Deudas en educación superior


En 1999, cuando el presidente Chávez asume su mandato, nos encontramos con la existencia de una serie de deudas con universidades, institutos y colegios universitarios y con el personal que labora en los mismos. Deudas mil millonarias producto del incumplimiento de gobierno anteriores y la ineficiencia o complicidad con ellos de las federaciones gremiales de docentes y empleados administrativos. También nos encontramos con laboratorios de pregrado abandonados, sin equipos suficientes o con equipos obsoletos, carencias y deterioro grave de la planta física de todas las instituciones, obras inconclusas y completamente abandonadas y una queja enorme sobre las insuficiencias presupuestarias existentes.

1. Se debía parte de la homologación del período 1986-87 (10% sobre los sueldos y la duplicación de la prima por hogar), que Caldera se negó a aprobar, por lo que no existía una deuda legalmente contraída. El Presidente reconoció esa deuda, la legalizó, incorporó en los sueldos el aumento salarial y pagó toda la deuda de tres años.

2. Estaba pendiente la discusión de la homologación 98-99, a la que Caldera tampoco le dio luz verde y la FAPUV no pudo obligarlo. Discutimos, hicimos una oferta muy razonable y aprobamos los aumentos. Los hicimos efectivos y pagamos de inmediato los nuevos sueldos. Nos quedó una deuda del 98 y 99, que reconocimos en su totalidad y ya pagamos. Hubiéramos podido no reconocerla o hacerlo sólo parcialmente, como ya había ocurrido y aceptado en el pasado.

3. Encontramos la deuda de fideicomiso con profesores y empleados, cuya fecha de inicio era el año 1975. Eran más de dos billones cuando la calculamos, porque no estaba calculada. Nadie se había ocupado de ella. De la misma hemos pagado hasta el año 1993, es decir 18 años de la deuda, y nos proponemos pagar el año próximo hasta 1997 inclusive.

4. Sin haber podido salir totalmente de las deudas, procedimos a aplicar la homologación 2000-2001 y más adelante la 2002-2003. Pero, para hacernos más difícil la situación, en abril de 2002 se produce el golpe de Estado y el secuestro del Presidente, que derrumba totalmente la economía y le impide al Gobierno cumplir con sus compromisos presupuestarios de ese año. No contentos con eso, los antipatria instrumenta el paro cínico y el sabotaje petrolero, que produce un déficit de los ingresos de 8 mil millones de dólares. Con todo esto, los mismos que aplaudieron y participaron y apoyaron las situaciones señaladas nos exigen que tenemos que pagar ya, todo, más cualquier otra cosa que se les ocurra. No. No se puede.

5. Ajustaremos los sueldos de los trabajadores universitarios a partir del 1° de octubre. Pagaremos los 80 días del aguinaldo con el incremento salarial. Pagaremos en bonos la deuda salarial 2002 y enero-septiembre 2003 el próximo año. Ya hemos entregado 4/5 de los 50 millardos para prestaciones sociales. Pagaremos el bono de alimentación de los obreros y el 1,5 % de crecimiento de la antigüedad. Se pagará con bonos lo correspondiente a los 3 meses que no se pudieron pagar en el 2002, que corresponda a cajas de ahorro, fondos de jubilaciones, institutos de previsión social y servicios básicos. Cumpliremos con los incrementos de funcionamiento y providencias estudiantiles incorporados en el presupuesto. Garantizamos la recurrencia del incremento salarial el año próximo. Eso es todo. Más no podemos porque no tenemos. Nosotros no andamos escondiendo el dinero. Hemos demostrado que no somos mezquinos. Espero que se entienda por el bien de las universidades.


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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

 lft3003@yahoo.com      @LFuenmayorToro

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