El capitalismo salvaje está arrasando toda forma de vida en nuestra Madre Tierra

El riesgo que vive la humanidad sobre la conclusión de toda forma de vida es debido a la inherencia del feroz, depredador y asesino sistema capitalista que colocó en jaque a la Madre Tierra. Un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ha alertado:

El cambio climático le depara a la humanidad riesgos mucho más inmediatos y peligrosos de lo que se creía.

En un período relativamente corto el cambio del clima, las sequías, entre otros fenómenos naturales, se harán realidad y provocarán problemas globales tales como hambrunas, enfermedades, sequedades, inundaciones y guerras por el acceso a los recursos naturales.

La humanidad no está preparada para estos eventos. Existen riesgos globales para la civilización. El accidentado mundo que generó el capitalismo salvaje con las desigualdades sociales que cada vez se agudizan más problematizan el panorama mundial. Otro elemento es el aumento de la violencia y las guerras.

La falta de recursos naturales como el agua potable es un factor desestabilizador que nos llevará a conflictos bélicos abiertos y empeorarán los peligros ya existentes.

El incremento de las enfermedades, las seguías, la falta de alimentos, la pobreza y otras contrariedades potenciales, dado a la destrucción del medio ambiente, están acelerando la propagación de enfermedades crónicas, hambre y miseria que visualizan un matiz apocalíptico en la civilización que engendró el capitalismo salvaje. Son amenazas que están en pleno desarrollo.

Los alimentos para el año 2050 tendrán costos impagables, toda vez que los precios mundiales aumentarían exorbitantemente a raíz de los cambios de temperatura y los patrones de contaminación, esto sumado al empobrecimiento de los pueblos, tendrá como resultado mayor padecimiento y más hambruna en diversas regiones del mundo. Un significativo porcentaje de la población mundial no tendrá disponibilidad al agua.

Según la OMM aún hay tiempo para tomar medidas y evitar la catástrofe, pero, si el frágil balance climático se altera aún más, estos problemas latentes podrían acentuarse drásticamente.

En estos escenarios espeluznantes está la contrariedad de la historia:

Fuimos masacrados, invadidos y saqueados, y hoy los países de este hemisferio tienen deudas impagables generadas por el capitalismo salvaje.

"El calentamiento en el sistema climático es inequívoco y, desde la década de 1950, muchos de los cambios observados no han tenido precedentes en los últimos decenios a milenios. La atmósfera y el océano se han calentado, los volúmenes de nieve y hielo han disminuido, el nivel del mar se ha elevado", afirmó, el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Nacioned Unidas, tras dar cuenta de que "la influencia humana en el sistema climático es clara", indica el informe del IPCC. En otras palabras, el género humano está detrás del calentamiento global.

El IPCC que ya alerta de los fenómenos extremos que el mundo está sufriendo por el cambio climático, avisa que la temperatura a final de siglo habrá aumentado entre 3,7 y 4,8 grados si no se adoptan medidas de control. Y, para evitar unas consecuencias desastrosas, los científicos han fijado en 2 grados el aumento máximo que el planeta se puede permitir en 2100.

Para ello, se necesita recortar las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 40% y un 70% para el año 2050 y llegar a un nivel cero a finales de este siglo.

"Es verdad que hay otros factores (como el vulcanismo, las variaciones de la órbita y del eje de la Tierra o el ciclo solar), pero numerosos estudios científicos señalan que la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos sobre todo a causa de la actividad humana", apuntó el informe del IPCC.

Sobre el sistema socialista como única alternativa para salvar la especie humana, el guerrillero heroico Ernesto Che Guevara, advirtió que con las armas melladas del capitalismo, "se puede llegar a un callejón sin salida".

"Socialismo o barbarie", he allí la disyuntiva de nuestra época. Los parches no tienen como objetivo una democracia socialista, sino reformas para favorecer el capitalismo, no busca la supresión del sistema de trabajo explotador y humillante, sino la disminución de los males de los trabajadores. En definitiva, no busca la liquidación del capitalismo, sino la atenuación de sus crímenes, siempre bajo la premisa de la "legitimación democrática".

Es el capitalismo salvaje quien condensa el cambio climático y la autodestrucción de toda forma de vida. Casi la mitad de la humanidad vive hoy por debajo del nivel de miseria; el 20% más rico consume el 82,49% de toda la riqueza de la Tierra y el 20% más pobre se tiene que sustentar con un minúsculo 1,6%. El planeta está dando señales inequívocas de que ya no aguanta más la depredadora locura del demoledor y asesino capitalismo salvaje.

Los centros de investigaciones más avanzados aseguran que queda muy poco tiempo para evitar una catástrofe irreversible. Hay otro factor que se nos viene encima, la superpoblación y la comida; el agua ya comenzó a fallar.

Si no aceleramos el paso para contrarrestar al calentamiento global, en el corto plazo no habrá plan b que valga.



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Alberto Vargas

Abogado y periodista, egresado de la UCV, con posgrado en Derecho Tributario y Derecho Penal. Profesor universitario en la cátedra de Derechos Humanos

 albertovargas30@gmail.com

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