Nosotros, miembros de diversos Batallones del PSUV del estado Nueva Esparta, nos dirigimos al compatriota Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, comandante Hugo Chávez Frías, a fin de revelarle inquietudes y planteamientos que se hacen impostergables a la luz del resultado del referéndum constitucional del pasado 2-D.
Desde diciembre de 1998 se han producido avances en nuestra sociedad al impulso de un gobierno que rescató en buena parte la soberanía del Estado venezolano y ha tenido como norte la inclusión de las mayorías olvidadas y humilladas durante demasiado tiempo. No son pocos los obstáculos enfrentados y es que la derecha reaccionaria y financiada directa e indirectamente por el gobierno estadounidense lanza sus zarpazos una y otra vez, de manera artera, con la mayor impunidad. Solo la actitud de un pueblo que recuperó su autoestima ha podido evitar que naufrague el proceso revolucionario, bolivariano y socialista.Pero dentro del proceso existen contradicciones que a estas alturas no pueden ser calificadas como menores, que se vienen exacerbando en el tiempo y no debemos silenciar. El peor daño que ha hecho la oposición ha sido lograr que vicios de la cuarta república se mantengan incólumes en la quinta, acentuándose en algunos casos: el burocratismo, la corrupción, el doble discurso, el irrespeto al ciudadano común de manera cotidiana.
Camarada Presidente, nos causa desasosiego observar como la fundación de un partido para consolidar la revolución se trastoca en un pasaporte para que pillos, oportunistas, renegados y corruptos ocupen cargos y funciones con una desfachatez y desparpajo indescriptibles. Observamos con preocupación como prácticas que envilecen el alma son utilizadas por "dirigentes" que se hacen llamar "chavistas duros": la extorsión, el tráfico de influencias, la intimidación, la desnaturalización del proceso revolucionario.
En cuanto al proyecto de reforma constitucional, coincidimos, camarada comandante, en que quizás no se escogió el momento estratégico adecuado.
Pero también evaluamos a alcaldes y funcionarios que de manera intencional abandonaron la labor de promover la conciencia y el autogobierno de las comunidades, para sustituirla por la militancia del bozal, de la amenaza (la directa y la subliminal). La mayoría de los alcaldes bolivarianos no cumplió las metas esperadas de ellos. Fueron en extremo pasivos, por no decir del todo inactivos en la campaña. Algunos piensan que su comportamiento se debió a no estar conformes con la reforma constitucional, sin embargo esta explicación constituye una forma simplista de salir del paso para evadir la verdadera razón de su conducta. Dichos alcaldes solo participaron en los actos de campaña llevados a cabo directamente por el Presidente de la República. La razón: ¡Miedo al pueblo…! El hecho de que estos funcionarios municipales se auto deslegitimaran frente al pueblo a través de su mala gestión determinó su conducta anti-referendo; es decir, no fueron capaces de pararse frente al soberano y exigir un momento de atención para el estudio de la propuesta de reforma constitucional o de activar campañas directas y permanentes dentro de las comunidades. Temieron el desprecio de quien los eligió, su propio pueblo, el mismo que ellos han abandonado y lanzado a la miseria, haciendo caso omiso de sus necesidades. Comentario aparte merece la actuación del Comando Zamora a nivel regional: triunfalismo, burocratismo, sectarismo por una parte y oportunismo por otra, dándole figuración a lo peor de la esfera pública regional.
Asumimos la responsabilidad que nos corresponde en esta coyuntura, y le pedimos a usted muy respetuosamente, camarada presidente, reflexione oportunamente. En una reunión hecha recientemente un camarada de La Asunción nos manifestó que soñaba con el día que Chávez llene el Poliedro de gente, para que usted tenga la oportunidad de escuchar lo que el pueblo tenga que decirle, manifestando de esa manera la inquietud que tenemos. Da la impresión que se encuentra secuestrado por su entorno, que con la excusa de darle seguridad lo aleja de la gente. Quisiéramos saber, por ejemplo, si ese joven que hace meses denunció en Aló Presidente que a usted lo tienen engañado, y que usted calificó públicamente como infiltrado y contrarrevolucionario, fue verificado como tal, porque muchos de nosotros nos sentimos identificados plenamente con él.
Creemos, compatriota presidente, que es tiempo para reflexionar entre todos, es hora de escuchar, de rectificar; el momento y las circunstancias lo exigen, usted mejor que nadie sabe lo que está en juego. Al contrario de lo que cree o anhela la oposición, los revolucionarios estamos más comprometidos que antes con el proceso venezolano, pero exigimos que se nos escuche de verdad, se corrijan errores, se ponga coto a la impunidad y que en el partido de la revolución hagan vida los revolucionarios.
Simón Bolívar insistía en la constante evaluación de su labor con sentido crítico y radical, conducta que todos nosotros deberíamos imitar. Al respecto señalaba: "Es justo y necesario que mi vida publica se examine con esmero, y se juzgue con imparcialidad. Es justo y necesario que yo satisfaga a quienes haya ofendido, y que se me indemnice de los cargos erróneos a que no he sido acreedor (…) Entonces, sabréis si he sido indigno de vuestra confianza o si merezco el nombre de Libertador".
Estas palabras deberían ser el padre nuestro de todos los llamados por el pueblo a dirigir esta revolución.
Tiene usted, camarada Presidente, al pueblo de su parte. Éste
entiende que usted está de su lado, como escribiera un periodista
extranjero en un medio alternativo: "Parece que Chávez fuera el único
infiltrado que tiene el barrio en el gobierno". Pero ese pueblo exige
participar activamente en los cambios planteados, no ser convidado de
piedra, instrumento de uso por unos pocos; los cheques en blanco no
existen, usted logró con el discurso sobre la democracia participativa
y protagónica que así fuera, la revolución es discusión, debate,
confrontación de ideas, sin más limitaciones que la ética, la
solidaridad y la justicia que reclaman el modelo socialista del siglo
XXI.
Reciba el amor de sus camaradas margariteños y nuestros mejores deseos por su bienestar personal en estas fiestas.