Hay inconsecuencias que se pueden dejar pasar en aras de la convivencia. Que se pueden acallar en tributo a la tolerancia. Pero, hay inconsecuencias que van directamente contra los principios inegociables de la revolución mundial. Es ahí, en este nivel que deben colocarse las irreflexivas afirmaciones del presidente Chávez en el Aló Presidente del domingo 8 de junio, referidas a las FARC.
El triunfo electoral del 2 de diciembre del 2006, con el 63% de respaldo en las urnas, descontroló de tal manera el ego del presidente Chávez, que su política nacional se transformó en un encadenamiento de inconsecuencias, de menor a mayor grado, cuya culminación es el Aló Presidente del domingo 8 de junio.
Es necesario revisar lo ocurrido en el 2007, para entender el 2008. Por un acto irreflexivo, en un instante, se borra con los pies lo hecho con las manos y la inteligencia. Se borran hechos y acciones que llenan de orgullo a la Revolución Bolivariana a escala nacional, latinoamericana y mundial. Hagamos una enumeración de esos hechos y circunstancias que nos puedan conducir a entender la actitud asumida por el presidente Chávez frente a las FARC, en el Aló Presidente del 8 de junio del 2008.
La primera inconsecuencia luego de las elecciones del 2 de diciembre del 2006, consistió en no averiguar el porqué en una revolución que se proclama de los pobres, del total de electores (16 millones), Chávez sólo recibe el 46,5%, Rosales el 25% y la abstención es del 30%. Nadie puede creer que el 25% (cuatro millones de electores) son oligarcas y burgueses. Así como tampoco se puede presumir que en el 46,5% todos son pobres. Si se suman los pobres que votaron por Rosales y los que no votaron (abstención ) o votaron nulo, resulta una cifra apreciable que debe causar preocupación en un movimiento revolucionario que se respete.
Pues bien, este análisis no se hizo luego del 2 de diciembre. De haberlo hecho, la acción de la Revolución debía estar dirigida, en primer término, a conocer la razón del porqué estos compatriotas no participan de la revolución, conocer sus necesidades y atenderlas. Allí existe un boquete que amenaza en la línea de flotación el barco de la revolución.
(2) Imbuido de triunfalismo, Chávez anuncia la Reforma Constitucional. Lo cual era necesario para abrirle las compuertas al desarrollo socialista anunciado en la campaña electoral. Pero una cosa era anunciar la Reforma y otra conducirla a feliz término. Y es ahí donde se desencadena la debacle de inconsecuencias que condujeron al descalabro electoral del 2 de diciembre.
¿En que consistieron esos errores o inconsecuencias? Veamos:
Primero. El desmantelamiento del Polo Patriótico.
Ordenar la disolución de los partidos que lo conformaban, para crear el partido Unido de la Revolución Venezolana, había que hacerlo, era un paso necesario, obligatorio, para garantizar la vía al socialismo y la continuidad de la revolución. Pero, la formación de un partido revolucionario es un proceso delicado que se realiza con calma y sin apuros por la cuestión de la ideología. Cuba cumplió el proceso de formación del Partido Comunista en los 16 años posteriores al triunfo de la revolución.
Una cosa son los consejos comunales y otra el partido. No se puede confundir el partido con los consejos comunales o viceversa. Consejo Comunal, Partido y Gobierno son tres elementos fundamentales del proceso revolucionario. Vamos a tratar de explicarlo con un ejemplo sencillo: el Consejo Comunal es el motor de la revolución, el Gobierno es el ejecutor; y el Partido es la banda de transmisión. Crear este mecanismo con lleva tiempo y paciencia. En la base está el pueblo organizado en Consejos Comunales, sindicatos, gremios. Imbricada en estas organizaciones está las elites de dirección del pueblo que forman el partido. Y nombrado por el pueblo, el equipo ejecutor o gobierno. Son tres elementos que deben estar perfectamente definidos para cumplir con la fórmula de la verdadera democracia sin intermediarios: gobierno del pueblo y con el pueblo. Por cuanto la vieja fórmula lincolniana, “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, tiene intermediarios y está obsoleta.
Como expresión del acentuado triunfalismo (6.12.2006), las actitudes prepotentes de Chávez rompieron todos los cánones. Ante la orden que dio ¿inconsulta? de disolución de los partidos, era normal que estos trataran de conservar sus estructuras organizativas en atención a su trayectoria de lucha, como en el caso del partido Comunista (70 años), o el PPT, o el MEP. Están en su derecho mientras no exista el partido de la Revolución que remplace esas estructuras partidistas. Pero Chávez con lenguaje mordaz, en tono satírico, les ofreció el “carrito rojo” de su propiedad, para meter en él a quienes no asumieran de inmediato el ingreso al inexistente partido Unido. Según la visión de Chávez, la desbandada en los partidos del Polo Patriótico sería tal, que los rezagados cabrían en el “carrito rojo”.!No fue así!
El MVR, el MEP, la Liga Socialista se disolvieron y su militancia quedó a la deriva en la espera del nuevo partido. También parte de la alta dirigencia del PPT, y algunos dirigentes del PC, abandonaron filas en espera del nuevo partido.
Segundo. Mientras esto ocurría, la Comisión Presidencial para la Reforma Constitucional elaboraba el Proyecto de 33 artículos que serían sometidos a consideración y discusión nacional.
Tercero. Se anuncia la formación del Partido Socialista Unido de Venezuela. (PSUV). Se realiza la inscripción de aspirantes (5 millones 700 mil). La formación de batallones. La asamblea de batallones. Pero, al no más comenzar el desarrollo del cronograma de actividades de los batallones, es interrumpido, para abrir la discusión al Proyecto de Reforma Constitucional.
Un partido inexistente, sin estatutos, sin estructura organizativa ni pautas de ningún tipo se reunía para discutir la Reforma ¡discusión aérea! Y ocurrió lo que tenía que ocurrir: la mayoría no sabía en que se estaba, si en la formación del partido o en la reforma constitucional. ¡Debacle total! En la reunión de batallones los asistentes no sabían diferenciar si estaban en reunión de Consejo Comunal, reunión para formar el partido o reunión para discutir la Reforma Constitucional. ¡Confusión total!
Claro, mientras esto ocurría en cada caserío, en cada barrio, el Canal 8 presentaba la fachada fabricada del “parlamentarismo de calle”, unido al acto permanente de aclamación en el Teresa Carreño; y al triunfalismo desbocado que motivó a la Asamblea Nacional a introducir de contrabando 36 artículos más a la propuesta inicial de Reforma Constitucional. ¡Aumenta la confusión!
Eran tales las muestras de triunfalismo del presidente Chávez, de algunos gobernadores y alcaldes, que presentaban proyectos para la nueva geometría territorial, con presupuesto y todo. Estaban contando los pollos sin haber salido del cascarón. El triunfalismo daba por hecho la aprobación de la Reforma.
Cuarto. Para condimentar más aquel ya bastante enrarecido ambiente político, el presidente Chávez acepta la petición de la senadora Piedad Córdoba de coadyuvar al intercambio humanitario entre el gobierno colombiano y las FARC. Chávez y Uribe se reúnen en Bogotá y fijan las pautas de la mediación entre apretones de mano, palmaditas en el hombro, sonrisas y aplausos. ¡El feliz intercambio! Un tema tan intenso, de tan profundos enfrentamientos entre las mayorías nacionales y la oligarquía colombiana, adobado con la ingerencia gringa, vino a caldear aún más el devenir de la política nacional.!No había cama pa´tanta gente!
Quinto. Parecía que todo lo anterior era poco. Para completar el cuadro, se propuso el “Cambio de Horario” y el “Cambio al Bolívar Fuerte”. ¡Más confusión! El pueblo no sabía que digerir primero: la Reforma Constitucional; la formación del partido; el cambio de horario; el bolívar fuerte; o la mediación en Colombia para el intercambio humanitario.
Además, en el campo internacional cabalgaban el proyecto de Telesur, Petrosur, el oleoducto del Sur, Unasur, Mercosur, Banco del Sur, Petrocaribe, Universidad del Sur; tratados comerciales, culturales y políticos con China, Rusia, Bielorrusia, Vietnam, Irán, India, el Brons de Nueva York. Y como postre, el ALBA. ¡Demasiada comida para un banquete!
Las mayorías nacionales estaban atiborradas de planes, de complejos proyectos, de difíciles discusiones y análisis teóricos: reforma constitucional, formación del partido, formación de consejos comunales, cambio de horario, el bolívar fuerte. Todo junto, para digerirlo en el plazo de tres meses: septiembre a diciembre. La intoxicación dejó como secuela la derrota electoral del 6 de diciembre.
Sexto. La forma como fue presentada la reelección presidencial, maquillada, arropada por un conjunto de reformas “populistas”, dejan la impresión que el presidente Chávez no confía a plenitud en las mayorías nacionales. Si lo referido a la reelección lo presenta como propuesta separada del conjunto de la Reforma, el electorado chavista se habría volcado a votarla en forma masiva. ¿Por qué? Porque esa propuesta es elemental para las mayorías nacionales. No necesita discusión, como si es el caso del resto de la Reforma Constitucional que sólo es asimilable por reducidos grupos. La reforma no está al alcance de ser comprendida y asimilada por las mayorías, así, de golpe y porrazo, lo cual no quiere decir que la rechacen. Para las mayorías nacionales la revolución es Chávez y sin Chávez no hay revolución. Chávez es un fenómeno de masas. Pero, tanto el presidente como sus asesores no entendieron la magnitud de este fenómeno social y desconfiaron que el pueblo votaría la reelección con los ojos cerrados.
Séptimo. Fue así como llegó el 6 de diciembre. Se produjo la debacle esperada, anunciada. No salieron a votar los 5 millones 700 mil inscritos en el naciente PSUV. Ni el 45,6% (7 millones 300 mil), que votó el 2 de diciembre del 2006. Ni los 17 millones que reciben los servicios de Barrio Adentro. Ni los 12 millones que compran en Mercal. Ni los cientos de miles que estudiantes de las misiones o sirven en el ejército o forman parte de la reserva. ¿Dónde estaba toda esa gente que durante nueve años ha recibido los beneficios de la Revolución Bolivariana y han salido en su defensa y han participado en su avance? !Estaban confundidos, abrumados por tantas propuestas a la vez! Sin tiempo para digerirlas dada su importancia y trascendencia.
Las FARC y la liberación de los retenidos.
El mes de diciembre del 2007 quedó saturado por la derrota electoral. Como distracción, estaban las gestiones con las FARC y con el gobierno de Colombia para la liberación de retenidos, que más tarde fue denominada “Operación Emmanuel” y sirvió para quitarle a Uribe la careta del “intercambio humanitario”.¿Por qué? Porque el gesto unilateral de las FARC destapaba ante la opinión internacional la olla donde la tozudez de Uribe cocina la política de terrorismo de Estado denominada “seguridad democrática”. Como fiera acorralada se vino a Villavicencio a entorpece (prohibir) la gestión de embajadores presidida por el expresidente Kirchner que viajaron a la zona. Uribe ordena bombardear las posibles zonas donde las FARC pudieran realizar la entrega de los retenidos, para imposibilitar la gestión humanitaria.
Por fin, se produce la entrega (10.01.08). La opinión mundial aplaude el gesto unilateral de las FARC y la gestión humanitaria del presidente Chávez y de la senadora Piedad Córdoba. Un triunfo demoledor contra Uribe, que Chávez por su inmanejable inconsecuencia, no sabe administrar y días más tarde en el acto de presentación anual de su gestión ante la Asamblea Nacional, solicita a la comunidad internacional la “beligerancia de las FARC”. Esto había que hacerlo, pero, a su debido tiempo .Ese no era el momento indicado. Había que administrar al máximo el éxito de la entrega de los retenidos. Lo otro, era echarle leña al fuego, como en efecto ocurrió.
En ese momento, lo más importante no era reconocer la beligerancia de las FARC, sino, avanzar en el intercambio humanitario para abrirle a las FARC esa puerta de comunicación con el mundo. Tratar de culminarlo. Aprovechar el entusiasmo y respaldo de la comunidad internacional por la liberación de Clara, Consuelo y Emmanuel. Pero Chávez que tenía la sartén agarrada por el mango, con la inoportuna propuesta de “beligerancia de las FARC”, perdió el mango y perdió la sartén. De nuevo le dio beligerancia a Uribe, que desde ese momento encontró el camino abonado para mover la campaña mediática de la prensa oligárquica del continente y de Europa contra las FARC y contra Chávez y contra todo lo que propicie el “intercambio humanitario” o la paz.
La agresión al Ecuador y muerte de Raúl Reyes.
La agresión al Ecuador y muerte de Raúl Reyes ocurre un mes después de la solicitud de Chávez de beligerancia para las FARC y dos días después de la liberación del segundo grupo de retenidos (Sonia, Gechen, Eladio y Beltrán). Es un acto de desesperación del gobierno de Uribe. Había que desviar el éxito de la entrega de retenidos, tratar de opacar el liderazgo de Chávez y la figuración de las FARC por su gesto unilateral sin exigir nada a cambio.
Para Uribe, para la oligarquía y para el imperio esto era inaceptable. La acción de guerra en territorio ecuatoriano fue el origen de la patraña que necesitaba Uribe para transformarse de acusado en acusador. Desde ese momento, la patraña es la protagonista del gobierno de Uribe. Cuando se le cae la mentira de la persecución en caliente en territorio del Ecuador, inventa las computadoras y con ellas abre una caja de Pandora de la cual saca lo que necesite para sus intereses guerreristas en contubernio con los intereses del imperio.
La muerte del glorioso comandante Raúl Reyes era el golpe necesario para descabezar el intercambio humanitario y las posibles conversaciones de paz.
Quousque tanden Uribe
¿Hasta cuándo Uribe?
Así como los días de BUSH en la Casa Blanca están contados, los de Uribe tienen el mismo sino. El gobierno de Uribe está acorralado por múltiples factores:
Primero, el insostenible gasto de la guerra (450.000 hombres en armas más la movilización de equipos militares en el extenso e intrincado territorio colombiano).
Segundo, por el deterioro de la economía colombiana: inflación, desempleo, altos intereses, caída de la producción.
Tercero, por la presión social como consecuencia de la situación interna y motivada por los crecientes movimientos sociales de Latinoamérica (la Revolución Bolivariana).
Cuarto, por el desprestigio internacional del gobierno de Uribe, que queda de manifiesto en el Grupo de Río y el elocuente dramatismo allí escenificado, en la Cumbre de Lima, en la reunión de Unasur, en la OEA donde sólo cuenta con el voto de los EE.UU.
Quinto, por la “parapolítica” que día a día va desmantelando la estructura política creada por el uribismo para ejecutar el terrorismo de Estado y ha sacado de sus curules a 70 parlamentarios: investigados unos, sentenciados otros.
Sexto, por la “Yidispolítica” donde el delito de cohecho convierte en fraudulenta la reforma de la Constitución que permitió la reelección de Uribe.
Séptimo, por la propia trayectoria delincuencial de Uribe como herencia de su padre, de sus familiares, los Ochoa, y de su amigo y protector Pablo Escobar (doctor Varito, según la versión de Cristina Vallejo, amante de Escobar), y como director de Aeronáutica Civil para habilitarle aeronaves y aeropuertos a la red del narcotráfico.
Octavo, por ser el fundador del paramilitarismo como alcalde de Medellín y luego como gobernador de Antioquia.
Noveno, por la infame agresión contra el Ecuador, país vecino y amigo de Colombia.
Décimo, por la traición al presidente Chávez luego de haberle dado credenciales para el “intercambio humanitario”.
Undécimo, por el terrorismo de Estado contra sindicalistas, periodistas, partidos de oposición, las masacres a comunidades aborígenes, y de campesinos que forman la base social de la guerrilla.
Duodécimo, por batir el record de asesinatos en relación a gobiernos anteriores.
Décimo tercero, por los desplazados internos (5 millones) y los desplazados a países vecinos (4 millones).
El expediente de Uribe está tan lleno que derrama como las cloacas taponadas. El amoralismo de su gobierno no tiene parangón en la historia colombiana. Este oscuro personaje pretende erigirse en adalid de la democracia, de los derechos humanos y de las virtudes ciudadanas.
La neutralidad frente al conflicto colombiano.
Siempre vimos con admiración, la forma como el presidente Chávez ha conducido las difíciles relaciones con Colombia (Pastrana) y luego con un personaje atrabiliario como el que acabamos de describir (Uribe). Durante diez años, la personalidad amplia, espontánea, franca, generosa, sincera del presidente Chávez supo encontrar la fórmula para lidiar con esa oligarquía aviesa, sin escrúpulos que sustenta su poder en el terrorismo de Estado. Con guante de seda Chávez ha sorteado las confabulaciones de una oligarquía que el 11 de abril del 2002, realizó pantagruélica celebración por el golpe de Estado y la presidencia de Carmona. Son diez años de Chávez lidiando con tan tenebrosa oligarquía.
La política de neutralidad frente al conflicto interno colombiano estuvo siempre acompañada de abiertas y sinceras relaciones comerciales, que han alcanzado record de intercambio (7 mil millones de dólares anuales, de los cuales 5 mil millones son favorables a Colombia). El oleoducto de la Guajira, construido con financiamiento venezolano para beneficio mutuo. Electrificación del Sudoriente colombiano desde el Guri. La planta de polímeros adquirida por Venezuela para ponerla al servicio del pueblo colombiano. Sólo para nombrar algunos proyectos importantes, que pudieran ser muchos más si no fuera por la acidez del personaje de marras (Uribe).
En los momentos de tropiezo, siempre el presidente Chávez ha tendido la mano abierta para restablecer las relaciones, a pesar del derrame del conflicto interno a la frontera con Venezuela, (delincuencia, secuestros, narcotráfico, paramilitarismo, contrabando de extracción de combustibles y alimentos subsidiados).
Para contener ese derrame del conflicto colombiano y sus múltiples secuelas, Venezuela y demás países vecinos han movilizado contingentes militares, equipos, construido campamentos, bases militares, patrullaje constante, vigilancia aérea y fluvial con elevada erogación económica. Todo, para cuidarle el conflicto a Colombia.
¿Qué necesidad hay de eso durante años y años? ¿A cuánto asciende ese costo?. Ecuador dice que gasta cien millones de dólares anuales en vigilar la frontera norte donde Ecuador “limita con las FARC”. Para Ecuador es un gasto que debía destinarse a mejoras sociales en lugar de cuidarle la guerra al gobierno colombiano ¿Para qué? Para ser víctima de la infame agresión militar y luego recibir una lluvia de acusaciones sin fundamento. Para Uribe y la oligarquía, Ecuador y Venezuela son los culpables del conflicto interno de Colombia. Como son incapaces de combatir la guerrilla en el interior de Colombia, ahora se han dado a la tarea de buscarla en donde no está: en la línea fronteriza con los países vecinos: Panamá, Ecuador, Perú, Brasil, Venezuela. No quieren aceptar que la guerrilla está en las ciudades, pueblos, caseríos, montañas y selvas de Colombia.
¿Por qué la declaración de Chávez?
La declaración de Chávez en el Aló Presidente del domingo 8 de junio dejó “mudo y sin vista” al movimiento revolucionario internacional. En los comentarios que hemos podido leer encontramos la sorpresa que causa la actitud asumida por Chávez frente a las FARC en el momento más inoportuno. Peor aún, hace señalamientos y recomendaciones que chocan con los principios del internacionalismo revolucionario. Quienes el lunes (9.6.2008) leyeron los titulares de prensa, en cualquier país, no lo creían, pensaron que era una campaña mediática más contra Venezuela y la persona del presidente Chávez. La sorpresa fue mayúscula cuando confirmaron que la declaración era veraz.
La guerrilla como forma de lucha del pueblo es el grado más alto al que puede ascender un revolucionario y nadie que se considere revolucionario tiene derecho a desvirtuar esta forma de lucha. En el campo revolucionario ese es terreno vedado. Quienes eligen ese camino merecen admiración y respeto por cuanto es la máxima expresión de entrega al servicio de los ideales revolucionarios. De ahí el malestar que causa la declaración de Chávez al decir que “la guerrilla ya no tiene razón de ser, que pasó de moda, que las FARC son el pretexto que utiliza el imperialismo para el terrorismo de Estado.”
¿Y como quedan las agresiones contra Venezuela donde no hay guerrilla, o las agresiones contra Bolivia, Ecuador o Nicaragua donde tampoco hay guerrilla? Mientras exista el capitalismo, o sea, la explotación del hombre por el hombre, la guerrilla será una forma de lucha del pueblo, en Colombia, Irak, Afganistán, en el Saharaui y allí donde los pueblos sean víctimas de agresiones, invasiones y negación de los derechos humanos. Hoy mucho más que en el pasado, las FARC y el ELN tienen vigencia en Colombia, por cuanto la lucha inicial contra la oligarquía liberal / conservadora –negadora de la lucha cívica - con el paso de los años se ha transformado en guerra de liberación nacional contra la invasión gringa.
Pero, hay algo que descarna aún más la inconsecuencia de Chávez. Si la guerrilla como forma de lucha ha pasado de moda ¿qué justificación tiene la guerra asimétrica (guerra de guerrillas con otro nombre), cuya preparación se adelanta en Venezuela como forma de enfrentar una posible invasión gringa? ¿Qué camino tomaría el pueblo boliviano o ecuatoriano si el imperialismo derrocara a Evo Morales, a Rafael Correa o a Chávez? ¿Cuál sería la defensa frente a la represión fascista que se desataría contra las organizaciones sociales y sus líderes? ¡ “Remember” a Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Indonesia, Palestina, el Líbano o la propia Colombia, donde el único sitio seguro es la guerrilla! La seguridad de la guerrilla le permitió a Marulanda vivir desde los 18 hasta los 78 años en medio de los peligros de la guerra y de la selva. Seguridad que no han tenido miles de campesinos colombianos asesinados, masacrados, desplazados.
Las FARC no son la causa del conflicto, sino, consecuencia. Si la presencia de las FARC y el ELN valen para Colombia, también valen para los países limítrofes. Hoy, como hace 44 años, las FARC son la vanguardia de la lucha por la independencia de Latinoamérica. En una agresión contra Venezuela constituirían la retaguardia del agresor. Agredir a Venezuela, para el agresor es una lucha en dos frentes. Es por ello que en el campo militar las FARC son el mejor aliado de la Revolución Bolivariana (mejor que los Sukoi). Un aliado de condiciones insospechables y de capacidad probada en sesenta años de guerra asimétrica (guerra de guerrillas).
Presidente Chávez por el respaldo y admiración que le debemos ¿Qué le pasó con su irreflexiva y antirrevolucionaria declaración de negar la vigencia de las FARC y el ELN? Su declaración queda como manifiesto de la inconsecuencia. Hay veces que es mejor callar.
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