1. LA LISTA DE ORTEGA. El espantado “líder” del paro de diciembre y de la insólita oposición que nos gastamos, desde su exilio dorado envió una lista de supuestos sentenciados de la revolución bolivariana. Los descaminados medios venezolanos se apresuraron a darle página completa con llamada en primera. Son cien los potenciales “mártires”. Los mismos que aparecían por todos los medios durante el criminal sabotaje de diciembre-febrero. Puros bates quebrados de la política, traficantes del periodismo, mariscales de derrotas, viudas del necrofijismo, que es la etapa superior del puntofijismo. No sé quiénes lucen más brutos –“para ver si nos entendemos”-, si Carlos Ortega o los medios que promocionan a este cadáver insepulto y ya fuerte. Los cien de la lista configuran la torpe oposición que cualquier gobierno quisiera tener y preservar. Yo los protegería y con ello, el 2021 resultaría un cálculo más bien conservador. ¡Larga vida a estos desanimados sujetos!
2. VIVA EL PAYASO INSOMNE. Al inculto payaso de la medianoche le ha dado por llamar a acciones radicales y a trancazos sin ton ni son para “terminar con el régimen”, como chilla con histeria. Unos cuantos fanáticos descerebrados le hacen caso y trancan la Francisco Fajardo a la altura -¿de dónde más?- de Altamira, con el silencio del alcalde de Primero Justicia. La tranca es madre al mediodía y los caraqueños casi enloquecen, sean chavistas, antichavistas, escuálidos, puntofijistas o marcianos. Por la noche, el extraviado animador, con la mirada perdida, convoca para lo mismo al otro día. El deteriorado cerebro no le da para concluir que quien no cayó con un golpe militar, un sabotaje petrolero y un paro de dos meses, no caerá porque un descriteriado decida hacerle la vida imposible a sus propios vecinos del este caraqueño. El mitómano Luis Vicente León, de Datanálisis, debería informarle al payaso insomne que cada acción que convoca le aporta tres puntos y medio a Chávez en las encuestas.
3. LA PESADILLA ES UNA NOTA. Los jerarcas de Fedecámaras, los medios y la clase “AA” viven quejándose de una tal pesadilla. Gritan, vociferan y chillan que quieren salir “de esta pesadilla”. Es una pesadilla autoinducida. Marta Colomina también tiene pesadilla y Enrique Mendoza y Alfredo Peña. Algunos pasan la pesadilla en las mejores playas y los más lujosos hoteles de Europa, Asia y Estados Unidos. Yo no sufro de envidia pero a veces, cuando leo las notas sociales, lamento que a mí no me haya tocado un poquito de esa peadilla. Me importaría un pito si ese trastorno del sueño me asalta en Cancún, Fort Lauderdale, la Costa Azul, Milan o el principado de Monaco. También me gustaría que me dé, cómo no, en Palma de Mallorca. Una amiga despedida de la TV a raíz del paro patronal, me decía: “Yo les cambio su pesadilla por mi realidad”. Su marido le comentó desde el cuarto: “ni pendejos que fueran los pesadillosos esos”
4. PESADILLOSOS SE RECALIENTAN. Mosca, las viudas de la Carmonada están empeñadas en repetir el mismo libreto del 11-A, no conocen otro. Los dueños de los medios, otra vez, son la punta de lanza de la reedición golpista del “yo no fui”. Hablan de “recalentar la calle” sin que las calles se den por aludida. Los cabos de la “pesadilla” se van uniendo. He aquí algunos fósforos mojados del recalentamiento: la bombona involátil de agua mineral contra la Colomina; el show de la Poleo en Barinas y de su compinche aquí en Caracas por un juicio civil por difamación; el supuesto saboteo de un escuálido foro de El Nacional en Valencia; niple contra el carro del editor de un diario en La Guaira; campaña feroz contra los planes “barrio adentro” y “Misión Robinson”. Todo calcado pelo a pelo de los días previos al sabotaje petrolero, con sus respectivos trancazos. Ya, como ayer, le han puesto fecha a la cosa: “No llegamos a noviembre”, pregona un grupo de la Coordinadora en remitido golpista. Anótenlo, pronto proclamarán que no habrá gaitas, ni navidad ni Niño Jesús “hasta que termine la pesadilla”. ¿Cuál? Pues, la autoinducida con autocompasión y autoatentados que los mantiene en un interminable autosuicidio.
5. PESADILLA. Pesas con ladilla o ladillas con pesas, que es peor. Así están.
6. SINTOMAS DE LA PESADILLA. 1. Enfrentamiento de Albis Muñoz y Carlos Fernández por la presidencia de Fedecámaras. El gallego picó los cabos despavorido y su solidaria colega lo madrugó. “No te molestes en venir”, le dijo desde aquí. 2. Expulsión del gordo Marín por su compañero Ramos Allup. 3. El chuzo y medio que el insulso sindicalero Manuel Cova le zampó a su hermano de alma Carlos Ortega en la CTV, cuando este último puso los pies en polvorosa. Los pataleos de Gente del Petrodio por sus derechos humanos, luego de violar los derechos humanos a la vida, la salud, la educación, el trabajo y la recreación, etc., de 23 millones de venezolanos. El llorisqueo de Conindustria y Consecomercio pidiendo dólares después de cerrar la entrada de divisas con el paro criminal de diciembre-febrero y de llamar a no pagar IVA ni ningún impuesto. Los furiosos y taicioneros amores unitarios de Salas Römer, Enrique Mendoza y 20 candidatos más sin meter a los que se creen out sider. La ley mordaza que le aplicaron a Mingo por quitarse la mordaza para decir cosas no gratas a los oídos de los dueños de la mordaza. Los estables precios del petróleo, la producción de 3.200.000 barriles diarios por la nueva PDVSA, el éxito de los mercados populares y sus propias encuestas donde el Comandante los barre, agudizan la pesadilla de los pesadillosos. Si no despiertan, el 2021 los sorprenderá sonámbulos.
