Para el momento en que escribimos estas líneas, restan 43 días para las elecciones presidenciales en la República Bolivariana de Venezuela. Esta "precampaña" va a tener algunos elementos de distracción incluso en el inicio de la campaña formal como lo es el inicio de la Eurocopa de Fútbol de Naciones, la Copa América que inicia el próximo jueves 20 de junio y los Juegos Olímpicos de Londres.
Hoy continuaremos tratando el tema de la brecha electoral, de la diferencia entre el favorito a ganar las elecciones presidenciales en la República Bolivariana de Venezuela: El actual mandatario Nicolás Maduro Moros con respecto al segundo que llegue después de él. En la edición precedente hicimos consideraciones de la brecha electoral en cuanto a los niveles de abstención, o de participación electoral más bien en los comicios. Hoy queremos hacerlo en cuanto a la diferencia porcentual y de votos.
De acuerdo a los últimos sondeos realizados por Hinterlaces, a través de una encuesta nacional por muestreo, cuotas de edad, localidad, nivel socio económico y escolar en los estratos A-B-C (18%) y D-E (82%) con entrevistas en todo el país y un margen de error del 3%, es decir en su famoso Monitor País, en cuanto a la intención de voto, estos fueron los resultados:
1.- Nicolás Maduro: 55,6%.
2.- Edmundo González Urrutia: 22,1%.
3.- Benjamín Rausseo: 5,3%.
4.- Claudio Fermín: 2,6%.
5.- Antonio Ecarri: 1,5%.
6.- Daniel Ceballos: 1,4%
7.- Javier Bertucci: 1,1%
8.- José Brito; 1%.
9.- Luis Eduardo Martínez: 0,7%
10.- Enrique Márquez: 0, 6%
En cuanto a la percepción del triunfo, el referido estudio arrojo los siguientes resultados:
1.- Chavismo: 57,3%
2.- Oposición: 24,4%
3.- No sabe/No responde: 18,3%
En cuanto a los niveles de participación, los resultados que arrojó Hinterlaces fueron los siguientes:
1.- Definitivamente si votaré: 67%.
2.- Definitivamente no votaré: 6%
3.- Tal vez votaré: 14%
4.- No sabe/No responde: 13%
En cuanto a la referencia o identificación partidista, he aquí los resultados de Hinterlaces:
1.- PSUV/GPPSB: 53,2%
2.- Plataforma Unitaria Democrática: 14,3%
3.- Otros partidos de oposición: 15,4%
4.- Otros: 5,2%
5.- Ninguno: 11,9%
De replicarse estos resultados en los comicios a realizarse en el país dentro de 43 días, la brecha de Nicolás Maduro con respecto al segundo lugar, que ocupa en este caso Edmundo González como expresión de la extrema derecha venezolana, sería de un 33,5%, y la del chavismo con respecto al de la oposición sería de 32,9%. Esto sería realmente un escenario excelente y maravilloso.
Incluso en los niveles de participación también. Solo que, a nuestro juicio, creemos que Hinterlaces ni las encuestadoras en el país estarían tomando el tema del padrón electoral que analizamos en la primera parte de este análisis. Un elemento importante para tener los pies sobre la tierra.
Quiero traer a la memoria las elecciones del 14 de abril de 2013, en las que triunfó Nicolás Maduro a la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela con 7.587.579 (50,61%) y Henrique Capriles, candidato opositor obtuvo 7.363.980 (49,12%) es decir, la brecha o diferencia porcentual fue de 1,49% y en votos de 223.599 votos, una de las más cerradas en este tipo de elección que son las que más movilizan en el país y que en aquella oportunidad estuvo por el orden del 80% de participación.
Esto fue motivo más que suficiente para que Capriles llamará a "descargar la arrechera" a sus seguidores, y lo demás el país lo conoce.
Si es por colocar ejemplos foráneos, bueno el ejemplo lo tenemos en las elecciones generales celebradas hace un par de semanas en México. Donde la candidata de la extrema derecha mexicana, Xochi Gálvez, se copió de la estrategia de la señora de los apellidos de aquí y trató de desconocer el triunfo de la doctora Claudia Sheinbaun y de MORENA. Pero la paliza fue de tal magnitud gracias a la conciencia y claridad del pueblo mexicano, que inmediatamente los intentos de desconocer el triunfo popular y generar violencia quedaron neutralizados.
Por ello, dentro de 43 días no solo basta con que Nicolás Maduro gane. No solo porque en nuestra Constitución indica que el candidato que saque más votos es el que gana sino porque en otros países, más allá de sus particularidades en su legislación electoral, cuando la derecha gana, así sea por una décima, exigen que se les reconozca su triunfo, pero cuando no ganan y la diferencia es muy pequeña, entonces dicen que es fraude.
Por ello no solo basta ganar en las elecciones presidenciales sino ganar bien y ganar por nocaut. Con alta participación y una diferencia de 20 puntos para arriba con respecto del candidato que llegue de segundo.
El triunfo por nocaut de la Revolución Bolivariana podría constituirse en un elemento de disuasión para los planes de violencia que la extrema derecha con apoyo foráneo, pretende en la patria de Bolívar y Chávez.
Así están planteadas las cosas
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!