¿Regreso a la Patria?

No creo que exista un venezolano normal, es decir en su sano juicio, que no desee ver regresar al país a la mayoría de nuestros emigrantes de la última década. Son nuestros familiares, cercanos y lejanos, nuestros amigos y conocidos o sus familiares. Toda familia venezolana hoy tiene a alguno de sus integrantes en alguna parte del mundo, y muchas familias tienen no uno sino varios de sus miembros en esta triste situación. Y sólo una minoría se fue por voluntad propia, entendida ésta como la decisión que se toma sin presiones extremas de vida, sin mayor relación con el deterioro de la situación nacional, sino por considerar que serían más adecuados otros horizontes para sus expectativas, sus gustos, sus deseos o sus aspiraciones. Me refiero a quienes se han ido, pero no lo han hecho huyendo del drama que viven hoy los venezolanos, ni poniendo en peligro sus vidas e integridad física en esa huida, como sí lo han hecho los otros.

Siempre hemos sido un país acogedor para los inmigrantes, quienes han venido prácticamente de todo el mundo y no sólo del mundo occidental. Y se los ha recibido en una forma tan cálida y solidaria, que difícilmente haya otra nación que se nos iguale. Se les ha incorporado socialmente sin animadversión ninguna, se les ha hecho sentir que forman parte de nosotros mismos, se les ha dado un trato fraternal y hemos incluso incorporado en nuestras vidas, parte de sus costumbres, su lenguaje y sus culturas. Una gran mayoría se ha quedado con nosotros, se han hecho venezolanos, legal o afectivamente, y sólo regresan a sus países de origen de visita, pues se han apegado a esta tierra tanto o más que quienes nacimos en ella. Otros, han estado durante años, para luego regresar a sus países de origen, una vez desaparecidas las circunstancias que los hicieron venir.

Tenemos, como testigos vivientes de nuestra hospitalidad y cordialidad a europeos, principalmente españoles (canarios incluidos), portugueses e italianos, venidos para construir sus vidas en momentos en que no lo podían hacer en sus países de origen. Aquí están sus hijos y nietos, venezolanos por nacimiento, totalmente mezclados con nosotros de forma tal que hace imposible establecer siquiera una diferencia. Pero también hispanoamericanos, colombianos en su gran mayoría, que por millones viven con nosotros, con su ballenato, su cumbia, su cantaito al hablar. Y también peruanos, bolivianos, ecuatorianos, que jamás han recibido un desplante o una segregación xenofóbica, como la que nuestros compatriotas han recibido en tiempos recientes en sus países. Tuvimos muchos chilenos, argentinos y uruguayos, durante la época de sus dictaduras militares; tenemos haitianos, cubanos, dominicanos y trinitarios. Y también chinos y árabes por montón, que se establecieron y florecieron aquí.

No fuimos un pueblo que emigrara, siempre hemos sido muy apegados a nuestra tierra; emigrantes somos ahora, y la causa ha sido la grave crisis socio económico política sufrida desde 2012, y en cuya génesis se conjugan dialécticamente la ignorancia, ineficiencia, negligencia, torpeza y corrupción de los gobiernos de este siglo, como causa primordial, unidas a la explotación y hostigamiento del gran capital estadounidense y de su gobierno arbitrario y neocolonialista, que tiene hoy como expresión importante en el mundo la figura de las sanciones económico financieras. Al no ser un pueblo que emigre con facilidad, somos un pueblo que quiere el reencuentro con quienes emigraron y, de ser posible, traerlos a la Patria e incorporarlos en el proceso de nuestra recuperación y desarrollo. Pero… ¿Es eso lo que está tratando de hacer el gobierno? Y si fuere esa su intención: ¿La está desarrollando como es debido?

Lamentablemente, la respuesta es NO. Esos venezolanos que regresan, no van a ser incorporados en ningunos procesos de crecimiento y desarrollo, simplemente porque no los hay, no existen. No existieron cuando tuvimos recursos más que suficientes, cuando recibimos US $ 1.300.000.000.000 (1,3 billones de dólares) en 10 años. En ese período, la inteligencia chavecista sólo pensaba en proyectos como la ruta de la empanada, los gallineros verticales, los cultivos hidropónicos, una red de teleféricos sobre Caracas; así como hoy sólo tiene proyectos tipo la ruta del chocolate, cubre bocas bordados a mano, promoción del uso de la copa menstrual, la formación de parqueros "profesionales" o la vieja instalación de "cochineras", pero ahora en urbanizaciones como La Urbina Alta. Algunas iniciativas están bien para grupos en barrios y urbanizaciones, pero no significan desarrollo.

Cuando vemos el pésimo trato que el gobierno de Maduro le da a las universidades y a la educación en general, el maltrato a la investigación científico tecnológica, a los maestros y profesores; la propaganda demagógica sobre los avances científicos logrados, que en el siglo pasado ya Venezuela los tenía, y el sempiterno rechazo de la academia, al estudio, la excelencia, por ser valores pequeño burgueses, entendemos claramente que quienes regresan no tienen dónde ser incorporados, por lo que vienen a volver a sufrir lo que ya vivieron y los estimuló a marcharse, razón por la cual regresarán a la idea de escapar nuevamente hacia otros países o a ocuparse de lo mismo que antes hacían. Vienen a incrementar el número de pobres y no a crear las riquezas que los saquen de la pobreza. Triste realidad, pero realidad que hay que conocer si es que la queremos cambiar.

Unas breves palabras, sobre las acciones criminales internacionales de los presidentes delincuentes Trump y Bukele. Es una aberración, producto de mentes muy enfermas y deterioradas, afirmar que los inmigrantes ilegales venezolanos en EEUU, con piel morena y con tatuajes, son fácilmente reconocidos como miembros de la banda delictiva "Tren de Aragua", organización que ha sido usada por distintos gobiernos de la región, para excusar su fracaso en el enfrentamiento de sus propias bandas de delincuentes. Hacen muy mala ostentación de su inteligencia y tratan de ofender la del resto del mundo, al afirmar que lo que no han hecho los narcos colombianos-mexicanos-gringos, al inundar con drogas a todo EEUU; ni pudo hacer supuestamente Al Qaeda (hoy su aliado genocida en Siria), al tumbar las Torres Gemelas, lo va a realizar ahora la banda subdesarrollada Tren de Aragua, implicada sólo hasta ahora en dos delitos menores en todo EEUU.



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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

 lft3003@yahoo.com      @LFuenmayorToro

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