Narrativa venezolana

Violencia, distintivo de la ciudad

La violencia es una constante que encontramos en historia de las sociedades humanas. Los relatos sobre ella son diversos y se hacen desde varios ámbitos y disciplinas. Los géneros, desde donde se recogen sus manifestaciones, la caracterizan con su peculiar perspectiva. El escritor con su perfil tiene la impronta que el género le configura; por lo general, en sus escritos encontramos manifiesta dicha marca.

La violencia narrada desde el perfil de la historia busca en los hechos objetividad con carácter de ciencia. En muchos casos da como resultado un texto árido, sistemático, dado la exigencia del género. Desde la literatura la narración adquiere un sentido vital, subjetivo, cotidiano. Configura otra visión de la misma realidad, con otro carácter.

En algunos casos la media de la escritura entre las dos perspectivas narrativas, es intentada por algunos escritores de manera expresa; en otros casos, el peso de la impronta del escritor marca la escritura, dándole un carácter particular al texto y marca el estilo del escritor. Tal es el caso de "Tres cadáveres tatuados" (2014), Novela del profesor Vladimir Acosta (*).

El autor es un personaje reconocido y respetado en los espacios intelectuales y políticos venezolanos. Generalmente es conocido como el "Profesor Acosta". Aún, cuando no participa en cargos del gobierno, es un actor político que podríamos caracterizar como un intelectual que pertenece al ámbito de la "Filosofía Política"; cuestión que marca una diferencia radical con el común del espectro político venezolano de los tiempos actuales.

Licenciado en filosofía (UCV). Doctor en Ciencias sociales (UCV). Historiador de la Sorbona de Paris. Docente en la Universidad Central por largos años y jubilado de ella. Es Ensayista, cuyos diversos y múltiples trabajos aparecen en diversos diarios caraqueños, así como también en programas radiales. Tiene una extensa obra de las cuales veinticinco libros han sido editados. Dentro de ellos, destaca un último estudio sobre la sociedad estadounidense, que lleva por título: "El monstruo y sus entrañas".

Fue premio Municipal de Literatura 1994, dado sus escritos en dicho género. Entre su obra literaria destacan, "Conrado", un relato dramático medieval compuesto por cuatro relatos: El Loro, El santo loco, Martha y el Elefantito; así como también la novela "La hija de la bruja o el agua roja del río", cuya edición es del 2013.

La novela, a la cual le dedicamos esta líneas es, "Tres cadáveres tatuados" (2014) tiene como escenario Caracas y la temática es la violencia que la atraviesa. Su causa no es otra que la corrupción administrativa y política que aqueja la sociedad venezolana. Su magnitud, en los espacios del alto gobierno ha rebasado todos los niveles históricos; tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo. Corrupción en país petrolero, que ha superado todos los precedentes históricos a los que nos podamos referir.

La novela sitúa los hechos de la violencia y la corrupción en la cotidianidad social que tiene que ver con el barrio y sus habitantes, la policía y su actuación frente a la violencia, así como los sectores medios penetrados también por las mafias de las drogas llegando incluso hasta empresarios.

Por las páginas de la novela transcurre la violencia organizada y armada, que va desde el más simple hecho de venta de droga en una calle cualquiera, hasta la más sofisticada organización armada que controla territorio y gente. Bandas que ejercen el sicariato como una actividad más de la violencia organizada, en función del control del territorio y de la vida transformada como negocio, extendida a los distintos niveles de la geografía y status de la ciudad.

Podemos decir que el eje de la narración lo representa la violencia generada por la droga como expresión de la realidad social venezolana. En este sentido la novela representa una denuncia del hecho de corrupción política y de la sociedad que llego a configurar la violencia y la corrupción.

La trama se despliega en 241 páginas y su estructura la conforman tres capítulos que a manera de pilares, sostienen la arquitectura de la narración. Un molde clásico es la característica narrativa. En un primer capítulo se introduce la temática y los personajes con el primer hecho que enganchara al lector a descubrir la intriga de la trama. El segundo capítulo se desarrolla ampliamente la trama y las manifestaciones de la violencia y su contexto. El último cierra el desarrollo de la trama en una panorámica vital de final feliz.

Los personajes principales forman una triada en torno al cual se engarza el desarrollo de los hechos y a partir de sus interrelaciones se devela el constructo de la violencia. Un comisario de policía, un antropólogo y una joven de barrio atrapada en el conflicto social; son pues, los personajes inmersos en la trama.

El comisario de policía que funge de jefe de una sección de la institución mantiene una persecución frente a la delincuencia, como arte de su trabajo. Un antropólogo que forma parte del personal técnico de la morgue de la ciudad, pieza clave en las investigaciones, dado que a la institución llegan todos los cadáveres de que se producen a partir de los eventos de sangre de la ciudad. Paso a paso en la interacción entre ambos personajes, tanto con la reflexión, como su especulación y búsqueda de comprender el fenómeno, en el marco general de la sociedad, nos caracterizan la panorámica de la realidad social venezolana.

Progresivamente se va mostrando el rostro del barrio caraqueño con sus bandas y lideres delincuentes cuyas acciones como parte de la violencia general impacta la vida de la ciudad. Bárbara será el personaje que representa el habitante del barrio que se encuentra "atrapada y sin salida" frente al sometimiento de los habitantes del barrio bajo los designios de la delincuencia. La resistencia, producto de su dignidad humana, es su herramienta lucha ante la presión de ser integrada de manera total al mundo delictivo y la cultura de la violencia. Condición que mantiene a Bárbara con la esperanza de encontrar una salida. Personaje que representa la dignidad colectiva del barrio como espacio donde son segregados los "condenados de la tierra"

Bárbara logra salir y superar la situación, más esa salida, en la narración, se nos muestra como un acto individual, casi fortuito; en este sentido el autor no idealiza una salida común ante problema tan complejo y difícil, dado el carácter estructural de la situación donde se ha anidado la delincuencia y corrupción protegida por la impunidad del Estado. La violencia va absorbiendo a la ciudad y en ella a sus pobladores, tanto a nivel de los estratos populares como a los sectores donde residen los delincuentes de cuello blanco que conforman el entramado político-social y empresarial del país.

"Tres cadáveres tatuados" es una novela fresca, imperativo narrativo del contexto de una sociedad marcada por el colonialismo, que busca sus propias definiciones; por tanto, nos muestra la presente realidad política social venezolana desde el ángulo de la literatura y con ello nos traslada a la vieja polémica entre periodismo, ensayos y especificidad literaria.

(*). Vladimir Acosta. Los Tres cadáveres tatuados. Editorial Galac. Caracas Venezuela.



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Luis E. Villegas N.


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