Tal como señalaba una amiga en una discusión sobre el tema de la oposición esta ha sido derrotada en dos planos a los que yo agrego otros.
El primer plano en que ha sido derrotada la oposición es en el plano objetivo, pues objetivamente no gano las elecciones tal como su carencia de pruebas evidencia. Si ella "por si o por interpuesta persona" hubiera ganado las elecciones y voto a voto, mesa a mesa, superara los obtenidos por Nicolás Maduro, estaría con todos sus elementos en las vías públicas emplazando y atacando al gobierno por su reconocimiento, pero no hace eso porque perdieron, simplemente. Y pierden aunque tuvieran oportunidad de ganar, porque ellos no quieren elecciones ellos quieren destruir a Venezuela con un golpe, a su estado, a su pueblo, a los pobres, para imponer un estado de cosas que sea completamente adecuadas a los intereses de los ricos millonarios y a los Estados Unidos y las elecciones libres y democráticas como las venezolanas, no le sirven para eso.
El segundo plano en el que ha sido derrotada ampliamente la oposición y sus dueños extranjeros, es en el plano subjetivo. Este plano corresponde a la gente, a sus seguidores, los cuales están tranquilos, no están tampoco enfrentando una ilegal derrota, no se siente robados o escamoteados por los tierrúos seguidores del PSUV, de Chávez o de Nicolás Maduro. Tampoco se sienten perseguidos, encadenados, o que deben luchar por su libertad, no así no se sienten. Tampoco hay quejas, lamentos, llantos espontáneos y públicos sobre que le hicieron fraude. Tampoco así se sienten, lo cual refleja la derrota subjetiva de la derecha fascista.
Lo que sí creo que sienten es incertidumbre sobre su dirección, ¿Bueno para dónde íbamos? ¿Qué hacemos ahora? Nadie nos quiere. Esta incertidumbre no ha sido atendida por el gobierno que debería, pero que se encuentra copado por todos los ataques multiformes de la derecha nacional e internacional que no les deja paz; después de desmantelar grupos terroristas y despojarlos de algunas de sus armas, salta el fantasma Tellechea desde PDVSA y seguramente apoyándose en algunos de los virus y redes que dejó allí Tarek, nos trae un escarnio tan grande que dejó a todo el mundo frio. El gobierno no tiene tiempo de encontrar cómo atender a la oposición huérfana de padre y madre pero con Estados Unidos.
Lo que si logro esta derecha apátrida es que, apoyándose en los esfuerzos difamatorios anteriores hizo creer aunque por poco tiempo, que eran lícitos los delitos contra la propiedad, los delitos con violencia en las personas, que apropiarse del estado y sus bienes con crímenes, amenazas y violencia era permitido y no debería ser castigado, como aspiran hoy sus más audaces seguidores, trasmutados en aparentes demócratas, que defienden por medios públicos a los jóvenes autores de crímenes con el argumento que ellos no podían saber lo que hacían.
La incertidumbre de los seguidores es la consecuencia de María por evadir las responsabilidades y a las autoridades, lo que traerá aún más graves consecuencias y no podrá evitar las implicaciones personales cuando inevitablemente tendrán que enfrentar la realidad del repudio nacional integral.
Si María CuaCua sigue oculta, lleva a pensar en cuál sería el verdadero significado de su divisa "hasta el final" pues recuerda mucha aquella consigna sangrientamente famosa de la "Solución Final" de Adolf Hitler para hacer desaparecer a los judíos no solo de la faz de Alemania sino de la faz de la Tierra, consigna de Solución Final que Los judíos indefensos de ayer aplican a los árabes indefensos de hoy. Hace pensar que eso quiere María para Venezuela y los venezolanos, una solución final para hacer desaparecer el socialismo, el chavismo, sus seguidores del país. Ella debería sincerar su consigna y decir "Asesinatos Si, Tierrúos No".
