Me refiero al señor Silva como pudiera ser cualquier otro con similar palmarés, o sea, una persona de fuerte proyección mediática e identificad@ con el Proceso en los términos de patria, socialismo o muerte. Pero identificad@ de verdad, con una real conciencia revolucionaria y socialista. Partamos de esos términos para el análisis siguiente.
Todo ciudadan@ tiene pleno derecho a postularse para cualquier cargo público que desee, para servir al soberano sin ansias de enriquecerse con el erario público, como la mayoría de las veces ocurre y después viene nuestra triste decepción por haberle dado el voto a un lobo disfrazado de oveja. En el caso del señor Mario Silva vemos una situación suigéneris. A lo largo de su trayectoria pública en la revolución bolivariana, se ha destacado por su lucha frontal contra la canalla mediática nacional e internacional y contra la corrupción en todos los ámbitos de la vida nacional, contra los enemigos del líder presidente y de las instituciones en general. Ha cometido sus errores por exceso de apego a la figura presidencial pero al ponderar sus valores en la balanza, tiene muchísimos más aciertos que fallas. De hecho es un ser humano que como todos nosotros comete algunos desaciertos. Descalificar su trabajo por la revolución sería estúpido. Es un gran valor venezolano. Ahora se postula para una gobernación, se especula que para la del Estado Carabobo pero no me consta que sea para esa entidad regional. Supongamos que sea cualquier Estado, no importa en el aspecto cualitativo del análisis.
Un aspirante del Psuv a comandar una alcaldía o una gobernación, debe tener una fuerte vocación de servidor público y una sólida ética revolucionaria. Si el señor Silva se lanza a la arena política, sabe que esas dos virtudes serán evaluadas en su gestión día a día, mes por mes, año por año, en virtud de su comportamiento al frente de la pantalla de VTV y en su semanario "La Hojilla Impresa". Tod@s estaremos a la expectativa para ver si la teoría se cristaliza en la práctica. Estará en el ojo del huracán. No es fácil imaginar un desempeño revolucionario en una gobernación, como por ejemplo la de Carabobo, que está llena de vicios y compadrazgos con gente de la IV república. La estructura del aparato burocrático que encontrará será un fuerte obstáculo, además de luchar contra la derecha endógena pseudochavista enquistada hace varios años. El camarada Silva corre varios peligros: 1º). Que la burocracia asfixiante lo "encapsule" sin salida alguna.
2º). Que la derecha endógena pseudochavista le haga la guerra y no permita que cristalice sus proyectos socialistas.
3º). Si no logra salir adelante en la gestión de contracorriente que le espera, su futuro como político habrá acabado. Tendría que volver a su programa de VTV y olvidarse del sacerdocio en la política.
En lo personal creo que el señor Silva puede hacer una buena labor como gobernador pero falta saber hasta dónde le permitirán llegar la pesada burocracia y la tenebrosa derecha endógena que desde Miraflores lo estará monitoreando para tratar de meterle el puñal asesino por la envidia y los celos políticos de gente que no vive la revolución sino que vive de la revolución. La corrupción es en la política lo que la humedad al agua. Pero sólo una fuerte ética socialista y revolucionaria nos permitiría minimizar a ese demonio que pulula en TODOS los ámbitos del poder a nivel mundial. ¿Un país sin corrupción? No existe pues en todos hay seres humanos.
Le deseo mucha suerte señor Mario Silva en su nueva trinchera de lucha. Que la Divinidad lo acompañe las 24 horas.
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