La dirigencia de la iglesia católica ha marchado siempre en
dirección contraria los intereses de los pobres de la tierra, asociada
al poder material y político de la dominación imperial en todas las
épocas. No importa quien represente al sistema dominante, Hitler,
Mussolini, Pinochet, Strossner o Bush; no importa si han escalado el
poder falseando elecciones o masacrando a sus pueblos, allí esta,
siempre a la orden, la cúpula de la iglesia católica al lado del
déspota opresor.
Alegan los fariseos de los ropones negros, que la iglesia considera
que todo poder es obra de Dios (Francisco Franco dictador por la
gracia divina) y que por lo tanto la iglesia hace abstracción del
componente político y asume una posición institucional en la
gobernabilidad de los regimenes oprobiosos. Sin embargo, esa salida
rebuscada se cae por su propio peso, cuando se trata de gobiernos
populares o revolucionarios, la iglesia "olvida el divino mandato" y
se lanza frontal a conspirar contra el poder popular.
Conocido es el acontecimiento del terremoto durante la gesta
bolivariana y como el obispado caraqueño trató de manipular el
acontecimiento telúrico, al declarar que el terremoto de 1.812, era
un "castigo de Dios por las acciones del Libertador contra el imperio
español, a lo que el Libertador respondió sobre las ruinas del
monasterio de San Jacinto con la celebre frase: ""Si la naturaleza se
opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca"
En el Diario de Bucaramanga Simón Bolívar discurre "… ¡Ah sacerdotes
hipócritas o ignorantes! En estas dos clases los pongo a todos: si
están en la primera ¿Por qué el pueblo se deja dirigir por unos
embusteros? Y si están la segunda ¡Porque se dejan conducir por unas
bestias? Conozco muchos que me han dicho: soy filósofo para mí solo o
para algunos amigos pero sacerdote para el vulgo. Profesando tales
máximas digo yo que dejan de ser filósofos para ser unos
charlatanes"….
Pero ¡que imprudencia todavía por parte de nuestros
charlatanes sagrados! No puedo acordarme sin risa y sin desprecio del
edicto con que me excomulgaron a mi y a todo mi ejercito los
gobernadores del arzobispado de Bogotá. Drs Pey y Duquesne el día 3 de
diciembre del año 14, tomando como pretexto que yo venia a saquear
iglesias, perseguir sacerdotes. Destruir la religión, violar vírgenes
y degollar hombres y niños; y todo esto para retractarlo públicamente
con otro edicto, en el que en lugar de pintarme como impío y hereje
como en el primero, confesaban que era yo un bueno y fiel católico.
¡Que farsa tan ridícula y que lecciones para los pueblos, nueve o diez
días de intervalo hubo entre aquellos dos edictos: el primero se dio
porque marchaba sobre Bogotá por orden del congreso general y el
segundo porque había entrado victorioso en aquella capital"…
La historia es terca y se repite, ayer Bolívar, hoy Chávez, ayer el
imperio español, hoy el imperio Norteamericano, la misma lucha, los
mismos enemigos enviados del diablo, con su violador en la nunciatura
y la Conferencia Episcopal al servicio de los enemigos de la patria..
rafaelurdanet@gmail.com