Toda dependencia hacia un vicio destructor de parte de cualquier ser humano, es altamente catastrófico.
Todos somos consientes que la droga en cualquiera de sus tipos es letal para las personas, al igual que el alcohol en exceso, como el juego desmedido en cualquiera de sus manifestaciones.
Las tres cabalgan juntas y forman parte de los proféticos jinetes del Apocalipsis.
Todo conlleva, juntas o separadas, al destino inexorable de la destrucción del ser humano como persona.
Pérdida de viviendas, seguramente compradas con el sacrificio del trabajo de toda una vida, ahorros de horas infinitas de duro trajinar con el sudor de la frente de todos ellos.
Destrucción irremediable del grupo familiar, que se transforman en un sin fin de niños abandonados, que se convierten en caldo de cultivo de la drogadicción y delincuencia, por culpa de unas horas de “diversión”.
Hipotecando infamemente el futuro de nuestra descendencia por un proceder mezquino y egoísta al tomar el sendero de la autodestrucción.
Continuamente nos hablan de la posible pandemia de la gripe aviar, la Peste Negra del siglo XXI, como el tristemente desbastador SIDA que ha dejado tanta muerte a su paso, pero muy poco tiraje periodístico nos llega del nuevo flagelo que tiene por nombre: Ludomanía.
En momentos que nuestro Continente Latinoamericano vive la alegría de la reliberación de
nuestros pueblos, los mismos que se niegan a continuar siendo colonias de los imperios de ayer, hoy y siempre... gracias al grito emancipador de nuestro líder Hugo Rafael Chávez Frías...
Nos llegan nuevamente las célebres Carabelas de los otrora conquistadores...
disfrazadas en máquinas traga monedas por doquier, de la mano de las diabólicas ruletas asesinas he innumerables loterías que no tienen fin.
Se llevan otra vez nuestras riquezas con el falso engaño de la diversión.............
Mientras los gobiernos progresistas de nuestra siempre sufrida América hagan la vista gorda ante esta nueva invasión vergonzosa a nuestro continente de mosquetes y trabucos que lanzan fuego por sus bocas, disfrazados hoy de recreación y esparcimiento... Seguiremos siendo: LOS ESCLAVOS SIN CADENAS DE SIEMPRE.
Diría Sancho...
“Don Quijote no son molinos de viento que su mente convierte en caballeros de armadura que cierran nuestro paso... son máquinas asesinas de hombre... disfrazadas de entretenimiento”