Sería mezquino de mi parte, borrar de un solo plumazo su participación decisiva en los sucesos que llevaron a feliz término, en la liberación de nuestro comandante en el golpe de Abril.
Imposible olvidar las tantas veces que su rostro nos dibujó su emoción al sentirse un servidor insigne a la patria.
Me imagino sus noches de desvelo por las dudas, acompañadas de interrogantes que llegaban a su mente, por pasos trascendentales que son necesarios en todo proceso revolucionario en función del pueblo y para el pueblo.
Dejaré de lado tecnicismos y detalles intelectuales que jamás tendré, para tratar de dibujar en estas letras, algo muy distinto a una amada carrera militar, a justificaciones y explicaciones en el paso de la historia sobre gobiernos de izquierda como de derecha, acompañados de innumerables golpes de estados en nuestro continente.
Hoy con mi tristeza a cuestas, por sus palabras en el día de hoy, quiero hablarle del sufrimiento eterno, del llanto que no tiene fin, de la tristeza infinita, cargas malditas de la humanidad... en los hombros de los excluidos de siempre.
Conquistadores, imperios, ejércitos portadores de muerte, responsables directos de las injusticias acumuladas en la historia de la humanidad.
Razas masacradas por la avaricia y el odio, por los tiempos de todos los tiempos.
Niños desnutridos por siempre, hambrunas injustificables en países africanos después que los saquearon vergonzosamente, indios masacrados que llevaban nuestra propia sangre, raza negra esclavizados por siempre, ante la mirada cómplice de los más poderosos de la humanidad.
Dejando de lado por un solo momento pensamientos políticos he ideológicos le pregunto:
DE QUE LADO ESTA USTED GENERAL.
(...) Aun tengo grabadas palabras suyas, dichas en Maracay el 12 de Abril, cuando su guarnición se llenó de pueblo, que lloraban la caída de nuestro comandante, palabras que me llegaron al alma...
“Eran gente diferente a la que veíamos todos los días, por sus vestimentas comprobamos que eran personas de los más humildes, que llegaron a nuestra guarnición rogando por nuestro presidente”
Palabras del general Baduel el día 12 de Abril un día después del golpe.