En el supuesto que se diga que se admite que la anarquía creciente del capitalismo salvaje no lo encamina hacia su propia destrucción, entonces el sustentable sistema socialista dejaría de ser objetivamente necesario.
La derecha rechaza la "teoría del hundimiento" del capitalismo salvaje e insiste en promover la "teoría de adaptación del capitalismo". Buscan erigir un muro "infranqueable", que hoy los martillazos de la revolución están derribando.
El sustentable sistema socialista no surgió de la nada, es consecuencia de las cada vez más agudas contradicciones del capitalismo salvaje y los antagonismos de clases, del callejón sin salida del capitalismo, lo que ha facilitado el convencimiento, por parte de los humildes, del hecho factible y objetivo de superar las contradicciones y los antagonismos de clases, a través de una genuina y auténtica revolución social, política, cultural y económica.
El sustentable sistema socialista es una necesidad histórica que trajo consigo el capitalismo salvaje, un sistema que es el único sistema capaz de enderezar el curso de los acontecimientos, que hoy surge como "Plan B" para salvar la humanidad de su inminente autodestrucción generado por el afán de lucro y las ansias de poder del fascista capitalismo salvaje.
Así como el feudalismo fue sucedido por el capitalismo, justamente por el carácter transitorio de aquél, el capitalismo en la inevitabilidad --y he aquí su reverso-- de que su inminente colapso conduce al sustentable sistema socialista.
Sí Carlos Marx descifró los jeroglíficos de la economía capitalista fue porque se enfrentó al imperialismo proyectando el sustentable sistema socialista, basado en el materialismo histórico.
También por abordar desde la óptica socialista el estudio de la sociedad burguesa y además, especificó el análisis a partir de una visión científica la concreción al socialismo.
El sustentable sistema socialista es la montura, un medio de transporte histórico seguro, para lograr la justicia social de los pueblos, en fin, es la más justa distribución de los recursos, así como la justicia social, como su única legitimación histórica.
No hay conexión ni se puede establecer ninguna relación entre desarrollo capitalista y democracia burguesa. El progreso ininterrumpido de la democracia burguesa considerada como la gran ley de la historia de la humanidad, resultó una enorme contradicción, colocando toda forma de vida en nuestra Madre Tierra en un callejón sin salida.
Por tanto, debemos rechazar el esquema de una democracia burguesa progresiva como ley general del desarrollo histórico. Las instituciones democráticas burguesas han cumplido la función que les tocó en su desarrollo. El socialismo no precisa de la democracia burguesa, sino que es la democracia la que necesita de las fuerzas socialistas. Debemos fortalecer el movimiento socialista.
Somos una fuerza política creadora, capaz de contrarrestar las perversidades de la democracia burguesa. Los pueblos son el devenir de la nueva historia ante el desfasado neoliberalismo que se ha convertido en una amenaza apocalíptica que va contra toda forma de vida.
Finalmente, es notorio que las embajadas yanquis en distintos países han organizado bandas fascistas que siembran el terror y agreden organizaciones obreras, estudiantiles e intelectuales. Esas bandas, en las que reclutan a individuos de la peor calaña moral orquestados por la oligarquía y el poder mediático, han consumado una serie de actos criminales contra los movimientos sociales organizados. Allí está el ejemplo de la República Bolívariana de Venezuela y cuatro hojas más de etcétera.