Consideramos que no debemos de cruzarnos de brazos y decir amén; ante el convenio llevado a cabo entre el gobierno del Salvador, presidido por Nayib Bukele y Donald Trump, donde bajo un costo anual de 200 millones de dólares anuales, se compromete a enviar migrantes, preferiblemente venezolanos a las mazmorras carcelarias de ese país. Son venezolanos que arribaron allá en busca de la american way of life; integrada por hombres y mujeres, dignos y honestos, que salieron en busca de oportunidades, que fueron truncadas a través de las sanciones criminales. Bukele es un figurín que se considera un plus ultra dentro de la pléyade de los presidentes, convertido en algo así, como un peón del imperio gringo; que además de hacer lo que le viene en gana con sus connacionales, enviándolos a la cárcel `por cualquier pretexto; ahora pretende exportar sus crueles latrocinios o mejor dicho sus cárceles, como el que promociona un hotel de veraneo, pero en este caso, al mejor postor que es nada más ni nada menos que Donald Trump. El señorito este, no contento con transgredir el ordenamiento jurídico de su país, pretende ahora "alquilar" sus cárceles, para convertirlas en campos de concentración, especialmente dirigidos hacia venezolanos, que bajo el estigma de pertenecer a una organización llamada el Tren de Aragua, son detenidos y con este subterfugio, primero los enviaban a Guantánamo, ahora al Salvador; pero lo más desdeñables, es que son detenidos, sin ninguna fórmula de juicio, ni derecho a la defensa; tampoco han dado detalles sobre su presunta delincuencia o pertenencia a pandillas.
Ante tan tamaña decisión contra estos venezolanos, al viejo estilo de la época colonial donde traían a la fuerza a africanos para ser explotados como esclavos, hoy son secuestrados, vejados y salvajemente agredidos a purgar condenas por delitos inexistentes. Una acción de esta naturaleza debe ser repudiada por cualquier nación que se considere libre y soberana, de no hacerlo se considera cómplice de una aberración como esta. Nayib Bukele se lanza por ese barranco, para ganar el beneplácito del genio del mal, rendirle `pleitesía a la sayona y ganarse unos churupos; no le auguramos éxito alguno, tarde o temprano se le vendrá el mundo encima. Los errores se pagan.
Detrás de estas medidas atentatorias contra la dignidad de los venezolanos, está en las sombras, las figuras de la sayona, Leopoldo López, Julio Borges, Juan Guaido, Carlos Veccio, etc. que se han encargado de enlodar la vida a estos connacionales a través de sus discursos apátridas.
