Lo que tengo

Estando en una reunión de esas donde se pretende cambiar lo que uno no puede cambiar, ya que sencillamente intentar hacer lo que uno no es por esencia, es tan ingenuo, como pensar que antes de este proceso político que vivimos no había historia, ni patria, menos patriotas; es como creer que todos los que piensen distinto a nosotros son nuestros enemigos.

Y es que para algunos todo va utópicamente bien, en esta Venezuela que no llega a reconocerse a si misma.

Todo va anárquicamente bien, en una patria que pretender ser nacionalista puede ser nocivo a la salud, ya que los “chavistas rancios” te tildan de escuálido y los “escuálido disociados” de come niños.

Todo va injustamente bien, en una nación donde el gobierno nacional ha llenado los dispensarios médicos de las misiones llamadas Barrio Adentro I, II, y otros, con todo los equipos médicos imaginables, pero esos mezquinos intereses los echan a perder, cuando no lo desaparecen, y no hay un solo responsable de este monstruoso daño a un pueblo cuya principal preocupación es la salud.

Todo va herejícamente bien, donde una cúpula religiosa se desconecto del pueblo, siendo estos monseñores que me enseñaron a respetar desde que mi abuela me daba con una mano el tetero, mientras que con la otra rezaba el rosario, y que el Padre Nuestro que me enseño me ha abierto todas las mañana de mi vida y el Ave Maria me ha guiado durante todos los días; y mi fe es mi mejor compañera, que me mitiga la soledad, siendo a la vez esa agua clara de mis alegrías.

Estos sacerdotes poseen una fe muy particular, una mezcla de partido político en campaña, con una de militantes de desesperanza, por que sus mecenas sigan arando en el cuerpo del pueblo y cosechando con la sangre de este sus riquezas.

Mi pregunta a los monseñores ¿Ustedes en verdad son religiosos o es que sólo llevan sotanas que les permiten anular los diez mandamientos? o ¿será acaso que Chávez es tan tirano que merece ser crucificado sin siquiera llevarlo ante Pilato?

Todo va desocupadamente bien, con un desabastecimiento alimentario producto de un gobierno que quiere controlar todo, y a la final quedarse con la amarga sensación de que con toda la centralización no puede controlar nada, debido a la gran impunidad que asota a mi patria.

Todo se encuentra ordenadamente desorganizado en la Venezuela que es todo lo que tengo… y lo único que quiero tener.


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Carlos Vicente Torrealba

Escritor / Über maestro en Filosofía / Entrenador de Vida / MTC

 carlosvicentetorrealba@gmail.com      @cartorrealba

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