Sin duda alguna que el gran hecho noticioso de la última semana de octubre del 2024, ha sido el rechazo furibundo y militante de Brasil, para evitar el ingreso de Venezuela a Los Brics, cuando el Presidente Brasileño, Lula da Silva y su asesor Celso Almorim, prefieren que los llamen traidores a los movimientos políticos progresistas y revolucionarios suramericanos, pero que "el caso Maduro" para ellos es inaceptable, reconocer al gobierno chavista y a todas las instituciones venezolanas, cuando no aceptan los resultados electorales, dadas por El Consejo Nacional Electoral y revisadas por La Sala Electoral del Tribunal Supremo Electoral.
Esa actitud injerencista del gobierno brasileño en los asuntos internos de las y los venezolanos, ha significado toda una ilegal posición al lado de los sectores extremistas de la ultraderecha nacional, asumiendo el extraño status de ser un poder electoral extraterritorial, cuando el presidente Lula, recomendó que deberían repetirse las elecciones presidenciales del día 28 de julio del 2024 o aplicar una segunda vuelta con los dos más votados, la cual no está establecida en La Constitución Nacional.
Sin embargo, la supuesta ecuanimidad de Lula, con respecto al no reconocimiento del Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y que está totalmente condicionada a la presentación de todas las actas electorales por parte del CNE, que "lo pueda convencer" de quien fue el ganador "de verdad - verdad" las elecciones presidenciales venezolanas.
Es importante destacar sobre la calidad de las relaciones diplomáticas en los últimos cien años, entre Brasil y Venezuela, el cual nunca ha sido la mejor, entre dos países vecinos y que se ha caracterizado por una actitud distante, poca solidaria y complementaria por parte de los gobiernos brasileños, sin importarles mucho los intereses vitales venezolano.
Esa actitud hostil y anti solidaria que tiene Brasil en contra de Venezuela, merece una actitud más contundente por parte del gobierno nacional, para que reflexione sobre una ruptura de las relaciones diplomáticas con El Estado Brasileño, cuando Lula da Silva, está dando a entender que las relaciones diplomáticas con Venezuela, es probable que se rompan a partir del 10 de enero del 2025.
