Una profunda preocupación cunde en las filas revolucionarias. Una derecha
fascista que fundamenta su accionar en la mentira, la manipulación, el
odio y la violencia acaba de obtener un triunfo, que por ahora aleja la
posibilidad de que el líder fundamental del proceso continúe al frente
del gobierno más allá del 2012.
El golpe fue duro y de poco han servido los intentos por minimizarlo.
Ahora, lo que más desmoraliza es ver a un gobierno que pareciera no tener
respuestas a las arremetidas de una oposición que luce envalentonada y
con descaro reta la autoridad del mismo.
Así, así, así es que se gobierna, ha coreado el pueblo en cada
oportunidad en la que el líder presidente ha anunciado que tomará
acciones destinadas a hacer respetar la ley. Sin embargo, la realidad es
que la oposición pareciera no temerle a esos anuncios o lo que es peor,
pareciera estar convencida de que jamás se harán realidad.
¿Cuántas veces se ha anunciado que se expropiarán las empresas que se
nieguen a producir los alimentos y productos que el pueblo requiere?
¿cuántas veces se ha anunciado la expropiación de los comercios dedicados
a la especulación? ¿cuántas veces se ha afirmado que se castigará con
todo el peso de la ley a los que desangran la nación a través de delitos
bancarios?
El pueblo se decepciona día tras día y pareciera que no nos damos cuenta.
No hemos sido capaces de dar respuesta a las agresiones de una oligarquía
que con sus maniobras hace sal y agua el salario de los más humildes y
como si fuera poco, los veja haciéndolos permanecer largas horas en una
cola para comprar un pote de leche o un rollo de papel sanitario.
Todo el trabajo de varios años destinado a transformar el salario mínimo
de los venezolanos en uno de los más altos del continente se perdió en el
2007, la especulación y la inflación nos hicieron retroceder varios años
en lo que a poder adquisitivo se refiere.
El gobierno luce paralizado y carente de ideas. En algunos de sus
funcionarios parece tomar cuerpo la idea de que la revolución ya fue
hecha; mientras que otros parecieran querer vivir políticamente de por
vida de unas misiones cuyos resultados fueron muy buenos pero que
comienzan a deteriorarse ante la mirada indiferente de unos burócratas
incompetentes.
Hace falta una remezón en el gobierno, hacen falta funcionarios
dispuestos a hacer respetar la ley, hace falta carácter, hace falta una
política comunicacional efectiva, hace falta que Vive y TVES sirvan para
algo, hace falta que la Fiscalía General meta preso a alguien, hace falta
destituir y mandar a la cárcel aunque sea un funcionario público, hace
falta crear la policía nacional, hace falta que a Globovisión le pongan
una multa bien fuerte en cada ocasión que viole la ley, hace falta que a
un malandro como a Ramón Martínez lo procesen por atacar y destrozar la
sede de PDVSA en Cumaná, hace falta que por lo menos a uno de esos miles
de comerciantes que cometen delitos cambiarios lo pongan en la cárcel,
hace falta que el INDECU trabaje.
Seguramente más de uno pensará que lo que hemos expuesto nada tiene que
ver con la revolución y que lo que debe hacerse es agudizar las
contradicciones entre capitalismo y socialismo, elevar el nivel de
conciencia revolucionaria, construir el partido de la revolución e
impulsar la creación de un mundo multipolar.
¡Muy bien! mil puntos. ¿y cómo nos mantenemos en el poder sin el
respaldo del pueblo? ¿a qué pueblo le transferiremos el poder si dejamos
que lo maten de hambre? ¿a quién le elevamos el nivel de conciencia si
seguimos permitiendo que Globovisión los envenene y manipule? ¿cómo
impulsamos nada, si permitimos que nos destrocen la economía, nos saquen
al líder del juego y nos impongan una agenda de violencia?
Ya el pueblo nos alertó y nos dio plazo hasta diciembre de 2012 ¿qué
esperamos para comenzar a dar muestras de que entendimos su mensaje?