es justicia, que se escuchen sus peticiones, hoy día propicio para enaltecer la labor o actividades de estos trabajadores públicos y para que el patrón Estado de una vez por todas restablezca sus derechos reivindicativos y merecidas atenciones para que vivan en forma digna y de acuerdo a su rol principal como servidores de la salud del pueblo.
Su labor es indescriptible sí partimos desde un punto de vista humanístico. ¿A quiénes sirven directamente? ¿A quiénes llevan sus conocimientos? ¿Cuál es el alcance social de su actividad? Todas estas preguntas encierran un denominador común, cuya respuesta es tácita.
Sirven sin duda alguna a la salud de un pueblo que requiere de esta atención y el Estado está obligado por ley a atender estos menesteres a fin de que determinado gobierno enserie el papel de toda la clase trabajadora y no lo siga despojando de sus conquistas reivindicativas, vale sin discriminaciones para esta clase de servidores públicos como para todos los que prestan servicio a la Administración Pública, a cada quien con sus derechos y capacidades, años de servicio, activos y pasivos que durante más de tres décadas sirvieron y cotizaron su parte para disfrutar de una vejez digna y tal cual lo contempla la CRBV, y también anteriores leyes y constituciones, los gobiernos son responsables por ley de cumplir con sanas administraciones a fin de distribuir la riqueza o ingresos en forma más humana, no deben seguir sacrificando a la clase trabajadora ante medidas foráneas y cuyas culpas la tienen la dirigencia política irresponsable, que se presta a intereses ajenos a la verdadera identidad nacional.
Propicio día para desear a los profesionales de la enfermería que no desmayen en sus luchas, y continúen junto con sus hermanos de la salud y otras áreas de la Administración Pública, hasta que el actual gobierno o el que venga en futuro, reconozca la labor de los trabajadores públicos sin distingos de credo, político, religioso o de otra índole, basta ya de que seamos los conejillos de indias de la clase trabajadora, y que a cada crisis que nos amenaza y que quienes constitucionalmente y por leyes son culpables por omisión o irresponsabilidad administrativa, no olvidemos que los últimos 64 años de gobiernos partidistas, todos de una u otra forma, han cargado con crisis económicas y sociales, por exceso de burocracia, gastos suntuosos, corrupción administrativa y enriquecimiento ilícito, todos sin excepción ha pecado con el cabal cumplimiento de las leyes y sus deberes, el exceso de partidismo, el culto a la personalidad, la lisonja, y carencia de nacionalismo o identidad nacional nos ha venido llevando a esta severa crisis. Responsables muchos, pero aplicación de justicia a muy pocos, casi siempre los más vulnerables son los castigados, y así todos estos gobiernos llamados ‘’democráticos’’ han faltado a sus juramentos y compromisos con la sociedad y el pueblo. A propósito de la labor de enfermería, me comentaban algunas enfermeras, que, al trabajar con las carencias, reciben insultos y hasta amenazas de muerte por familiares de pacientes, que se desesperan y estresan o deprimen ante la carencia de medicamentos, y que casi siempre deben salir a comprarlos para calmar a los enfermos.
DEBEMOS RECONOCER QUE ESTE PORTAL APORREA VIENE SIENDO LA VENTANA QUE RECIBE CON PLENA LIBERTAD LAS INFORMACIONES SOBRE LOS ACONTECIMIENTOS QUE HAN MOTIVADO A LA CLASE TRABAJADORA SALIR A PROTESTAR POR MEJORES REIVINDICACIONES Y MÁS POR EL RESTABLECIMIENTO DE LO QUE FUE ARREBATADO EN FORMA ARBITRARIA POR DECISIONES DISCRECIONALES QUE COLIDEN CON LAS LEYES EN ESE SENTIDO LAS RESEÑAS PÚBLICAS APARECEN EN ESTE PORTAL.
Hoy, un saludo y felicitaciones a todos los profesionales de la enfermería, en especial deferencia a profesionales de la medicina y enfermería de mi Estado natal Táchira, a los de Carabobo y Nueva Esparta donde habito actualmente, en estos Estados he sido atendido por médicos que merecen su reconocimiento y personal de enfermería, que me han acompañado en cuatro trances difíciles con mi salud, en una época en clínicas privadas porque tenía mi seguro colectivo por el Ministerios donde fui jubilado, y utilizabamos los servicios privados, que como sabemos por esta particularidad se recibe mejor atención, todo es pago por paciente o familia de pacientes, aquí en Margarita, que me enfermé de gravedad en tres ocasiones, en dos pagó el seguro, en la penúltima mi familia hubo de recolectar dinero para poderme atender en clínica privada, y en la última me iban a hospitalizar de emergencia en el hospital de Porlamar y no fue posible, un hijo y una hija, que me llevaron cuando entraron a la habitación asignada, se decepcionaron por el deplorable estado en que estaban unos pacientes, entonces la atención fue en casa de mi hija, bajo la supervisión de un médico y una enfermera, pues ameritaba hospitalización según médicos, pero no había dinero, y por lo tanto se asumió el riesgo de casa, y aquí estoy, dicen que si me dejan en el hospital, pues tal vez no hubiera sobrevivido.