El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), fue el primer funcionario en ser sancionado por Donald Trump, una vez que asumió la presidencia de los Estados Unidos. Le prohibió su ingreso al país y le congeló los activos en los EEUU. La medida la hace en respuesta de Trump a una orden de arresto emitida el 21 de septiembre del 2021, por crímenes de guerra por la CPI contra el primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu llevados a cabo en Gaza. No obstante de haber extendido otra orden similar contra el comandante de Hamas Mohmmed Deif. Trump no tuvo ningún escrúpulo al referirse a este genocida y criminal, que la decisión es parcializada y atenta contra su aliado, agregando luego que "estas acciones ilegítimas y sin fundamento van dirigidas contra EEUU y su aliado estratégico". Esto es un sarcasmo de Trump, apoya irrestrictamente cualquier decisión de la CPI que no sea de su entorno y sale como un toro bravo imponiendo "consecuencias tangibles y significativas" a los responsables de las "trasgresiones" de la CPI. El primer ministro israelí, prófugo de la CPI se paseo por Washington, se llevó la orden de Trump como un trofeo de "buena conducta". Luego Netanyahu, como todo un genocida, pisotea como le da la gana cualquier decisión de la CPI; sentenciando luego qua "la CPI es un tribunal antisemita y corrupto e instó a los gobiernos a tomar medidas contra este tribunal, acusándolos de librar una campaña despiadada contra Israel. Ante estas posiciones retadoras de este criminal y de Trump A Karim Khan se le enfrió el guarapo, señalando como el que no quiere la cosa que "se mantendrá firme junto a su personal y se compromete a seguir brindando justicia y esperanza a millones de víctimas inocentes e las atrocidades de todo el mundo". Ante esta deslegitimación y arrogancia del presidente de mayor poder en el mundo, al fiscal de la CPI lo que le toca es renunciar y salir por la puerta grande. Mientras tanto existirá una CPI, mostrarse arrogante para unos y escondiendo el bulto y flaquear para otros.
Si hacemos un vuelo rampante sobre algunas posturas de la CPI nada transparentes, ni apegados al ordenamiento jurídico internacional, donde ha existido mucha torpeza en eso de buscar culpables. Recordemos a Sadam Huseim de ser acusado por tener en su poder una fábrica de armas de destrucción masiva, que luego, se comprobó que tales señalamientos eran falsos. De esta manera lo convirtieron en el segundo jefe de Estado más buscado luego del presidente Sudanes Omar al Brahir.(2011). Detrás de todo esto estaba la sombra de la CPI. Finalmente fue derrocado a través de una invasión preparada por EEUU y luego le aplicaron la pena de muerte y todo para ponerle manos a su petróleo, hoy en poder de gobiernos títeres al mandato de potencias extranjeras. En Libia, tenemos a Muamar Gadafi, un gobernante que llevó a Libia a tener niveles de excelencia, allí también la CPI estuvo involucrada, actuó deliberadamente; bajo la acusación de "crímenes de lesa humanidad". Luego fue aprendido y asesinado. Hoy Libia es un país sumido en la pobreza y la inseguridad, gobernado por grupos armados, que se reparten a su libre albedrío las riquezas del petróleo.
Con esa andanada de acusaciones la CPI ha pretendido incriminar al presidente Nicolás Maduro, pero han reculado, se les ha abierto más de una brecha en el camino. Si nos remontamos a la época de las guarimbas, las victimas que trataron de encasillárselas al gobierno, fueron llevadas a cabo por la oposición de la ultraderecha fascista que llegaron al extremo de meterle candela a un joven, luego de haberlo acusado de chavista. El mayor caradurismo la tuvo la sayona, que no tuvo el menor recato en señalar que la detención del ex presidente Filipino Rodrigo Ruterte por parte de la CPI; envió un "mensaje claro a los colaboradores del gobierno de Nicolás Maduro" y señala la sayona, que en el 2021 se iniciaron simultáneamente, los juicios a Duterte y Maduro, ya salió uno detenido ahora le toca el turno a Maduro. Ha dicho que la captura de Duterte debe servir como un incentivo, para los actores que apoyan a Maduro, que según ella "se encuentra en su fase terminal". Mayor desfachatez la de esta señora, con tal desparpajo, vuelve con su ritornelo enfermizo y escatológico de esta psicópata de tratar enlodar al presidente Nicolás Maduro, a sabiendas que este ha sido un gobierno respetuoso de los derechos humanos. Hoy la sayona actúa y repite sus pistoladas como si el pueblo fuese un desmemoriado, se ha reunido con el criminal de guerra Netanyahu a pedir que intervenga a su propio país. Ahora le implora sanciones a la CPI, un organismo que no es bueno para nada.