Compañero errante, ayuda a este indio viejo y vente a librar nuevas batallas.
Habla con Cervantes para que dibuje alas a tu Rocinante para que vueles de la Mancha a mi querida Venezuela.
¡Por favor! trae tus alforjas inundadas de enseñanzas, libros que posaremos en manos extraviadas convertidas en armas que botan fuego, que matan los sueños de los muchachos de este suelo.
Ayúdanos ahuyentar este tormento de morir poco a poco...
al contemplar día a día como matan a los dueños del futuro.
Si Sancho Panza se niega a venir, aquí estoy compañero...
Y si Rucio se queda con su dueño, caminare a tu lado a pesar que en algún momento mis piernas puedan decir basta........
(...) Ya basta de permitir que nos maten la esperanza...
ya basta, de que en cada momento los periódicos nos anuncien la muerte de un niño en manos del hampa.
Ya basta de sentir la impotencia de llorar en silencio por el dolor de esos padres...
Que salga la Guardia para ahuyentar el sufrimiento, que salga la Reserva para secar el llanto de madres, que salga la Policía Nacional para terminar con este tormento.
Que salgan todos en defensa de la vida.
Compañero comandante este Domingo 6 de Enero te veré las 6 ó 8 horas en que le hablas a tu pueblo, en tu Aló Presidente...
Me mantendré firme al televisor, estaré preparado, traeré mi nevera y la cargare hasta la sala, aguantare mis necesidades con mis dientes apretados, para no perderme ni un segundo de tu programa...
Regálale a tu pueblo la noticia de que Melchor, Gaspar y Baltasar...
Saldrán con nosotros a vencer la delincuencia.
Este viejo indio, que en su casi dilatada vida, no creyó nunca en nadie, solo en su comandante...te escribe esta carta acompañado de tu pueblo
Y como nos contaste ayer, tu lees todo...ayúdanos a regalar a nuestros hijos la alegría de crecer sin miedos, para luchar en su mañana por tu querida revolución.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE