Propietario de medios de producción.
- Contrata Trabajadores: CAPITALISTA
- No contrata Trabajadores: PEQUEÑO BURGUÉS
Asalariado.
- Contrata Trabajadores
- Posee conocimiento especializado: GERENTE EXPERTO
- No posee conocimiento especializado: GERENTE NO ESPECIALIZADO
- No contrata Trabajadores
- Posee conocimiento especializado: TRABAJADOR EXPERTO
- No posee conocimiento especializado: TRABAJADOR NO ESPECIALIZADO
¿Para que sirve esta tipología? Para intentar predecir el comportamiento y lealtades de un sector social determinado. Se presume que quien pertenece a una clase determinada actuará de acuerdo a sus intereses de clase. Un ejemplo reciente ilustra el punto: muchos periodistas (asalariados expertos) contribuyeron al esfuerzo para derrocar al Presidente Chávez. Ni el más elemental sentido de gratitud pudo contrarrestar los intereses económicos de los dueños de los medios (capitalistas) y evitar que cientos de profesionales del periodismo fuesen despedidos para compensar las pérdidas de la aventura golpista.
Nótese que, de acuerdo a esta tipología, un micro-empresario es un pequeño burgués. Esta observación sirve para resaltar que con estas categorías no se pretende hacer distinciones morales, ni mucho menos demonizar a nadie. Simplemente se busca predecir el comportamiento colectivo de diferentes grupos sociales.
Tanto la clase trabajadora como los Gerentes son asalariados. Pero existe una diferencia crucial. Los Gerentes Expertos poseen un bien escaso: el "conocimiento". Esto les permite un poder de negociación mayor, que se refleja en un mejor control sobre su ingreso, en su capacidad de exigir, y obtener, mejores salarios.
Así como es en el mejor interés de los capitalistas mantener el control sobre los medios de producción, es en el interés de los Expertos evitar que sus habilidades sean aprendidas por otros y por lo tanto se devalúen. Invitamos al lector a ponderar, a la luz de este análisis, el comportamiento de sindicatos y gerentes de la industria petrolera.
Generalmente los expertos tienden a alinearse más con la clase capitalista que con la clase trabajadora. Recordemos que su condición privilegiada depende en buena parte de su lealtad hacia los dueños de los medios de producción. Esta alineación es más pronunciada en el caso de los Gerentes Expertos, quienes no sólo tienen más que perder, sino que también poseen suficientes bienes y capital social como para aspirar ingresar a la clase capitalista. (La corrupción sirve muchas veces de vehículo para satisfacer esta aspiración.)
Los profesores universitarios caemos en dos categorías: la mayoría somos trabajadores expertos. Como tales tenemos un alto grado de control sobre nuestro ingreso, que normalmente se instrumenta a través del considerable poder político que manejan nuestras organizaciones gremiales.
La segunda categoría es la de Gerente Universitario: rectores, vice-rectores, directores de escuela.
¿Es en el interés de la clase gerencial universitaria reducir la exclusión? Ciertamente no. ¿Para qué distribuir y abaratar el bien escaso que sirve de base a sus privilegios? ¿Para que disminuir su capital social al popularizar sus instituciones? ¿Para qué antagonizar a una clase social a la que miran con deferencia, con la que desean codearse, a la que aspiran pertenecer?
Esto explica la posición política que han asumido las autoridades de nuestras universidades. Y explica la reticiencia a ir más allá de la retórica de la "equidad" y la "pertinencia", de implementar políticas serias para disminuir la exclusión. Más grave aún, explica la feroz oposición con la cual es enfrentado cualquier intento de abrir la universidad a las mayorías.
Explica también, como una siple coincidencia de intereses, la evidente coordinación entre los golpistas de PDVSA y la gerencia universitaria.
Si algún lector todavía tiene dudas, reflexione sobre lo siguiente: entre los privilegios más odiosos, tanto a la perspectiva humanista como a la perspectiva liberal, están los privilegios hereditarios. En algunas universidades todavía se mantiene, después de cuatro años de gobierno revolucionario, la política de garantizar el ingreso a los hijos de profesores y empleados, competentes o no. Sobra decir que un cupo universitario no es propiedad de ninguna autoridad universitaria. Es propiedad del pueblo venezolano.
Y el gobierno está obligado a defender la propiedad del pueblo.
Gustavo J. Mata
29 de septiembre de 2003.