Nadie pone en duda la sabiduría de Benedicto XVI, quien es un prelado con una vasta cultura religiosa, especialista como el que más de los fundamentos históricos doctrinales y bíblicos de la iglesia católica.
De lo que se trata es que algunos medios nos han informado recientemente que el Sumo Pontífice debió suspender una visita programada a la Universidad romana de La Sapienza el 17/01, con el propósito de dictar una charla a sus estudiantes con motivo de festejarse en esa fecha el 705 aniversario de la fundación de tan importante casa de estudios, debido a que éstos se opusieron a recibirlo por considerarlo “oscurantista” por haber asegurado en 1990, cuando aún era Cardenal que, (cito): “en la época de Galileo, la Iglesia permaneció mucho más fiel a la razón que el mismo Galileo”, para agregarle a su insólita declaración, “que el juicio contra Galileo había sido razonable y justo”.
Recordemos que Ratzinger, ya en el ejercicio de su papado, ha tenido dos infelices conductas bien provocadoras. En septiembre del 2006, en la universidad alemana de Ratisbona, de forma indirecta intento señalar y acusar a los musulmanes como seguidores a ultranza de la violencia al referir un diálogo de 1.391 sobre el Islam, el cristianismo y las verdades de ambos entre el emperador bizantino Manuel II y un “persa culto” (señala la información). Dijo el emperador: "Muéstrame lo que Mahoma ha traído de nuevo y encontrarás solo cosas malas y deshumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba". Esta referencia del papa, obviamente, provocó de inmediato la ira de los pueblos musulmanes que hicieron que al día siguiente él se retractara y pidiera perdón.
En su visita a Brasil en mayo/07 generó otro gran revuelo al declararle a los medios que la evangelización del nuevo mundo se hizo en santa paz, olvidándose de lo sanguinaria que fue, tal y como lo testimonia con lujo de detalles Bartolomé de Las Casas. Igualmente, en esa ocasión el papa debió pedir perdón a los pueblos latinoamericanos.
Pero más allá de que el Papa pudiera ser un hombre culto, parece que olvida (?) que la iglesia que hoy dirige institucionalizó la violencia para sostener e imponer la fe cristiana con la "Santa Inquisición" durante casi ocho siglos (XII al XIX), lapso durante el cual se cometieron los mayores crímenes y atropellos contra quienes se les tenía como ateos o seguidores de otras corrientes religiosas o, lo peor, a quienes se atrevían a poner en duda o a cuestionar los fundamentos teóricos del orden establecido en cualquiera de sus manifestaciones y que significaron cientos de miles de víctimas, como ocurrió con el médico español Miguel Servet (1511/1553), quien por haber descubierto que la sangre circulaba por las venas, fue condenado a morir en la hoguera.
oliverr@cantv.net
