Algún filosofo de la calle dijo alguna vez, que las derrotas son huérfanas, en claro sentido a que nadie se hace responsable de la misma, sino hasta donde alcance la visión particular que tiene acerca de la connotación o gravedad que está inmersa en el total de la situación. Particularmente creemos que esta derrota porque así lo es, no es huérfana porque nos duele quizás no por los resultados mismos sino por lo que puede pasar en adelante en el seno de la revolución y el destino del presidente.
Nos hemos desgranado los sesos, argumentando con muchas explicaciones sobre las causas de los resultados numéricos del referéndum constitucional, muchas de ellas de gran validez dentro del mundo de lo posible o por aproximación unas más que otras. Ni la oposición esperaba ganar ni nosotros remotamente pensamos en esos resultados, esa es la primera gran verdad.
En un primer análisis no sobre los resultados, sino de todas las argumentaciones esgrimidas, surgen una cantidad inmensa de variables que deben ser corroboradas in situ, es decir pateando la calle, sobremanera en los barrios, por ejemplo en Zulia, Miranda, Carabobo y Área Metropolitana.
Reiteradamente, hemos dedicado tiempo y espacio para referirnos al 60% y 40% que como promedio y para facilitar la explicación, hemos asignado a la relación chavismo-oposición, en tal sentido de dichas cifras se desprende una realidad inocultable sobre ese 40%, si auscultamos en propiedad podríamos fácilmente determinar un porcentaje bastante elevado de las clases D y E, más la población de clase media media o clase intermedia como se quiera llamar, en ese 40%, llegando a la conclusión empírica que las clases altas y ricas de la sociedad giran alrededor del 8 o 10%, qué pasa entonces con el resto, oligarcas no son, ganas de ser burgueses un alto porcentaje, son gente común del pueblo llano, alienados por el sistema a través de muchos años de propaganda e ideología capitalista.
Abordemos ahora el conglomerado que votó por Chávez en las presidenciales y que ahora se abstuvieron o votaron No, he allí donde gira como espada previsional la necesidad de requerir en la medida de lo posible los argumentos para esa decisión, no lo debemos hacer bajo suposiciones de origen académicas o producto de analistas de oficio, se impone una conducta de revisión de la gestión en términos generales, del destino de millones de bolívares asignados por ejemplo a los Consejos Comunales, del trabajo de los batallones y organizaciones sociales, en fin de la estructura total desde el Comando Zamora Nacional, Regionales y locales, de la política de seguridad ciudadana, de los controles de precios y el desabastecimiento, sobre estas cosas hay que escudriñar en los barrios y urbanizaciones populares, buscar la esencia de lo que recorrió mentes y espíritus que actuaron sobre la gente de manera decisiva, hasta que punto la antipropaganda incidió en quienes han acompañado a Chávez en eventos electorales y movilizaciones de calle.
Ahora bien, hecho el trabajo de investigación, porque es necesario y además útil, la tarea gira en torno a una acción envolvente de las fuerzas de la revolución que contenga en primer lugar una gran batida ideológica acompañada de una política organizativa férrea de alcances permanentes. Del lado de la gestión del gobierno, el presidente está en la obligación de evaluar a cada uno de sus colaboradores, como exigencias determinantes de la base, en cuanto a la organización política en nuestra opinión se debe comenzar de cero, es decir realizar otro proceso de inscripciones y elección de voceros, delegados, etc.
La organización necesaria es tarea de todos y todas, el chavismo en la calle a partir de enero evitará las intenciones aviesas de la oposición y se adelantará a todos los planes de movilización con intenciones desestabilizadoras.
Por otra parte y como papel decisivo en esta hora, la política comunicacional debe pasar de lo reactivo a lo creativo, a la carga y a la ofensiva, los medios del Estado deben aupar a la gente de la calle, oportunidades de comunicar a los líderes populares y no quitarles el protagonismo bien ganado.
Vayamos a la calle, a decir porque el socialismo y difundir de manera cierta y concreta sus bondades y el humanismo contenido en su aplicación y acción, desnudar las mentiras del capitalismo, del imperio norteamericano y sus lacayos y serviles internos. Enhorabuena a todos y todas los revolucionarios que aceptan que la lucha no es solo de hoy, sino de todos los días y para siempre.