“El hipócrita que quiere parecer hombre de bien
no es tan culpable como el que hace vanidad de
sus defectos”
Miguel de Cervantes
Cuando me senté a escribir este artículo, todavía con la indignación o soberbia arrechera de haber escuchado al presidente de Fedecámara, el de blanco pelaje prematuro tal vez por genes adecos, diciendo las mismas barbaridades de siempre (disco rayado) de la oposición, describiendo a su país, algo peor que Haití o Zambia u otros pueblo miserables del mundo; o pensando en las barbaridades, estupideces i mentiras que estará hilvanando en Roma el sacerdote crápula de Baltasar Porras, acusando a sacerdotes revolucionarios i defecando sobre la dignidad de su patria, me encontré con tres distintos personajes de los que reconfortan o elevan las ideas de patriotismo, honor i justicia, como los que paso a señalar. En primer lugar mi admirado amigo José Sant Roz, hablando de cómo un periódico español, EL PAÍS, manipula con deshonestidad la noticia de una estudiante i un posible infiltrado, más otros estudiantes heridos en la Fac. de Ingeniería de L.U.Z., omitiendo la verdad de tratarse de un episodio en la vida universitaria, producido por el enfrentamiento de dos “partidos” políticos de oposición, en los cuales impera la violencia, el desorden i el odio. San Roz nos recuerda que el Libertador, lograda la Independencia había dicho que “se acabaron los godos”, pero es incierto; piensa que existirán por siempre, pues el mal –agrego yo- si lo creó Dios debe ser eterno. Los españoles hipócritas, siguen odiando i enfrentando a Simón Bolívar. El segundo personaje que por joven es promesa de revolucionario, es el estudiante Carlos Sierra que opina, como pienso igualmente que, el Canal de televisión del malandro de la Florida, como acertadamente lo ha bautizado Mario Silva, debería ser sancionado o cerrado definitivamente, porque, no solamente conspira i desestabiliza públicamente, sino que lo proclama. Vimos al malandro Ravell en la turba de estudiantes sifrinos. Ellos, los hijos de papá i mamá, los burguesitos lindos, los mariquitos en Miami, causando destrozos i agresiones en la “marcha” hacia el Poder Electoral, donde los recibieron con cordialidad i decencia i luego protagonizaron desórdenes inaceptables, encadenándose a las barandas del edificio. En un futuro se habrían guardado esas cadenas como reliquias de Yon, como se guardan las de San Pedro en un templito –San Pedro In víncola- en Roma. Si eso hubiese sucedido en la IV República o en tiempos de Pérez Jiménez, los hubiesen atropellado como perros o ratas, i rechazados con armas de fuego. Luego hubiesen tenido que utilizar la Ballena, para lavar de excrementos las avenidas. Son guapos porque se enfrentan a policías desarmados con órdenes de no rechazarlos, sino amparándose ellos en escudos. Creo que Sierra, el Centro de Estudiantes que preside i la comunidad toda, deberían insistir en solicitar las sanciones o cierre a Globoterror.
Sin embargo, lo que más me ha emocionado i comparto con él totalmente sus reflexiones i denuncias, es el artículo aparecido hoi en APORREA, del joven revolucionario, artista internacional, cantante de calidad i excelente persona i amigo, Israel Colina, cuando escribe de Maracaibo paradójica i, entre comillas el “tradicional encendido de Bella Vista” (léase Avenida bella Vista). La Maracaibo Paradójica, realmente lo es, i pese a que en el Estado Zulia, el pueblo ha demostrado en elecciones, estar con la revolución bolivariana en mayoría, en la ciudad, en el Castillo Feudal de la Bestia Traidora de Manuel Rosales (¡Exijo a gritos que no se califique más de filósofo a un Oligofrénico que no ha aprendido ni su lengua materna!) es la ciudad, también, a la cual el Alcalde califica erróneamente de “la primera ciudad de Venezuela”, puesto que si duda la primera ciudad de Venezuela es Caracas, como Capital del País, número de habitantes, asiento de los Poderes Públicos i encima de eso, Cuna del Libertador Simón Bolívar i epicentro (como en la Independencia) de esta Revolución que se ha hecho Latinoamericana o casi mundial. Tenemos, pues, un gobernador que, para vergüenza del gentilicio, fue candidato presidencial impuesto por el Imperio Norteamericano a través de un Embajador degenerado como Browfields i la sumisión de lacayos de los otros precandidatos; un gobernador que sin haber leído un solo libro de historia, de geografía, de política o de ética, pretende separar al Zulia de Venezuela; un gobernador que ha retozado entre burradas o rebuznos i que descaradamente va a Washington a buscar instrucciones para la conspiración i un soñado segundo Golpe de Estado. Es un gobernador ilegítimo, puesto que para ser candidato presidencial, por lei, debía haber renunciado a su cargo de gobernador; que las pocas cosas que ha hecho, son parodias de las Misiones del gobierno nacional. ¡No sé hasta cuando soportan sus desmanes i su estulticia! En estos casos, recuerdo a la Comuna de París.
Empero, volvamos al artículo de Israel Colina. Allí son tantos los vicios, disparates, ridiculeces, fechorías, mentiras, engaños i mil cosas negativas más, que me imposibilita hacer un resumen lo que alargaría escrito. Sin embargo, como señala en el título, ese “esplendor i belleza” de la Avenida Bella Vista ni es tradición ni estéticamente tiene mérito alguno, a no ser el negocio económico para muchos de los que hacen vanidad sus defectos, para aparentar ser hombres de bien.
Israel hace notar que esas extravagancias, hechas por “artistas” connotan el “tercermundismo”, pues las mentes de muchos gobernadores i alcaldes son “cunas y tumbas” de ese errado proceder político. La iluminada vía, orgullo tal vez de sus diseñadores, está totalmente alejada de lo estético. Tiene cosas como un ángel enjaulado que al fin libertaron ahora, porque no hai algo más bizarro que un ángel enjaulado dice mi amigo, así como una Torre Eiffel en miniatura i antes (la de ahora no la he visto todavía) tenía renos por montón, cohetes espaciales, soldaditos de la reina de Inglaterra i tantos parapetos que las jardineras quedan cerradas por los monigotes. Además, ya no encuentran como poner a “esa extranjera” la Chinita (¡el disparate no lo corrigen sino que lo acentúan! Por eso Caldera puso el aeropuerto La Chinita) que por cierto ahora ha sido clonada, i en fin, todo es una trepidante propaganda para ambos, gobernador i alcalde, que Israel llama trepidante acto proselitista. Lo que pasa es que el gobernador es enemigo declarado del proceso; el alcalde es enemigo solapado, pero con un egocentrismo tan descomunal que, de casualidad la Copa América pasada, no se llamó Copa Di Martino. Sin embargo afina sus técnicas de jalabolismo estructural. Tiene convencido a muchos que sus defectos no son vanidades i es un hombre de bien; rechazó una oportunidad ser candidato a gobernador porque estaba en saltar la talanquera, pero ahora parece que si quiere i por ello cuando Chávez viene al Zulia, se convierte en sobaco chavista o un chicle al lado del Presidente Chávez. Ha hecho una cosa irreconocible de lo que fue la Plaza del Buen Maestro, quiere demoler el Hotel Granada, como el gobernador convirtió en un parapeto de plástico el Paseo Ciencias o lo ha destruido en parte, tumbando árboles i obras de arte. El alcalde premia un concurso literario con un millón de bolívares i una Media Maratón con 15.000 dólares que se los lleva un extranjero. La revolución no pude creer en ninguno de los dos i por eso a ambos, mi amigo Colina les señala los barrios abandonados que existen en Maracaibo detrás del Sambil, de la Curva de Molina; detrás de La Rinconada, de los Patrulleros del Cuatricentenario, etc., carentes de todo, mientras ambos también, favorecen negocios de sus compinches o cómplices. Esa “iluminación” cuidado i no cuesta billones. Por eso Israel Colina concluye: “Empezó la Feria: pan i circo. Hoy la Historia vuelve a repetirse”. Recomiendo que lean su interesante artículo.