Desde el lejano pasado, los presagios eran indispensables en las ceremonias religiosas y también en las políticas de cualquier nación. En la vieja Roma, la fórmula Quod felix, faustum, fortunatumque sit... antecede toda reunión buscando el bien supremo, la felicidad y la buena suerte. Aunque también, desde esos lejanos tiempos, los jefes políticos y religiosos, recurrían a torcer brazos y pescuezos de los que se oponían a sus propósitos. Aquí, la IV República, con el apoyo de curas y priores, aplicó por 172 años lo propio. La revolución bolivariana, lanzada a la mar encrespada con las esperanzas puestas en la fuerza de su pueblo, ha venido derivando hacia estribor. Lo ha hecho silenciando la disidencia que surge entre los marinos de la embarcación.
Lo asombroso de la deriva, es no entender sus consecuencias para la fe revolucionaria. Y así lo vimos el 28J: unos resultados terriblemente comprometedores. Vuelvo a anotar aquí las cifras arrojadas. Estas, a pesar del empeño de ambos lados, de ignorarlas, son absolutamente ciertas: Votos por Maduro: 30,5 %. Votos por todos los demás candidatos: 29,0 %. Votos nulos y abstención: 40,5 %. Esos últimos son los obstinados, los defraudados, los idos. De ellos, algo más de dos millones, son de aquel chavismo que se estremeció con el discurso de Chávez en el Jardín Botánico.
Sin embargo, como también es de siglos pasados aquella frase del "no hay mal que por bien no venga"; el Partido parece estar tratando de enderezar los entuertos de Maduro y su gabinete de "izquierdistas" neoliberales. Hemos visto en las dos últimas semanas un cambio de ministros que tiene, como elemento clave, la incorporación de Diosdado con la evidente radicalización que eso implica. Él se encargó, en su programa del miércoles pasado, de dejarlo claro. Dijo cosas como estas: Vamos por el poder para el pueblo... De eso es que tiene, la oposición, que preocuparse... Nicolás y yo estaremos en el mismo sitio, defendiendo la misma causa... Siempre discutimos todo juntos... No hay alguien que tome decisiones solo...No dudo de sus intenciones.
Junto a tales intenciones, y con el apoyo de Ángel Prado y Menry Fernández, pudiéramos ver reactivado, en la producción agrícola; el papel de las comunas en el proceso económico y político del país. Hasta la Laiguanatv habló de ellas diciendo: comprender sus orígenes, objetivos y perspectivas en la Venezuela de hoy, es crucial... Bien, ojalá tales presagios no se queden en aquellas voces de los antiguos ritos animistas.
