Cuando los sectores de la revolución señalamos que la contrarrevolución no va alcanzar el 20% de las firmas para poder revocarle el mandato al Presidente Chávez, no es un gesto político de subestimación del adversario.
Se llega finalmente al referéndum pese a los que ahora aparentan ser sus mayores portavoces. Nunca la mal llamada oposición ha dejado de tener dos discursos. Recién el pueblo derrotó el golpe fascista del 11 de abril, los efebos del grupo fascista Primero Justicia llamaron, como salida “salvadora” a la propia crisis que ellos habían creado, al referéndum, y por allí enfilaron su estrategia fraudulenta y manipuladora.
Prevalidos de una directiva del CNE golpista se lanzaron a la fabricación a granel de firmas utilizando todos los medios ilícitos a su alcance, desde los listados de los clientes de bancos facilitados por los propios dueños de las entidades hasta los listados del propio CNE.
Quisieron usar la figura constitucional del referéndum cual vulgar comodín para sus fines perversos, utilizarla para vulgarizarla, prostituirla, como instrumento conspirativo; así se lanzan al primer firmazo donde pretendían fundir arbitrariamente un referéndum consultivo con un referéndum revocatorio, bajo la mirada complaciente de los directivos chimbos del CNE, tuvo que intervenir el Tribunal Supremo, después de una brutal campaña mediática de abierto corte conspirativo, para frenar aquella andanada de atropellos a la dignidad popular y a aquel descarado movimiento subversivo.
Vino después el otro firmazo, igual fraudulento que el anterior. Empresas creadas y financiadas por la CIA norteamericana como SUMATE llegaron al descaro de pretender sustituir al CNE en sus funciones y dictarle, incluso, pautas políticas, así fotocopian las mismas firmas fraudulentas, con una mínimas auténticas, para guardar alguna apariencia y, queriendo violentar la propia Constitución, llevan las cajas de firmas antes de la fecha que pauta la Constitución para iniciar el proceso.
Simultáneo a todos los ardides golpistas, está el sabotear la elección en la Asamblea Nacional de los miembros del CNE. La conspiración no pudo ser más evidente y, una vez más, se impuso el sabotaje hasta que tuvo el Tribunal Supremo que actuar nuevamente ante la inoperancia de la AN, y nombre los directivos actuales del CNE, tres de ellos probos y rectos, dos, pilluelos al servicio de la contrarrevolución y el golpe.
Con dos descomunales derrotas, la del 13-4-02, y la de diciembre enero, sin contar batallas menores, más lo antes descrito, se llega a la recolección de firmas para los referéndum. Primero fue el pueblo, la dignidad, los golpeados y excluidos de siempre quienes se movilizaron y dieron una muestra, no completa, de su poder.
Viene ahora a firmar la contrarrevolución, con plomo en las alas, desmoralizados, desarticulados, divididos en ochenta pedazos, disminuida su capacidad de convocatoria, incluso firmando con los bolivarianos muchos de los que ayer los acompañaban en sus locuras golpistas; descubierto su complot terrorista y denunciado a tiempo, incluso lo que podría pasar del 28-11 al 1°-12, al descubierto los nuevos planes golpistas y ubicados sus actores, presos los terroristas o huyendo, descubiertas mafias italianas financiando el terrorismo y traficando con armas. En fin, no es muy buen augurio para recolectar cerca de tres millones de firmas, la cuesta es muy alta, muy arriba y se necesita moral, dignidad y bolas para subirla hasta el final, de todas formas, en la bajadita los esperamos. (25-11-03) (caracola@cantv.net)