El nacimiento de una nueva mayoría repúblicana

La Venezuela destrozada por la desigualdad, la ocultada por la posverdad de los medios de comunicación, ha ingresado en el pesebre. Las imágenes ecográficas testifican que abriga en su vientre el palpitar de una nueva mayoría política, sus medidas se calculan en un 70% su peso poblacional y una estatura del tamaño que la historia venezolana hoy requiere. Se desprende de las pruebas sociogenéticas prenatales una característica especial, y es que nace del amor de clase de los empobrecidos del chavismo y los empobrecidos de la oposición. Y el fruto de ese acto de amor viene al escenario nacional con la misión concreta de desmantelar la dominación de ese abominable y promiscuo triángulo matrimonial entre el madurismo-la oposición progringa-fedecámaras, que ni siquiera el formidable escritor andino Luis López Méndez hubiese sido capaz de narrar tanto horror impuesto por esta tríada a la República.

Pero hay un detalle esencial en esta ocasión, que debe tomarse en cuenta para el análisis y el diseño de los planes. La buena nueva no sería el nacimiento de otro Mesías, sino, el de un pueblo con decisión de serlo para sí.

Esta nueva mayoría vendría dispuesta a desafiar la dominación y la violencia del capitalismo y también de los falsos cristianos y socialistas que están en el poder. Viene a restablecer el estado de derecho levantando la constitución como imperativo de convivencia. Sin lugar a dudas, que acabaría con la explotación de las clases trabajadoras y con el uso opresivo del Estado por parte de la "nueva burguesía revolucionaria", vendría con la preocupación de resolver uno de los más caros dilemas del proyecto revolucionario republicano, lo que se refiere a la igualdad de libertades, pero con el ímpetu se dedicaría a recuperar también la capacidad industriosa del país, asimismo viene a organizar los mejores sistemas de salud y educación del planeta al servicio de todo el pueblo, a incorporarse a la lucha por la defensa del ambiente pero también a decirle al mundo que debe detenerse cualquier tipo de guerra porque con esta barbaridad son los capitalistas mundiales del negocio de la muerte los que se benefician. En resumen, nacería con ánimo emancipatorio de raíces ecológicas y culturales originales

La nueva mayoria se tornaría en una fuerza politica y cultural que lo transforme todo, en tanto se libre de presupuestos dogmáticos, porque sabe, que para acabar definitivamente con la dominación, las desigualdades sociales y defender la vida, no puede lograrse desde las lógicas atricheradas de las falsas conciencias que terminan por reducirse al sabido "quitate tú para ponerme yo".

No cercenaria la critica interna aplicando el chantaje a través del cuentico hipócrita del por ejemplo, los patriotas venezolanos no deben atacar a maduro porque así se le hace el juego al enemigo estratégico, el imperialismo, porque lo que este cuentico no dice, es que este gobierno es la corriente contrarrevolucionaria más exitosa que pudo engendrarse a lo interno del proceso revolucionario bolivariano para destruirlo y postrar luego empobrecido e indefenso al pais ante los intereses del mismo imperio de las transnacionales.

Esta nueva mayoria viene con la disposición hermenéutica de rescatar todas las herramientas teorícas que ayuden a recomponer un linaje de pensamiento autóctono, soberano, caribeño, latinoamericano que oriente la recomposición de la República Bolivariana de Venezuela. En esto se necesitara el concurso de mucha gente. Se requiere "el esfuerzo del concepto"

Sin embargo, hay un aspecto ausente que debe resolver esta mayoría, lo que se refiere a la formación de una vanguardia propia, pero no de una que este sobre ella, sino, que sea parte de ella, controlada por ella, con la especialidad y el mandato de asumir la direccionalidad política y estratégica de toda esa monumental fuerza social de transformación que se gestó cuando los empobrecidos del chavismo y de la oposición se dieron cuenta que son la misma clase social, que son el mismo pueblo de Venezuela con un solo enemigo, el madurismo-la oposición progringa- fedecámaras. Ahí reside el reto más complicado que tiene esta nueva mayoría para lograr transformarse en una fuerza política real. No hay otra tarea entonces, pongamos toda nuestras energías en estructurar una vanguardia verdaderamente real, concreta, enraizada entre esa mayoría y evitemos construir producto del apresuramiento instrumentos artificiales.

Las condiciones objetivas están dadas, resolvamos pues, las subjetivas y que se encuentren. Mientras tanto, Venezuela ha dado a luz una nueva mayoria.



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Arnaldo Aguilar Dorta


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