La no incorporación de Venezuela al formato asociativo de los BRICS debemos verla desde distintos aspectos. Uno de ellos, sería el subjetivo y es como interpretamos a los personajes que están presentes en el entorno politico internacional. Esta es un área clave en la política de manipulación que usa Estados Unidos y tiene equipos completos para conocerlos y cómo manejarlos mejor para sus intereses. Nosotros creemos un poco en la fábula y no se nos ocurre pensar que ellos han sido vulnerados de una u otra manera para hacerlos cambiar de posición y de apoyos políticos hacia las tendencias progresistas.
Una de las estrategias a ojos vista que han utilizado con gran éxito es el cambio de su entorno afectivo, lo cual incluye sus relaciones de pareja, a fin de que sus perspectivas y valores puedan desplazarse hacia la derecha. Antes de ocuparnos de Lula hay que recordar casos relevantes donde desde mi punto de vista, al cambiar sus relaciones de pareja con la cual iniciaron sus trayectorias políticas sus posiciones políticas fueron modificadas con la aparición de otra pareja. Hasta algo de cómico se encuentra en esto.
Es el caso en España de Pablo Iglesias que cambió radicalmente sus posiciones de avanzada progresista en Europa hasta prácticamente desaparecer del escenario politico, el caso de Evo Morales que acompañó a Hugo Chávez en bastantes desafíos para luego abrazar a Macri y a Luis Almagro llamándolos hermanos mientras Venezuela ardía con las guarimbas.
En el caso de Lula hay que recordar que él venía patinando políticamente desde hace algún tiempo a ojos visibles, lo que sugiere que debe hacerse un análisis más detallado de sus conductas políticas y si el matrimonio durante la cárcel influyo en estas conductas. Pero en todo caso Lula aunque tuvo posiciones de apoyo a lo social que fueron favorables para los sectores populares de Brasil, no ha sido famoso por sus posiciones izquierdistas y revolucionarias privando en él lo pragmático sobre lo ideológico, recordando que ha llegado al poder con el apoyo de la derecha representada por el Movimiento Democrático Brasileño (MDB) a la cual le debe alguna inclinación.
Igualmente es de tomar en cuenta que los ímpetus de Brasil para figurar en la escena mundial vienen de capa caída ya que al cambiar el ajedrez mundial y sin Brasil darse cuenta paso de ser alfil de Estados Unidos a peón. El caso definitorio fue la acusación de corrupción a la empresa brasileña Odebrecht con lo cual Estados Unidos no solo la sacó del mercado mundial sino que parece que también acomplejo a las otras empresas brasileñas.
Imagínense, que fake news tan arrecho, Estados Unidos acusando de corrupción a alguien o a algo, cuando ellos son líderes en esas actividades delincuenciales. Investiguen revolucionarios: Todas las políticas de Estados Unidos son Fake News. Todo lo que haya hecho Odebrecht palidece ante solo dos de las tramas de corrupción famosas en Estados Unidos como es el caso de Epstein donde aparecen mencionados el príncipe Andrés, Bill Clinton e incluso se menciona a Donald Trump, y el de DiDi, quien lleva 30 años corrompiendo a la alta sociedad norteamericana.
Pero si bien Lula no pudo salvar a Odebrecht, Brasil necesita incorporarse al grupo de países dirigentes del capitalismo mundial y por lo tanto jugar su papel de Caballo de Troya en los BRICS. En este juego tiene que debilitarlos evitando que fortalezca su imagen de contrapeso al llamado mundo occidental y su segundo papel es darle apoyo a la política contra Venezuela que Estados Unidos aplica y donde también quiere demuestrar poder ante todo evento.
Lula y Brasil creo que jugaron su papel de peón del imperialismo en este juego, donde Venezuela parece una Reina.
