La Razón de las Razones

Son las 2 de la mañana, de verdad que mas que tristeza por el fracaso de nuestra propuesta de reforma constitucional, siento tristeza por usted Comandante Presidente, que de verdad ha demostrado en estos nueve años de revolución, no solo ser el autentico líder del movimiento revolucionario, sino ser el único funcionario que esta comprometido con sus funciones las 24 horas del día, de todos los días. De verdad que usted comandante no se merecía tal derrota, así como tampoco se merecía una victoria lastimera como la obtenida por las fuerzas oscuras del NO, esas que apelaron al arsenal mas bajo y ruin que puede usar político alguno como lo es el engaño, la manipulación, el fraude mediático. Esta señor Presidente, tenia que ser una victoria contundente, no se podía esperar menos si nos detenemos a pensar en que hace un año se obtuvieron 7 millones de votos en las elecciones que lo llevaron a usted a ser reelecto, no hace falta ser un mago de las matemáticas para analizar que la oposición triste y vacía no ha crecido en los últimos 5 años, pero lo que si debe llamarnos a la reflexión a todos, incluyéndolo a usted Comandante Presidente es el hecho de que 3 millones de personas que lo respaldaron en las presidenciales del 2006, ayer, 2 de diciembre, no salieron a votar, ¿Qué paso aquí? Es la pregunta que se debe hacer usted señor Presidente antes de bajar la cadenita del excusado y mandar a su sitio de origen a buena parte de su entorno que seguro estoy lo engaño en cuanto a las cifras, las cuales también seguro estoy, de haber sido conocidas por usted, lo hubiesen obligado a replantear por parte de usted la estrategia a seguir en este combate.

A todas luces esta derrota no es atribuible a usted señor Presidente, esta derrota inmerecida se la tenemos que agradecer con creces a la falta de eficacia y compromiso revolucionario de muchos de los funcionarios que conforman su entorno, y cuando llamo entorno, no me refiero solo a sus mas próximos colaboradores como lo son los miembros de su equipo de ministros, aquí en este lote entran todos aquellos funcionarios públicos tales como diputados de la AN, gobernadores, alcaldes, concejales, y todos los demás que se instalaron en los diversos entes y organismos públicos, sin una visión clara de que aquí en Venezuela las cosas cambiaron, que ese cambio no solo era al de Republica Bolivariana, si no un cambio de ideas, de paradigmas. La mayoría de estos funcionarios sin un debido adoctrinamiento ideológico que los llevara a entender que los cambios que necesita Venezuela ameritan a su vez un cambio de actitud en todo aquel que aspire el honor de ser funcionarios público y que entienda de una vez y por todas este aspirante, que sus actuaciones deben estar regidas de manera única por un perfil revolucionario y socialista.

Señor Presidente, decía el finado profesor José Angel Arenas en uno de sus últimos programas que lamentaba el hecho de que un funcionario publico llegara a un puesto montado en bicicleta y al poco tiempo se le veía en una camioneta ultimo modelo, decía también, que en su ultimo viaje al estado Apure, apreciaba con tristeza que a pesar de ir transitando por una vía con un pavimento perfecto, la maleza, por falta de mantenimiento, se estaba tragando la vía de ambos lados, no se explicaba el hecho de que ningún funcionario de la administración se percatara del tal hecho y buscara el remedio a la situación, palabras mas, palabras menos. Quiso dar a entender este ilustre venezolano, que la gente, que toda la población afecta y desafecta a nuestras ideas, se da cuenta de las cosas que no funcionan, que la dinámica actual necesitaba de funcionarios con capacidad para dar soluciones no solo a los problemas cotidianos, sino a prever aquellas situaciones que a la larga acarrearan de seguro un problema que se ha podido evitar.

Señor Presidente me he referido a las observaciones del profesor Arenas, por que encuentro en ellas una parte de la explicación de esta derrota que nos duele a todos los que de corazón si somos revolucionarios.

Esto lo ilustro de la manera siguiente, llamemos a un ciudadano cualquiera Juan Común al que no le gusta participar en la política de manera activa, sin importar sus razones, pero que aprecia las cosas buenas que ha hecho su gobierno, que se siente atraído por el hecho de que haya un cambio de giro en la manera como se maneja el Estado. Pero resulta que ese mismo ciudadano que tiene su casa o apartamento con rejas de alta seguridad, que sale todos los días a las calles maltrechas con su carro, ese ciudadano que se entera por la prensa de como matan a uno de sus conocidos para robarle su carro, ese ciudadano que permanece en estado de paranoia cada vez que se detiene en un semáforo, pendiente de por cual lado será acechado, ese ciudadano que conduce su vehiculo temeroso de no ser una victima mas de los locos del volante que circulan impunemente por todas nuestras carreteras y autopistas desprovistas de una autentica vigilancia que funcione las 24 horas, pues el trafico automotor jamás deja de fluir, ese mismo ciudadano que permanece horas de su vida sentado tras el volante de su carro gastando su tiempo y su vida en las interminables trancas de nuestras ciudades mas importantes, sin que se le brinde una oportuna respuesta a esta problemática, ese mismo ciudadano que por mas que intente acceder a la pagina Web de la ONIDEX para poder conseguir la cita de su anhelado pasaporte y que frustrado tiene que pagarle a alguien que por razones inexplicables y mágicas si puede acceder a esa bendita pagina, ese ciudadano que va a muchas dependencias publicas para algún tramite y no ve la diligencia de un funcionario revolucionario en ellas, sino la actitud de quien hace de mala gana un favor, ese ciudadano que es cualquiera, que hasta pudiera ser alguien con una tendencia opuesta a nuestro proyecto, pero que no puede ser ciego ante los avances que sobre todo en materia económica hemos tenido y que por esa razón voto por nosotros en el pasado. Ese ciudadano señor Presidente nos ha castigado hoy con su indiferencia, con la misma indiferencia que el percibe por parte de funcionarios que no lo ayudan a el a resolver o a alivianar los problemas que lo aquejan. Ese ciudadano tuvo hoy la oportunidad de abofetearnos para que reaccionemos, y esa bofetada tiene que ser una campanada de aviso a todos los que apoyamos este proyecto político que usted lidera. A mi de manera particular de nada me sirven las explicaciones de los mas sesudos analistas que dirán que se perdió el referéndum por que al elector se siente mas motivado por las elecciones presidenciales, y un sin fin de idioteces que ni a ellos mismos convencen, en mi humilde razonamiento señor Presidente, estimo, que se perdió el referéndum por que si bien es cierto que es usted el hombre mas comprometido e incansable que posee nuestro bando, no es menos cierto que su trabajo se vio torpedeado por la ineficacia de centenares de nuestros funcionarios y salio usted a volar alto como siempre lo hace pero con plomo en las alas.

Convendrá entonces usted, que este ciudadano al que llame Juan Común, tiene motivos como para ser indiferente al llamado que a través de nosotros hizo usted señor Presidente, para votar por su propuesta.

Sabe usted, yo me preguntaba, siendo estudiante de la carrera de Derecho y por ello con cierta habilidad para analizar el texto propuesto por usted, de que manera le explico a este ciudadano Juan Común, (que vive a diario alguno o todos los escenarios antes descritos, el mismo que ha perdido a un familiar a manos del hampa desbordada, el que ha sido victima de un robo o atraco y que ve como su victimario anda libremente por las calles, ese Juan Común que no ve en los funcionarios a los cuales acude el mismo compromiso que lo caracteriza a usted señor Presidente) la conveniencia de votar por su propuesta de reforma, créame que hice mi mejor esfuerzo, créame que antes de vender el producto lo analice a fondo para creer en el, enamorarme del mismo y ofrecerlo con toda mi pasión y vehemencia, acudiendo a los ejemplos mas simples, como si tratara de hablar con niños de 5 años en un lenguaje sencillo, coloquial a veces para no espantar a los temerosos del lenguaje jurídico, créame señor Presidente que hice mi mejor esfuerzo, pero no le supe corresponder con un resultado satisfactorio, por eso le pido mi mas sincera disculpa, desde lo mas hondo de mi corazón, en el cual no hay mas que tristeza y desilusión, pues como ya no soy tan joven, veía en esta propuesta la posibilidad de tener aun vida para ver a mis hijos y nietos obtener el fruto de la semilla que sembrásemos hoy.

No será hoy, ya lo dijo usted no será "Por ahora", pero creo que muchos de los que lo acompañan que dicen ser revolucionarios, señor Presidente, por una parte señor presidente no se enamoraron del proyecto de reforma, y por la otra, aunque lo hicieran, sus gestiones dejan mucho que desear y se alejan mucho de lo que debe ser ese funcionario todo terreno y siempre presto a resolver problemas que el país necesita, que el proyecto revolucionario de Bolívar, proyecto encarnado en usted, necesita.

Yo desde mi humilde óptica señor Presidente le recomendaría que hiciera, como lo hacia al comienzo, visitas relámpago y sin aviso previo a las distintas ciudades de nuestro país, a instituciones hospitalarias, dependencias ministeriales, para que vea como funcionan en la realidad real, no la que le informan a usted y lamentablemente por el gran cúmulo de tareas y obligaciones que tiene, da por hecho su eficacia. Tome por ejemplo palpable a las llamadas ciudades satélites como pudiesen ser Guarenas o Guatire, llegue sin aviso y recorra usted mismo cualquiera de las avenidas y calles, las elegidas por su instinto, no aquellas que pintan los alcaldes y las medio barren para que por donde pase usted luzca bonito, eso se hacia en la cuarta señor Presidente, eso no se lo merece, usted vera por ojo propio que Juan Común no quiere una vuelta al pasado, pero ante la imposibilidad de hacer nada, solo le queda pagarle con una indiferencia que usted en honor a la verdad no se merece.

Le recomiendo también que analice, seguro que no me anticipo a nada, pues usted ya lo pensó, como pequeños detalles como el desabastecimiento de rubros básicos como la leche entre otros, perjudico a la propuesta que hoy nos fue negada, analice si el malestar de los cientos de compradores haciendo colas por horas, no solo en Mercal, sino en cualquier comercio que se conociese en poder del preciado producto, colaboro en esta derrota. Estas ideas que le he expuesto señor Presidente, son como dice usted, ideas que he lanzado al aire. Otras ideas sobre las que usted puede trabajar y que seguro lo hará, es en el análisis de los talleres de formación ideológica, en el seguimiento a las cooperativas y pequeñas empresas que al ser favorecidas con un crédito, asumen en buena parte la actitud de capitalista, analice que pasa con nuestros movimientos estudiantiles, analice que pasa con nuestras redes de inteligencia social que no parecen nunca tener la capacidad de hallar a los quinta columna saboteadores y enquistados en cualquier cantidad de organismos públicos.

Una de los logros de la revolución señor Presidente es sin lugar a dudas el haber despertado al pueblo, ese pueblo al que usted le enseño que tiene derechos, es el mismo pueblo que ahora exige a todos los que conforman la administración publica y a todos los entes y Organismos del Estado eficacia, diligencia, efectividad, probidad, honradez y todas las demás virtudes que tienen que avalar a un funcionario publico, este pueblo ahora exige, y en esta ocasión nos castigo con su indiferencia, trabajemos pues todos los que creemos en este proyecto para que la próxima vez no sea con su voto que nos castigue, el 2012 esta a la vuelta de la esquina.

Para finalizar le comento que no me cabe la menor duda señor Presidente de que obro una conspiración en su contra para que la propuesta no se aprobara, y esa conspiración de la que le hablo tiene dos vertientes, la que venia dirigida desde Washington llevada a cabo por apatridas, y una que venia desde adentro, de aquellos que son y no son, de aquellos nada tenían y ahora tienen, de aquellos que vieron en peligro sus intereses personales. Son mas de un García señor Presidente, son mas de un Baduel señor Presidente, cuando usted menee la mata, ya lo vera, caerá mas de uno, no por madurito, sino por estar podridos por dentro y por fuera.

Ahora más que nunca señor Presidente, se hace necesario que nuestros objetivos sean Patria, Socialismo o Muerte… Y será necesario y obligatorio el Vencer. No es solo nuestro destino que esta en juego, es de de toda la América Latina. Esto ultimo lo comento pues esta victoria pichirre que consiguió el NO, no será analizada por ellos en su justa dimensión, ni será administrada por ellos tal como usted acertadamente les recomendó, mañana saldrán envalentonados, sobredimensionando su victoria y en pos de su próximo objetivo que no es otro que salir de usted por cualquier medio y dar con ello al traste con todo el sueño libertario de un continente.

Se despide de usted con un saludo afectuoso y de apoyo…Esta noche fue larga, son ya las 6:00am

jesuselima@gmail.com



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Jesús Enrique Lima Rivas


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