Hay que reconocer que el llamado Chavismo, acostumbrado a la victoria y al conformismo del como se impulsan las cosas, perdió la oportunidad de impulsar por la vía constitucional, cambios profundos en el proceso que desde hace 9 años ha estado impulsando la Revolución Bolivariana, y se perdió la oportunidad por diversos errores de carácter logístico así como también porque la revolución sigue perdiendo la guerra mediática que impulsó una campaña de miedo hacia las masas.
Lamentablemente y a pesar de los inmensos debates públicos, la campaña en pro de impulsar la reforma nada o poco pudo hacer ante la manipulación y la mentira impulsada por la oposición, así como yo creía que este proceso electoral luego de la aplastante victoria de diciembre pasado, no tendría ningún problema en obtener el triunfo he de imaginar que amigos y camaradas afectos a la revolución también se confiaron.
La maquinaria no dio el 100% en llevar la información al 40% de la población que se autodenomina “ni-ni” y poco fue el interés por parte de ésta por informarse de los cambios propuestos en la reforma a pesar de que se publicó y entregó por diversos medios y formas a la población.
Pero si algo hay que decir además de los diversas causas que motivaron al resultado electoral, es que la oposición no ganó esta contienda, realmente junto a Podemos, la Oposición es uno de los más afectados en cuanto a la cantidad de votos que obtuvo, en realidad y en comparación a las pasadas elecciones del 2006, solo tuvieron un leve aumento de votos y Podemos, segundo partido después del MVR, que dio una gran cantidad de votos al Chavismo en el 2006 (algo así como unos 700.000 votos según CNE), no logró redireccionar ese respaldo a la propuesta del NO. Esto quiere decir que en las próximas elecciones en Sucre y en Aragua tendrán que apretarse los pantalones.
Dejaron de votar 7.4 millones de personas, de los cuales 3 millones en la pasadas elecciones de 2006 estuvieron a favor de Chávez, por allí andan las respuestas a muchas preguntas.
Una gran lección
En mi opinión personal, para quienes críticamente seguimos y apoyamos la Revolución Bolivariana, podemos ver lo acontecido como una gran lección. Debemos seguir con la construcción del socialismo desde las bases y de forma eficiente, debemos dejar a un lado las imposiciones de criterios de dirigente que lo que buscan es su interés personal.
El pueblo debe continuar trabajando por un mejor país, pero no con la indiferencia con la que se venía construyendo en donde se dejaban pasar los errores y los desaciertos, ahora debemos avanzar hacia un socialismo cada vez más eficiente y eliminar el burocratismo y la corrupción que tanto daño le hacen al proceso revolucionario.
Hoy se abre una gran oportunidad de levantar un país como de ser y no el mamotreto que levantábamos tan fácilmente.
Se pierde una gran oportunidad, pero se gana un gran despertar revolucionario.
Los sueños hay que sudarlos
Tenemos una gran tristeza por lo que ha pasado, pero ahora la revolución está invitada a tomarse más en serio la construcción de su futuro, a no quedarse solamente con lo que le ofrecen o dicen, sino a ser albañil y constructor de su propio destino, dudo que la oposición pueda tener un nuevo resultado a su favor si el pueblo toma conciencia de lo que ha pasado, y lo digo por el simple hecho de que así como el 13 de abril trajo de nuevo a su líder desde las tinieblas, así mismo se dará cuenta que los sueños hay que sudarlos si se quieren hacer realidad.
Tengo mucha fe y esperanza, por ahora no se pudo pero se podrá, tomemos lo que pasó como una buena lección y continuemos trabajando por un mejor socialismo, más humano, más cristiano, más bolivariano.