Después de nuestra pérdida y del bla, bla, bla por todos lados, nada ha cambiado. Tascón es el único diputado de la asamblea nacional cuya expresiones permiten asegurar que bajo de las nubes, aceptando su culpa. El resto, la presidenta de la asamblea nacional, el diputado Carlos Escarrá, tienen una arrogancia en sus expresiones, “tenemos que bajar al pueblo, haber que paso. Quizá, quizás, nos equivocamos”, sus expresiones denotan superioridad, petulancia, egoísmo. El mismo Chávez se esta equivocando internamente en sus estrategias, también nos gusta el Chávez estadista, metódico, cauto, táctico, con su misma personalidad, con su misma forma de ser. No el acelerado, osco, culpando al pueblo. Usted es un empleado de la revolución presidente Chávez, con el respeto a su investidura y a su calidad de líder, que por ahora esta vigente en el pueblo, en los pueblos de la América socialista. Necesitamos el socialismo regional, necesitamos el socialismo en Venezuela, necesitamos de su liderazgo, hágale caso a su pueblo, no se siga equivocando, la masa lo único que ha visto es la viga capitalista que siempre nos a caído encima. En su gabinete presidente hay leales ineptos y son los culpables del no.
El pueblo, nosotros, digo nosotros por educación y solidaridad, mas que integrados profundamente en la característica personal del socialismo que queremos construir, mantenemos relaciones superficiales y parciales con la revolución. Nos interesa solamente su eficacia, en cuanto satisfaga nuestras necesidades, en cambio, nos tiene sin cuidado el aporte nuestro en el colectivo. Esto significa que nuestras relaciones son de mero interés en la revolución, interés limitado por la individualidad. Consientes o inconscientemente definimos funcionalmente nuestras relaciones con nuestro compañero, camarada, es una palabra que nos quedad muy grande, mientras no nos interesemos por los problemas domésticos del prójimo, del vecino, del vecindario, de la parroquia, que son en términos generales nuestros sueños, esperanzas y frustraciones, seguiremos asumiendo el papel de bla, bla, bla.
Los programas públicos del oficialismo, los medios de comunicación del gobierno, este programa de la tarde donde actúa Aristóbulo, la señora Pili, la otra señora Mili, me pregunto ¿no habrá gente el pueblo que inviten? Amas de casa, padres de familia, lideres vecinales, da la impresión que la soberbia, la arrogancia también esta afectando estos espacios, y esta no es una conclusión popular, porque a la gente ya no le importa, realmente son espacios utilizados para el bla, bla, bla, sin argumentos, compresión revolucionaria, con poca razón, muchísimo mas interesante es leer Aporrea, un punto tocado por centenares de miles de personas con alma, preocupación y convicción socialista.
En cambio, los funcionarios, los medios que promueven la revolución, lo hacen por la limitación de sus intereses, por la limitación de su conocimiento de la izquierda social y por el concepto del socialismo atrasado a la época, lo peor es que es un socialismo sacado de su propia individualidad. Mientras queden bien con el presidente, poco les importa si el pueblo cree en Dios, si es revolucionario, si hay leche, si las entidades públicas se manejan con eficiencia, prontitud y amabilidad. Hacen del socialismo lame perro su día a día, por los intereses que persiguen. Entiendan el socialismo es pueblo, es masa, no de un puñado de engreídos que creen que ya todo lo saben por que han sido funcionarios o son funcionarios. Están haciendo mierda la revolución. Venezolana de televisión tiene que crear espacios para debatir públicamente con toda la sociedad, no puede haber socialismo si no existe unión, no puede haber socialismo sin soberanía alimentaria, no podemos seguir con una economía de puertos. No hablo de seguridad alimentaria, hablo de soberanía, de autonomía, de independencia, no podemos permitir que nuestra alimentación este en manos de países amigos, mientras eso siga ocurriendo no podemos hablar de auto determinación.
Los funcionarios de gobierno y los periodistas que creen ser comunicadores sociales, no son ni comunicadores, ni son sociales. Aquí existe dos tipos de periodismo los que critican todo lo del gobierno, y los que intenta hacer creer que todo esta color de rosa.
No pueden seguir siendo eficientes y oportunistas con una persona y un despacho, el pueblo es lo que cuenta. Por supuesto que necesitamos de Chávez, eso no está en discusión. Pero ya basta de tanta pleitesía al presidente, al jefe de aquí, al de allá, al de más allá, aquí todo mundo quiere ser jefe, pleitesía desmesurada, atenta contra la dignidad personal y revolucionaria. Con esta actitud estamos haciendo de Chávez un caudillo, la gente que le rodea no le aporta políticamente, e ideológicamente por ende éticamente. El mismo se quejo en varias oportunidades, si no por fuera de los alo presidente muy poco se conocería de su gestión, lo están quemando, desgastando, no puede abarcar todo. El burocratismo esta matando la revolución.
rcpuma061@yahoo.com