A propósito de la nota de prensa: “Venezuela, Mercosur, Israel” (Aporrea 24.12.2007), recibí algunos correos con la pregunta “¿Cómo es eso que Israel ahora puede decidir si Venezuela entra o no a Mercosur?” Mi respuesta fue la siguiente: ¿Qué hizo Venezuela con Colombia por haber firmado el TLC con Estados Unidos? De inmediato anunció su retiro de la CAN (Comunidad Andina de Naciones). Esta decisión de nuestro gobierno fue el principio del fin de la CAN, y con ello la renuncia a convenios y tratados por los aranceles, las asimetrías y todas esas cuestiones que se analizan en la formación de bloques económicos. La apertura al libre comercio (TLC) con Estados Unidos por parte de Perú y Colombia, condenó a muerte a la CAN. La política económica proteccionista de nuestro gobierno quedó en abierta contradicción con el TLC -instrumento al servicio del neoliberalismo- que invadiría el mercado venezolano de productos gringos, sin arancel, utilizando a Colombia como puente..
En el caso de Mercosur, Venezuela no puede denunciar la presencia de Israel, por cuanto no es miembro pleno del club, como si lo hizo en el caso de la CAN. Nuestro presidente, como invitado a la reunión de Montevideo, hubo de presenciar en silencio, sin el bate al hombro y con el arbitro vendido, el estrai que le lanzaron. Fue un mensaje cifrado: o aceptas las condiciones de Mercosur (libre comercio, neoliberalismo) o te quedas fuera. Y cuál es el látigo que le mostraron: Israel. País con el cual nuestro gobierno ha estado a punto de romper relaciones por el genocidio al pueblo palestino, por el ataque e invasión al Líbano, por las amenazas contra Irán, aliado natural de Venezuela por ser miembro de la OPEP, por las agresiones contra los pueblos árabes (Irak), casi todos aliados naturales de Venezuela, por ser productores de petróleo y miembros de la OPEP. Vistas así las cosas. ¿Con quién se va a quedar Venezuela? ¿Con Mercosur o con su política de amistad hacia los pueblos árabes? Este es el dilema. Israel ingresa como quinta columna para instigar la desunión de Sudamérica. La presencia de Israel o de Colombia en Mercosur, es lo mismo que si el TLC se hubiera firmado con EE.UU.
Esa bofetada de los cancilleres y ministros de finanzas de Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay, contra Venezuela, no amerita comentarios. Forma parte del mismo plan de la CIA para crear conflicto entre Venezuela y Argentina por la valija de dólares (Antonini). Ahora el balón está en la cancha de Venezuela que en nueve años no ha obtenido el ingreso, mientras que Israel en tan sólo dos años ya firmó el TLC (venta de armas, su mayor industria; así como de otros productos con arancel del 2% o sin arancel; ingreso de empresas judías; además de su presencia en Mercosur como quinta columna al servicio de la política del imperio para destruir la unidad de los países sudamericanos, etc.) ¿Qué explicación hay para que cancilleres y ministros de Mercosur le tendieran esa trampa a Venezuela? ¿Hasta dónde llegará la amistad de Cristina Fernández con el financiero argentino / israelí, Enrique Eskenazi?
Está bueno ya de expresiones de buena voluntad. ¿De qué ha servido el envío de petróleo, o la compra de bonos a Argentina, etc, para que salgan ahora con semejante despropósito? Una bofetada en pleno rostro.
Venezuela debe concentrar todo el esfuerzo en el Banco del Sur, Petrosur, Telesur, Unasur. Y así poder decir con la mayor dignidad !Chao Mercosur! ¡ahí nos vemos!!! Quédate con Israel, país que no acata las resoluciones de la ONU; y comete con los pueblos vecinos los mismos atropellos que ellos condenan del nazismo.
Por decir estas cosas aplicarán el chantaje del antisemitismo, escudo que utilizan para cubrir y pretender justificar sus fechorías y genocidio permanente contra el pueblo palestino. Quosque tandem Catilina!!!
leonmoraria@cantv.net
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