El
mundo ha podido ver la aberrante masacre perpetuada por el gobierno de
Uribe y sus fuerzas militares, dirigidas y apoyadas por EEUU contra
Raúl Reyes y otros 17 guerrilleros colombianos. Cínicamente, los
representantes del gobierno colombiano hace dos días difunden y
declaran una mentira tras otra, para intentar tapar lo evidente:
estamos ante una masacre premeditada, ante la violación de la soberanía
territorial de Ecuador, y ante la demostración mas clara y sangrienta,
del intento de convertir a Colombia en una base militar contra su
propio pueblo y los pueblos de la región que luchan contra el
imperialismo. La negativa de aceptar el intercambio de rehenes como un
paso en la resolución de la crisis interna de Colombia que lleva más de
50 años, muestra que el camino elegido por la oligarquía lacaya,
subordinada al imperialismo norteamericano, es el de provocar una
escalada de agresiones que le de justificación para convertir al
territorio colombiano en un Estado Genocida para controlar América
Latina de la manera que lo es Israel en Palestina, el Líbano y todo
Medio Oriente.
Quieren detener a sangre y fuego el proceso de luchas latinoamericano
A la falsa historia de un supuesto enfrentamiento armado a quedado probado que ocurrió fue una masacre en un campamento apostado en territorio ecuatoriano mientras dormían, ayer, las fuerzas armadas colombianas, han sumado una nueva mentira, al presentar computadoras supuestamente pertenecientes a Raúl Reyes, que insólitamente, habrían quedado intactas, en medio del bombardeo, para pretender demostrar relaciones económicas de las FARC con el gobierno de Chávez, y un error del gobierno ecuatoriano por permitir el ingreso de los guerrilleros a su país.
La masacre cometida es la muestra mas cabal de la negativa de Uribe a un acuerdo y canje humanitario. Mientras cuatros retenidos por las FARC eran liberados la respuesta del gobierno es muerte, generando un sentimiento de impotencia y temor entre los familiares de otros civiles en manos de las FARC. Salta a la vista del mundo que al gobierno colombiano no le interesa la vida ni la paz, sino seguir con su escalada guerrerista poniendo en riesgo la situación de toda la región. Reiteramos una vez mas, que las FARC tienen derecho ante esta situación a defenderse del gobierno colombiano, de los mercenarios yanquis y de las fuerzas paramilitares, independientemente que no avalamos sus métodos de secuestro de civiles y otras acciones aisladas que no fortalecen la lucha por terminar con el gobierno de Uribe.
Pero EEUU y su socio Uribe, intentan no solamente aplastar mediante la represión a las fuerzas guerrilleras, lo significaría asimismo un serio riesgo de muerte para los rehenes de las FARC, hecho que seguramente sería considerado como “daño colateral”, sino generar una situación política y militar que le de una justificación a EEUU para consolidar y extender aquí sus base militares para redoblar la agresión contra nuestros pueblos, a la vez que impulsa en Venezuela medidas de saboteo económico contra el pueblo bolivariano y el proceso revolucionario y persiste con el impulso secesionista en Bolivia.
Quieren detener a sangre y fuego el proceso de luchas latinoamericano
A la falsa historia de un supuesto enfrentamiento armado a quedado probado que ocurrió fue una masacre en un campamento apostado en territorio ecuatoriano mientras dormían, ayer, las fuerzas armadas colombianas, han sumado una nueva mentira, al presentar computadoras supuestamente pertenecientes a Raúl Reyes, que insólitamente, habrían quedado intactas, en medio del bombardeo, para pretender demostrar relaciones económicas de las FARC con el gobierno de Chávez, y un error del gobierno ecuatoriano por permitir el ingreso de los guerrilleros a su país.
La masacre cometida es la muestra mas cabal de la negativa de Uribe a un acuerdo y canje humanitario. Mientras cuatros retenidos por las FARC eran liberados la respuesta del gobierno es muerte, generando un sentimiento de impotencia y temor entre los familiares de otros civiles en manos de las FARC. Salta a la vista del mundo que al gobierno colombiano no le interesa la vida ni la paz, sino seguir con su escalada guerrerista poniendo en riesgo la situación de toda la región. Reiteramos una vez mas, que las FARC tienen derecho ante esta situación a defenderse del gobierno colombiano, de los mercenarios yanquis y de las fuerzas paramilitares, independientemente que no avalamos sus métodos de secuestro de civiles y otras acciones aisladas que no fortalecen la lucha por terminar con el gobierno de Uribe.
Pero EEUU y su socio Uribe, intentan no solamente aplastar mediante la represión a las fuerzas guerrilleras, lo significaría asimismo un serio riesgo de muerte para los rehenes de las FARC, hecho que seguramente sería considerado como “daño colateral”, sino generar una situación política y militar que le de una justificación a EEUU para consolidar y extender aquí sus base militares para redoblar la agresión contra nuestros pueblos, a la vez que impulsa en Venezuela medidas de saboteo económico contra el pueblo bolivariano y el proceso revolucionario y persiste con el impulso secesionista en Bolivia.
Movilizarnos para derrotar los planes imperialistas en la región
Como era lógico, el gobierno de Correa, tras comprobar el accionar de su par de Colombia acaba de anunciar la ruptura de relaciones con este gobierno. Lo mismo ha hecho el gobierno bolivariano, retirando a su vez a su embajador en Bogotá y expulsando de nuestro país a la representación colombiana. Ambos gobiernos, preventivamente han desplegado tropas a sus fronteras con Colombia, medidas que consideramos acertadas y lícitas, en defensa y resguardo de la soberanía territorial de nuestros países, ante posibles nuevas incursiones y atropellos del gobierno colombiano y el imperialismo.
Esta agresión nos debe encontrar coordinando y unidos en todos los países de Sudamérica. En primer lugar junto a nuestros hermanos ecuatorianos que han visto violada su soberanía. El pueblo venezolano acompaña las medidas soberanas del gobierno bolivariano, a la vez que proponemos, que se avance a una ruptura de relaciones económicas totales con Colombia. Pero creemos que hay algo todavía más importante y urgente. Creemos necesario que los gobiernos de los presidentes Chávez y Correa convoquen a masivas movilizaciones populares contra la agresión tanto en Ecuador como en Venezuela. Al tiempo que se den pasos en coordinar con todas las fuerzas realmente democráticas, obreras, populares y socialistas de Nuestra América para desarrollar movilizaciones continentales exigiendo en primer lugar el cese de las agresiones y el retiro inmediato de las bases militares yanquis de todo el territorio de Suramérica.
Como era lógico, el gobierno de Correa, tras comprobar el accionar de su par de Colombia acaba de anunciar la ruptura de relaciones con este gobierno. Lo mismo ha hecho el gobierno bolivariano, retirando a su vez a su embajador en Bogotá y expulsando de nuestro país a la representación colombiana. Ambos gobiernos, preventivamente han desplegado tropas a sus fronteras con Colombia, medidas que consideramos acertadas y lícitas, en defensa y resguardo de la soberanía territorial de nuestros países, ante posibles nuevas incursiones y atropellos del gobierno colombiano y el imperialismo.
Esta agresión nos debe encontrar coordinando y unidos en todos los países de Sudamérica. En primer lugar junto a nuestros hermanos ecuatorianos que han visto violada su soberanía. El pueblo venezolano acompaña las medidas soberanas del gobierno bolivariano, a la vez que proponemos, que se avance a una ruptura de relaciones económicas totales con Colombia. Pero creemos que hay algo todavía más importante y urgente. Creemos necesario que los gobiernos de los presidentes Chávez y Correa convoquen a masivas movilizaciones populares contra la agresión tanto en Ecuador como en Venezuela. Al tiempo que se den pasos en coordinar con todas las fuerzas realmente democráticas, obreras, populares y socialistas de Nuestra América para desarrollar movilizaciones continentales exigiendo en primer lugar el cese de las agresiones y el retiro inmediato de las bases militares yanquis de todo el territorio de Suramérica.
Estas movilizaciones, son además muy
importantes para demostrarle, en la práctica, a los sectores populares
que en Colombia se oponen a la política fascista del lacayo Uribe, que
no están solos. Que tienen la solidaridad y el apoyo de los
trabajadores y el pueblo de todo el continente. Un primer paso es
lograr movilizaciones masivas el próximo l 6 de marzo sumándonos a las
marchas ya planificadas contra el para militarismo en el camino de una
gran jornada nacional de lucha contra el imperialismo y su lacayo
gobierno colombiano.
Mientras tanto en Venezuela, debemos profundizar el proceso revolucionario, para fortalecer cada vez más la revolución, y prepararnos en las mejores condiciones para responder a las agresiones económicas, políticas o militares que puedan venir.