Venezuela vive hoy una nueva embestida desde los centros de poder, nada nueva, porque sigue siendo la misma estrategia de hace 25 años con la llegada de la Revolución Bolivariana conducida por el comandante Hugo Chávez.
El ataque tiene ahora –como ha sido siempre- el propósito de desacreditar el sistema político a través de una campaña mundial orquestada por la derecha internacional en contubernio con la ultraderecha nacional, y a la cual se han sumado una variopinta gama de intereses geopolíticos.
Algunos régimenes, organizaciones mundiales, regionales y otras de dudosa procedencia, en forma irrespetuosa e injerencista, opinan, juzgan, cuestionan, critican y "sugieren" sobre el proceso iniciado rumbo a las elecciones presidenciales del 28 de julio venidero.
Los agoreros hablan de democracia, de derechos, libertad, de respeto, de cumplimiento de acuerdos (Barbados), pero obvian que se trata de un Estado soberano e independiente que posee una Constitución y leyes refrendadas por una inmensa mayoría de venezolanos.
Es un Gobierno que, pese al asedio permanente, no se inmiscuye en los asuntos internos de nadie, como afirma el canciller Yván Gil, y utiliza la Diplomacia Bolivariana de Paz como instrumento catalizador para impulsar relaciones de respeto mutuo y defender la paz regional y mundial.
Los resultados del proceso contemplado en el cronograma aprobado y divulgado por el Poder Electoral sobre las postulaciones de los candidatos a las presidenciales, que cerró el 25 de marzo, no bastaron para calmar lo que podría interpretarse como "preocupaciones" sobre el tema.
El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, realizó el balance de los cinco días transcurridos y afirmó que participaron "todos los partidos políticos autorizados por el CNE" que cumplieron los requisitos establecidos en la Constitución nacional y las leyes electorales.
Amoroso calificó las jornadas de "muy bonitas y muy agradables", en la que cada uno de los candidatos que acudieron al ente electoral tuvieron la oportunidad de pronunciarse ante los venezolanos y el mundo.
El rector principal del Consejo Nacional reveló que en el proceso participaron 37 organizaciones con fines políticos y se inscribieron 13 candidatos, cifras que llevaron al presidente de la Asamblea Nacional Jorge Rodríguez a decir que estas serán las elecciones "más diversas de la historia reciente" de Venezuela.
Para el diputado, los 13 candidatos resumen el espectro ideológico y las distintas corrientes de pensamiento de la nación, lo cual garantiza la "democracia justa y libre".
El presidente Nicolás Maduro, por su parte, cuestionó el doble rasero de "gobiernos de derecha y de la izquierda cobarde" que, a su juicio, adoptan una posición injerencista, al pretender inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela.
Maduro aseveró, sin embargo, que estos no son capaces de rechazar los intentos de golpe de Estado, ni las maniobras que atentan contra la paz nacional, y aludió a los dos grupos que en apenas 15 días fueron desmantelados en Maturín, estado de Monagas, y Caracas, por los organismos de seguridad que pretendían atentar contra su vida.
Estos gobiernos callan ante la realidad y "no son capaces de decir una palabra condenando a los violentos", subrayó.
Al valorar lo que serían los sufragios de julio, el presidente bolivariano manifestó que serán las elecciones "más representativas" de los últimos 60 años en el país porque nacen del seno de la democracia y del "trato humano y libre" como nunca se vio en la nación.
"Vamos a un proceso que debe ser ejemplar, pacífico y democrático", aseguró.
Los Gobiernos de Cuba y Nicaragua fijaron su posición soberana, en medio de las críticas y enjuiciamientos, y a través de sus cancilleres reiteraron posiciones históricas de lealtad y fraternidad entre los pueblos.
El jefe de la diplomacia cubana, Bruno Rodríguez, afirmó en su cuenta X que la República Bolivariana "tiene derecho" a desarrollar su proceso electoral de acuerdo con su Constitución, normas y cronograma electoral, "sin injerencias ni imposiciones".
Rodríguez rechazó los intentos denunciados de acudir a la violencia contra el curso del proceso electoral en marcha, en un contexto de paz y seguridad para el pueblo venezolano.
Gil, en tanto, agradeció en nombre de Maduro el apoyo y palabras de aliento de Daniel Ortega y Rosario Murillo ante los ataques de la derecha antidemocrática local e internacional.
"Los venezolanos estamos comprometidos con la celebración de elecciones libres en pro del futuro de la Patria Grande", afirmó el alto diplomático en su cuenta de la red social X.
Ortega y Murillo denunciaron que en estos momentos "la jauría infame" de Estados Unidos y los imperios coloniales y neocoloniales "se desataron nuevamente contra la voluntad soberana del pueblo de Simón Bolívar".