Ismael García trae una “raya” encima desde hace tiempo. El pueblo Bolivariano lo ve con desconfianza desde aquellos días del referendo revocatorio, cuando dirigía el comando Ayacucho.
Es mucho el ruido que desde hace tiempo viene haciendo la organización que dirige Ismael. Ya en una oportunidad, enterado de la forma como actuaban el alcalde del Tigre (Paraqueima) y el gobernador de Aragua (Didalco Bolívar) afirmé que esa organización actuaba más como una franquicia política, que como un partido revolucionario.
Hoy, a la raya que Ismael traía encima, le suma otra que lo pone prácticamente a recorrer el camino que conduce a Globovisión y a la plaza Altamira.
Todos sabemos de la actitud asumida por Ismael y sus socios. No creo valga la pena dar detalles al respecto. Sobre lo que si vale la pena especular, es sobre cual será el destino de esa gente.
¿Recogerá banderas Ismael y se incorporará al PSUV?
De hacerlo su futuro político se tornará incierto. El Presidente Chávez ha garantizado que los líderes del nuevo partido serán electos por la base. Esto representaría la muerte política de Ismael y de aquellos que como Didalco están más del lado de la oposición que del proceso revolucionario.
Sin el apoyo de Chávez, con el partido hecho pedazos y después de haber despertado las reacciones que ha despertado en el seno del pueblo chavista, Ismael y los suyos no tienen ninguna posibilidad de obtener el respaldo popular que los catapulte a posiciones de dirección en el partido que está por nacer.
¿Se negará a disolver Podemos, pero dirá que apoya la revolución y al presidente Chávez?
Más incierto aún se ve su futuro con esta acción. En Podemos se producirá un éxodo hacia el Partido Socialista Unido que lo convertirá en una cascarón vacío. Ni aún cuando Chávez los declare aliados, tienen futuro político.
Desaparecidas las tradicionales alianzas, tendrán que competir con el PSUV en cada escenario electoral, lo que irremediablemente los conducirá a su desaparición.
¿Se pasará a la oposición?
Indudablemente que Ismael tiene mejor formación política que la mayoría de los dirigentes de la oposición. Si de capacidades se tratara allí tendía mayor futuro político. El problema es que no se trata de ver quien tiene mejor currículum vitae. En la derecha Ismael y su grupo siempre serán unos advenedizos a los que mirarán con recelo.
Las puertas de RCTV y Globovisión le serán abiertas para que descargue al proceso revolucionario y su líder, y acaparará titulares en periódicos como el Nacional y el Universal. Al final, sin embargo, lo tirarán al cesto de la basura como hicieron con Pablo Medina, José Rafael Giménez y tantos otros.
En política los errores se pagan caro, pero la falta de capacidad para enmendarlos, siempre conduce a un triste final. Dentro del proceso revolucionario y en la política venezolana, Ismael tiene los días contados y lo mejor que puede hacer es irse como dijo el Presidente: sin tirar piedras al dueño de la fiesta.
Alexis Arellano