Las relaciones entre Colombia y Venezuela llenan un espectro cotidiano de múltiples conexiones. Su extensa frontera común, la diversidad de sus puntos de contacto, las semejanzas culturales en ellos, la complejidad del tejido social que allí se ha formado, son otros tantos datos que se agregan a la intensidad y complementariedad del comercio, la circulación de bienes, servicios, personas y materias primas que contribuyen a la marcha diaria de los aparatos productivos en la frontera occidental. Más que una línea divisoria, élla es el espacio de soldadura de dos sociedades que se necesitan. Colombia y Venezuela son los dos Estados más importantes del área andina. Sobre ellos, como sobre la región, pasa hoy la tragedia de la crisis de la formación económica y social del capitalismo dependiente. El conflicto social e histórico arrastra a sociedades y Estados hacia puntos de colapso. Venezuela ha logrado encontrar una vía democrática para iniciar transformaciones radicales de sentido social y político que por más de sesenta años el pueblo colombiano anda buscando.
El Proceso Revolucionario Bolivariano ha logrado superar hasta ahora los intentos desesperados de las clases dominantes y del imperialismo por aplastarlo. El Encuentro Mundial de Solidaridad celebrado con posterioridad al efímero Golpe de Estado, derrotado por la movilización popular y la actuación eficaz y oportuna de nuestra Fuerza Armada bolivarianas, dejó reflexiones útiles y profundas sobre el significado del “chavismo”, con relación a los cambios introducidos a través de leyes tales como: habilitante; de la tierra; para los pescadores artesanales; por una educación popular bolivariana; de las organizaciones popular emergentes; la recuperación de PDVSA como patrimonio de todo el pueblo y la intervención del Estado en la macroeconomía (particularmente en lo que se refiere al control cambiario). Todo ello, se ha tornado en herramientas decisivas para enfrentar la crisis por la vía de fortalecer el proceso ideológico-político y evitar en el mediano plazo, continúe el deterioro de las condiciones de vida del pueblo venezolano.
Más recientemente, todos los programas de tipo social, culturales, de educación, alimentario, del trabajo, de la vivienda social y popular, del transporte, de lucha contra el analfabetismo, del impulso del cooperativismo, la cogestión; de apoyo a los pueblos hermanos con base a una nueva visión del rol que sobre estos temas el petróleo debe jugar, como instrumento de liberación nacional y Continental
Al respecto, la oligarquía colombiana (que detesta lo que está pasando en nuestro lar, pues sería un mal ejemplo en su propia realidad), decidió tomar parte en el asunto y por ello, bajo instrucciones precisas de sus amos del norte (primero en el marco de la visita impectori que realizara el presidente de la nación más poderosa del mundo, posteriormente ratificada con la inspección que hiciese el ex presidente Aznar), donde obligan a Uribe de continuar en la línea de acusan al Comandante Presidente, Hugo Chávez, de aupar el terrorismo internacional y la insurgencia colombiana; o como intentaron al reputar a nuestro embajador, de realizara actividades calificables de intromisión en los asuntos internos de la patria de Santander; cuyo pueblo por más de 50 años, ha enfrentado los planes de la burguesía internacional y la oligarquía interna, quienes coincidentes con sus homónimos venezolanos y de la región pues son parte de los planes tácticos y estratégicos del imperialismo en contra de nuestros países.
El problema actualmente es tan grave, que ni siquiera la situación es ser señalado de comunista, en una cacería de brujas histérica como en el pasado de la “guerra fría”. El problema, es que hasta los nacionalistas moderados son considerados hoy, enemigos del “progreso” que promueven los neoliberales mentores del globalismo en nuestro Continente.
La campaña mediática (acá y allá), habla del "santuario de la guerrilla" y de las relaciones de éstos con nuestro país y el Gobierno Revolucionario, lo que le daría luz verde, en el marco del Plan Colombia y Andes 2020, como lo hicieron también en Centro América y otras regiones del planeta, a los grupos paramilitares; quienes no obstante estar presuntamente siendo “desmontados”, la verdad estarían autorizados y avalados (bajo figuras distintas de las utilizadas por las AUC y demás grupos paramilitares), para realizar "persecuciones en caliente" incluso en territorio Venezolano, con el propósito manifiesto de provocar incidentes que afecten las inmejorables relaciones bilaterales colombo venezolanas.
En ese sentido e inscritos en la misma estrategia y táctica que avalan la guerra de baja intensidad norteamericana en nuestros países, voceros de la derecha venezolana atizan argumentos parecidos procurando alentar a sectores de la FANB, para que se sumen a sus planes desestabilizadores y afectar negativamente el gobierno legítimamente constituido del Presidente Hugo Chávez. La orden sería, presionarlo para que negocie; sobre la base de que a todo evento debe doblar la cerviz y también, desmoralizar al Pueblo mediante actos terroristas si es preciso, al igual que ocurre en Colombia. Ejercicios como la “Operación Mayo” sería activados una vez Bush abandonó la Región, si no obtenía resultados acordes a sus aspiraciones. Los cambios de embajadores allá y acá son reflejo de esa necesidad táctica para concretar los planes estratégicos. Es por ello que en Venezuela, cuando el lacayo Carmona (títere de Tío Sam, los grupos de la derecha mayamera y sus aliados internos), no pudo cumplir con la misión encomendada, inmediatamente pasó a gozar de un “exilio” made in USA.
Nuestros pueblos y su vanguardia política, entienden que el avance exitoso del Proceso de Cambios que ocurre, marca un rumbo y un ejemplo. Los enemigos que conspiran contra la soberanía venezolana y colombiana son los mismos agentes. Esos, que representan los intereses del intervencionismo militar en nuestro Continente. Aquellos, que añoran la bota opresora y rezan para que un “Pinochet” de nuevo cuño emerja en la Patria de Bolívar.
En ambos países como en el resto del Continente, es rechazado el modelo neoliberal y fascista que buscan imponernos a través del FMI y otras instancias financieras como el BM o el BID. En fin, frente a los intereses amenazantes del imperio y también de cara al futuro de la integración latinoamericana y de los pueblos, seremos un Solo Pueblo Unido.
Esta idea, nacida de la razón y de la historia, nos llama a abrir los ojos frente a los intentos conspirativos que se ciernen. No debemos permitir por tanto, que la desinformación planificada desde los laboratorios de la guerra sucia (e impulsada a través de los agentes de la comunicación internos), continúen pretendiendo asociarnos al “terrorismo internacional” a la vez que, vincular a los prohombres del proceso, a presuntos “agentes demoníacos” (algunos de los cuales son hijos putativos de USA), dizque contrarios a los valores del mundo occidental y judeo cristiano. Intentan procuran con ello, que los factores de poder mundial (incluso los que se mantienen “neutros” o aun no fijan posiciones definitivas), e instancias de decisión internacionales, inclinen drásticamente la balanza en función del proyecto económico-político de dominación planetaria impulsado por el club de los neoliberales.
Frente a todo ello, será interesante observar como va a discurrir el proceso político colombiano a la luz de la intervención del Líder de la Revolución Bolivariana quien indefectiblemente juega –quiéranlo o no- un importante papel de mediación a los fines de la liberación unilateral de rehenes por parte de las FARC; evento que como todos sabemos, fue una “bofetada” política al jefe del Estado Colombiano y sus mentores transnacionales por haber saboteado primero la política de “buena vecindad” del Presidente Chávez (realizada en el marco del proceso comicial refrendario del 02 de diciembre donde apostaron al triunfo de la opción del NO), y ahora -a criterio de ellos- temporalmente contenido el proceso socialista que se gesta en la Patria de Bolívar, se permiten aceptar la mediación para sacarle “provecho” a una situación política que en paralelo está siendo monitoreada por la comunidad internacional incluida la sociedad norteamericana quienes aspiran que los tres ciudadanos de esa nación también sean liberados.
Dicho provecho consistiría en garantizar que de todo esto surjan las condiciones mínimas para que el “hombre” fuerte de los gringos en Bogotá se mantenga en Nariño ya que él sería garante de la continuidad a los fines de los planes hegemónicos de USA en la región, con pivote en el país Neogranadino.
Al respecto, ya estaría trabajando sobre la base de garantizar surja un instrumento jurídico de tal suerte que por “clamor” popular se puedan crear las condiciones, incluso, para una reelección indefinida de la antítesis de Chávez.
(*) Politólogo e Internacionalista
Magíster en Seguridad y Defensa
monlan2001@yahoo.com