El 10 de mayo de 1941 un paracaídista alemán pisó tierra en Escocia. ¿Quién era? Rudolph Hess, lugarteniente cercano de Adolph Hitler. Anunció que venía a negociar un tratado de paz entre Alemania y Gran Bretaña.
Fue inmediatamente arrestado por las autoridades inglesas. Y no salió de su encierro sino hasta cuarenta y seis años después, cuando se suicidó en la prisi n de Spandau.
Seguramente fue hecho preso con la debida cortesía inglesa.
El 3 de agosto de 2003, Charles Shapiro, embajador del gobierno de George Bush, se presentó en el Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela. ¿Su cometido? Demostrar su voluntad de ejercer el poder de su gobierno para condicionar nuestra política interna. El señor Shapiro sabe lo que hace. Así que no se le escapaba el impacto propagandístico que tendría su presencia en el CNE.
Ante esta situación, ¿qué hace el CNE?. Lo recibe. Y le sirve la mesa a otro insulto a nuestra soberanía.
Ahora el CNE, en la voz de su presidente, alega "que el directorio está abierto a reuniones con distintos factores, y les pareció que era una norma de cortesía atender al diplomático".
¿Y donde queda la cortesía hacia el pueblo venezolano? ¿Dónde queda el respeto a nuestra dignidad como pueblo? Señores, piensen.
¡Por el amor de Dios!
Gustavo J. Mata