Nos exponemos (y nos embarga un sentimiento de orgullo si fuese así) a que se nos tilde de extremista. Y asimismo, instalados en la acera de enfrente, -calle de por medio- de anti-norteamericanos y anti-ingleses. Dejando en suspenso la otra calificación peligrosamente identificada con lo reaccionario y perfectamente adosada al posicionamiento ideológico e involutivo de algunos “estados modernos, liberales, desarrollados , y democráticos.”
Como todos sabemos, xenofobia traduce el sentimiento de odio, desprecio, hostilidad, etc. hacia el extranjero. Y asimismo; ciudadano, -subsumido en el concepto de soberano-, traduce al sujeto natural con subordinación con un todo al que pertenece. La Sociedad. En nuestro caso; y en función al derecho: El marco constitucional que sustenta al estado Venezolano.
Resulta axiomático; y asimismo pertinente, obligante, urgente y necesario. Que abordemos sin antifaz; sin posturas de falsos humanismos e hipócritas posturas. La ineludible y franca discusión del problema de algunos extranjeros nacionalizados en nuestro país. También; discernir sin maniqueísmos el contenido humano, conceptual, ideológico, político, solidario, económico, que esta trashumancia acarrea en aportes o desmedros para el surgimiento de economías emergentes; -lo cual consideramos aplica al caso nuestro-. Descifrar por ejemplo: si es oportuno y sensato para el desarrollo de nuestro país, continuar en la construcción de costosas edificaciones a fin de ubicarlos y asimilarlos en las líneas acumuladoras de costos. Léase: compra al mayor y venta al detal de cuanta porquería existe. En vez de, racionalmente orientar esta mano de obra fundamentalmente directa; a segmentos económicamente potenciales de progreso colectivo. Ejemplo: la agricultura, la construcción, la transformación de materias primas. Etc. No es posible; por ejemplo, seguir tolerando la existencia anárquica buhoneril de tanto indocumentado y extranjero, -nacionalizado o no-, que tanto daño hace inmerso en la venta de condones, pantaletas, sostenes, fármacos sin patentes ni control, cerveza, alimentos subsidiado por el estado, frutas, etc. colapsando calles, avenidas y ciudades enteras. Y por otro lado -verdes de la ira-; escucharles argumentar que este es un país de mierda y que hay que ponerle un parao a Chávez en sus pretensiones Socialistas y perpetuación en el poder. Todos estos eventos, sin que exista un pronunciamiento serio, concreto y enérgico por parte de las autoridades.
Aun recordamos. Lo aluvional, dramático, triste y anárquico de los llegados de otras regiones del mundo (Italianos, Portugueses, Españoles, Húngaros, Polacos, Yugoeslavos, Sirios, Libaneses, etc.) que con nitidez imborrable, contemplaron nuestros ojos de adoles
cente acompañado de nuestro padre, funcionario de los muelles de la guaira para aquellos entonces. Llegados y desembarcados de abarrotados buques en total estado de desaseo; rayano en lo putrefacto. Acosados por enfermedades, indefensión y miseria. Bloqueados y angustiados en su mayoría, por la incomunicación idiomática. Y abandonados a la misericordia del noble pueblo Venezolano de los años cincuenta. En fin; dantesco aquello. Ya adulto; -años posteriores-, igualmente observar la invasión de colombianos. Traídos incluso inescrupulosamente, por funcionarios gubernamentales ya corrompidos en los manejos de visas y pasaportes o en el simple trafico de indocumentados. En lo que significo con ese brutal éxodo; que heredáramos sin razón ni concierto un mayúsculo problema político, económico y social originado por la administración de la reaccionaria oligarquía granadina.
En nuestra opinión –y creemos no pecar de hereje- consideramos la pertinencia de señalar; de enfatizar, la necesidad ya no solo constitucional; sino ético-contractual entre otras exigencias; de el nacionalizado honrar, ineludibles deberes morales y de pertenencia para con el país que generosamente le acoge. -En nuestro caso Venezuela-. El de en su cotidianidad mostrar militantemente el compromiso de un comportamiento honorable. El de expresar, acometer, y desarrollar en su actividad diaria la concienciación de que nuestro país es nación de generosas oportunidades de crecimiento personal y colectivo. El de rechazar – por parte de algunos-; su ridícula y pretensiosa tendencia a considerarse seres portadores de un arquetipo -con carga genética europea y otras naciones del mundo-, signado por la excelencia. El descontinuar el estigmático y crematístico empeño de visualizar a nuestro país como fácil botín de oportunidades y explotación circunstancial y nada más. Insistimos que es de obligado compromiso; por parte de los extranjeros nacionalizados en la patria de Bolívar -Sacra memoria que la mayoría de estos seres inmersos en nuestra sociedad no honran- (Como trago amargo; me toco rescatar un cuadro de Simón tirado en un cuarto de basura en unas instalaciones de empresa de “Italo-Venezolanos” radicados en la Yaguara ; dedicados a la comercialización de carne de reses y embutidos. Figurando el mismo actualmente sereno, venerado e infinitamente grande; en la sala de mi apartamento) someterse imperativamente al principio moral de la lealtad para con el estado que generosamente no obstante la herencia de numerosos problemas cuarto-republicanos; aun vigentes -y que la mayoría de ellos alcahuetamente apoyaron en su génesis-. Les abrió y les abre las puertas.
Muchas; pero muchas veces: numerosos y de diferentes estratos sociales. Extranjeros nacionalizados, han traicionado groseramente, los requisitos morales que en párrafo anterior apuntamos como de ineludible e irrenunciable punto de honor. Siendo el caso y como testigo de excepción al igual que muchos compatriotas, que al contemplar aturdidos, atónitos y sorprendidos; con profunda rabia y dolor -Ante la presencia de un Estado permisivo y blandengue, que no reclama ni sanciona- como se concertaba el contubernio
de algunos extranjeros nacionalizados con la derecha fascista. Como hacia acto de presencia y se apoyaba; la felonía asesina y apatrida como respuesta a la ausencia de gratitud, de un sector involutivo y vil para con un país generoso que les ha dado todo. Los acontecimientos del golpe de estado. Destrozos a los Bienes de Capital de PDVSA; -no
solo por parte de venezolanos de nacimiento-. De los paros que desangraron la economía del país. De las guarimbas. De los desabastecimientos alimentarios por acaparamiento
o, su no oportuna distribución. Del financiamiento a lo mas cloacal e inmoral de la derecha Venezolana. Los marca. Los afrenta en sus escabrosos comportamientos desleales para con “su país por adopción . ”
Cuando expresamos nuestro pensamiento de manera oral o a través de la configuración de caracteres, en un ordenador; ya siendo obsoleta la construcción de nuestros escritos a mano alzada. Se hace presente nuestro posicionamiento teórico-practico. Mostramos sin rubor ni dubitaciones, nuestra trinchera ideológica. Y exponemos; -a fin de no permitir canallas calificaciones- que aprendimos a amar sin enfermizos nacionalismos a nuestro país desde niño. Cantar orgullosos el Gloria al Bravo Pueblo, y a pintar a Simón montado en su caballo. Nos abrazamos con Bolívar. Hurgamos en la historia; y dolorosamente nos enteramos de la traición de Páez. Conocimos del deshonor, la perfidia, la felonía, lo artero y lo venal del nauseabundo y fecal Francisco de Paula de Santander; -llaga purulenta de la otrora gloriosa Gran Colombia- y carga genética quizás inicial este sujeto, de la podrida y actual narco-oligarquía Granadina. De igual manera; nos asomamos a Marti, a Sandino; -glorioso general de hombres libres-. A Mariategui, etc. en sus búsquedas y afanes libertarios. Y adicionalmente; -haciéndonos ñangara-. Con disciplina y profundo respeto, acometer el acercamiento al complejo, sorprendente y exigente ejercicio intelectual, de pretender inteligenciarnos en la obra del penetrante y visionario binomio del talentoso Marx; y el culto y generoso Engels, -a fin de entender la historia protagonizada por los hombres, en el objetivo y dialéctico empeño de captar el mundo sin sacralizaciones ni dogmas-.
Colombia; “La hermana Republica” nos ha acosado históricamente y lo sigue haciendo a placer. Son numerosos sus constantes atropellos, descalifaciones, infamias, amenazas, robo territorial, invasiones, secuestros, asesinatos. Infiltramientos militares y para/militares
Con la manifiesta intención de contribuir a golpes de estado. Ocupaciones fronterizas con características de migraciones operacionales de inteligencia bajo cubierta en áreas sensibles de nuestra defensa nacional. Tal es el caso de nuestros estados: Apure, Táchira y Zulia. Es brutal y letal la simbiosis en donde los simbiontes del otro lado del patio, con sus narco-atávicos perfiles conductuales y marcas patológicamente criminales, imponen en nuestros pateaderos a criollos y comerciantes; por carecer quizás en profundidad de adecuadas y permanentes respuestas a nivel represivo policial. Suficientes recursos especializados de inteligencia (humanos y técnicos) y contundente y masiva presencia de personal militar. Siendo a nuestro criterio aparte de la vía de infantería apoyada con fuegos profundos de artillería. La intrincada, vulnerable y numerosa vía fluvial, y despejada plataforma continental marítima y aérea; -para lo cual es notorio se están preparando- y no acercamientos fronterizos de blindados por su notoria incapacidad para la sorpresa. Por donde potencialmente habrán de sonar los primeros tiros de un conflicto armado postergado desde la independencia; pero presente, real y posible en su inminente amenaza granadina. Ahora instigada, y financiada por los estados unidos en su obcecado empeño de descabezar nuestra revolución y asesinar a su líder como sin escrúpulo alguno hicieron con Gaitan ambas naciones. No es especulativo exponer que tal práctica es la misma utilizada con pequeñas variantes; en la eliminación política y física del Libertador. De allí; que discrepemos de nuestro honorable compatriota y diputado Herrera, cuando en su programa dominical del Kiosco Veras (17-02-08) convoca a no caer en provocaciones. No es un problema de provocaciones; es un problema de realidades bélicas.
En lo pertinente a las demandas y congelación de Activos de PDVSA. Incoadas por la Móbil Exxon. C.O; el espaldarazo ingles, y seguramente el servil apoyo de algún otro estado europeo que apueste al caos. Movimientos estos intencionalmente aupados por la cúspide y administración Busch a fin de auspiciar el terrorismo jurídico y la desestabilización del estado Venezolano. Manifestamos que a la par de sus atropellos. Que a la par de sus rapiñas. Que a la par de sus asesinatos masivos y a mansalva. Surge; como en efecto surge y multiplica, -un arrollador sentimiento de odio colectivo y universal- Es inmoral, falaz, no odiar a quienes inmisericordemente en ejercicio o apoyo velado o no; de potencia tecnológica, bélica y económica. Desmembra, descuartiza al sacro e inviolable templo de la esperanza. Cenit y razón de la civilización: el ser humano. Es aberrante en estos infames estadios de la historia del siglo XXI, no odiar; no denunciar y maldecir, a todos aquellos que asesinan a indefensas criaturas. Que asesinan a jóvenes, hombres, mujeres, ancianas y ancianos. Acicateados por crematísticas y miserables invasiones de piratería. -Ese hacer, es una ofensa al Planeta; y apañarlo o silenciarlo: un
miserable contubernio con el crimen y la sin razón. Estamos conscientes; que seguirá presente lo que nos punza. Lo que nos tortura el alma y el pensamiento en nuestras crisis de incansables búsquedas. Seguirán intactas las extenuantes lecturas y los escudriñamientos. Tercamente seguiremos analizando metodologías. Inagotablemente estaremos inmersos en demoledoras pero fraternales discusiones con templarios de la esperanza, a fin de acercarnos a la verdad y la equidad social. Seguiremos fortaleciendo nuestro imaginario Socialista en la reflexión de pretender descorrer el velo y apartarnos de lo quimérico o lo utópico.
Para concluir; es necesario plantear -a fin de estar en paz con nosotros mismos-, que se equivoca; o hipócritamente miente, todo aquel que argumente que no son los pueblos sino sus cúpulas dirigenciales quienes manejan la responsabilidad de sus ejecutorias ante el mundo. Repetimos; se equivocan; o mienten por demagogia o cinismo.
La mayoría del envilecido pueblo narco dependiente estadounidense e ingles; y algún otro pillo suramericano, aliado y productor de marihuana y cocaína -garantizador de suministros- a fin de apuntalar las patológicas dependencias de drogadicción. Ducho y de rancio abolengo para la trampa y lo desleal. Enajenados, e idiotizados. En perenne éxtasis que les divorcia con la realidad objetiva circundante. Castrados. Acriticos. Banales. Imbuidos en sus hedonismos. Se prestan sin rubor para apuntalar la agresión. Lo inmoral y lo fraticida. Como muestra; léase en la prensa el reciente decomiso en la frontera Tachirense por parte de nuestras autoridades, de un lote de ajos letales para el consumo humano que los “ berracos vea; hermanos colombianos” pretendían colocar en los mercados Venezolanos…… ¿No es esto una criminal agresión mas? ¿No es esto inmoral? ¿No es esto un acto fraticida? -Estamos hartos; hasta los cojones- de tanta ofensa colombiana y ahora colusión colombo-estadounidense. Situación que mezcla peligrosamente la dinamita, las mechas detonantes, y los fósforos; sino mandamos muy largo al carajo el estupido y de mal gusto eslogan: hermana republica ; y hacemos que nos respeten.
Nos invade una arrechera enorme –y marcamos distancia- cuando escuchamos decir en acto de sublime elevación espiritual a alguien que hemos aprendido a querer y respetar; que ama a Colombia; y a continuación dramatizar y gesticular la afirmación. Preguntándonos a continuación; si será que algún sentimiento personal de mal querencia amor-odio, aun no canalizado convenientemente, impide entender que el único que pudie-
se expresarse así con verdadera pertenencia y pasión; es El Libertador. Padre y deudo a la vez; de ese trozo geográfico de naciones de la en mala hora fracturada Gran Colombia; y la de que quizás por falta de vigorosa manu militari el mismo contribuyo a desintegrar, no fusilando entre otras oportunas y sensatas acciones a Santander. Sin entender que en la guerra y su derivada accionante la política; existen vainas que imperativamente nos guste o no, deben hacerse. Por que si se omiten son enormes y desgarradores, los costos de la factura que la historia sin mover un músculo facial, pasa. Ejemplo de insensatez y posible
pase de factura con I.V.A. en nuestra época: contribuir al afianzamiento y desarrollo económico de Colombia incentivando importaciones por parte nuestra, -deteriorando nuestra Balanza Comercial- en vez de decrecer las mismas; proporcionándoles en consecuencia considerables (sino todos con exclusión de los aportes Gringos e Israelíes) recursos necesarios que cubran sus costos de ofensiva armamentista. ¡Seria curioso especular sobre la postura y labor de zapa desestabilizadora y terrorista que asumiría en Venezuela la numerosa quinta columna granadina de presentarse un peo entre las dos naciones; y cuales serian las respuestas del ejecutivo que quizás no entienda que existen vecinos que no deben amarse!