¿Lobos con traje de oveja?

En tiempos de campaña electoral (así sea anticipada, como la venezolana actual), los grupos, candidatos y precandidatos suelen vestirse de simpáticas ovejas, procurando el voto de aquellos para los cuales, en otro momento, sólo había colmillos de lobo y gestos de desprecio manifiesto, cuando no de arrogante indiferencia.

En otros terrenos de combate político puede que esto no sea así, pero en el campo de la lucha electoral cada individuo, en tanto elector, tiene un valor descomunal. No se le puede despachar como anónimo integrante de una masa o multitud, al que basta con dirigirle una arenga o sonrisa por los medios de difusión masiva para capturar su intención de voto.

Mucho menos tratándose de elecciones de gobernadores y alcaldes, cuyos respectivos universos electorales son bastante más pequeños que en una elección nacional.

Aquí cada votico cuenta y, por eso, estos son tiempos en que señoras y señores a los que sólo suele vérseles la cara por TV aparecen ahora pateando calles, visitando plazas, tocando puertas y calándose interminables asambleas.

El minuto decisivo

En 1993, durante un recorrido por varios pueblos del Estado Táchira, el entonces candidato presidencial de AD, Claudio Fermín , se metió en una casa de COPEI, desde la cual tres o cuatro copeyanas observaban la caminata adeca. Una vez dentro, Fermín las apretujó y las besó. Ellas se dejaron apretujar y besar con una sonrisa tan amplia como su desconcierto. Oswaldo Álvarez Paz, el candidato de COPEI, también sonreía desde los afiches colgados en las paredes verdes. “Si Oswaldo no visita este comité local, seguro que pierde esos votos”, comentó un testigo del episodio.

Claro está que un apretujón y un beso, por sí solos, no tienen por qué hacer cambiar la decisión electoral de una persona ni la de todo un colectivo. De hecho, ninguno de aquellos dos candidatos ganó las elecciones del 93.

Pero en el minuto decisivo, cuando el votante tiene la máquina enfrente esperando por su voto, la diferencia puede marcarla un detallito como ése.

La anécdota dibuja la necesidad que tienen los candidatos o grupos políticos de buscar adhesiones electorales mucho más allá de sus propias fronteras partidistas e ideológicas. Los puros-puros servirán para muchas cosas, pero no para ganar elecciones.

Epítetos administrados

Si algo positivo tiene el fenómeno es que permite avanzar en el reconocimiento del otro.

Furibundos antichavistas guardan sus antiguos adjetivos de “hordas” y “monos” para lanzarle piropos a los chavistas, a quienes ahora sí reconocen como gente. Gente que existe, piensa, siente y, sobre todo, vota. Para ellos, Venezuela ya no es sólo la plaza Altamira. Enhorabuena.

La campaña de los candidatos del chavismo apenas comienza, pero, salvo alguna excepción, es previsible que ocurra algo similar. El uso de epítetos como “escuálido” y “apátrida” probablemente sea mejor administrado, reservándolo para las figuras y activistas más estridentes de la oposición. La clase media volverá a cobrar importancia en el discurso oficial, al tiempo que ha de bajar la presión sobre la periferia del chavismo para adoptar el estilo recalcitrante. Probablemente, la oferta socialista tendrá un mayor acento heterodoxo, es decir, más cristiano y bolivariano que marxista.

Por la experiencia vivida, es imaginable también que la mayor dureza en el discurso del Presidente y los candidatos del PSUV no esté dirigida contra los candidatos antichavistas, sino precisamente hacia aquellos que, habiéndose lanzado con el apoyo de otros partidos, se proclamen chavistas y revolucionarios.

Lo cual, por cierto, no quiere decir que, más cerca del 23 de noviembre, no puedan volver a encontrarse para retirar alguna candidatura perdedora, que pueda favorecer el triunfo de la derecha en algún estado o municipio. Si Chávez se reconcilió con Uribe, ¿por qué no con sus propios aliados?

La hora de la verdad

Pasada la cita electoral, llegará entonces la hora de la verdad. ¿Qué hará la oposición con las gobernaciones y alcaldías que llegue a ganar? ¿Gobernar bien para proseguir su avance en las elecciones parlamentarias de 2010, en un eventual referendo revocatorio o en las elecciones presidenciales de 2013? ¿O se quitará el traje de oveja para tratar de devolver la película al año 2002, aprovechando el poder regional y local para caotizar el país alrededor de la consigna “Chávez, vete ya”?

Los disturbios de Mérida, que ya truncaron la vida de un joven estudiante, son mal augurio. La avidez por controlar Miraflores sube un grado por cada dólar que el barril de petróleo gana en los mercados internacionales. Por ese puesto se mataban cuando valía 7 dólares. Y ya ronda los 150.

Taquitos

NUEVO HORARIO. Pronto estaremos de nuevo al aire en VTV, con el programa Mediodías en confianza. El cambio de horario, iniciativa nuestra, ya había sido anunciado con bastante antelación en esta misma columna, de modo que no tienen fundamento las especulaciones y suspicacias que se han puesto a rodar al respecto. Le deseamos todo el éxito del mundo a los colegas Érika Ortega y Daniel Castellanos, conductores de Despertó Venezuela. A las usuarias y usuarios de ese horario, nuestro eterno cariño, respeto y compromiso. Son muchas las personas a las que debemos agradecer su apoyo durante casi siete años al aire. En el programa de despedida sólo nombramos a algunas y se nos escaparon muchas, como Jesús Romero Anselmi, José Vicente Rodríguez , Mari Pili Hernández , María Teresa Gutiérrez , Eloisa Briceño y Armando Peña , entre muchísimos otros compañeros que, aunque no mencionemos aquí, son depositarios de nuestra gratitud y estima. Hasta todos ellos, al igual que a infinidad de invitados y tele-usuarios, un millón de gracias. Y esperamos seguir contando con ellos. QUEJA. A propósito del XV Festival Internacional de la Oralidad (16 de junio al 06 de julio) que se celebró en Barquisimeto, fueron invitados los cuenta cuentos cubanos Fátima Patterson y Mateo Pazos, quienes debían arribar a Maiquetia el 21 de junio. Sin embargo, no pudieron asistir debido a que la representación consular venezolana en Cuba no les otorgó la visa correspondiente a pesar de que en mayo la Cancillería venezolana envío a Cuba la autorización para el otorgamiento de la misma, además de que existe un acuerdo de cooperación con una organización cubana de las artes escénicas. Por un descuido, falta, burocratismo, engavetamiento de documentos o saboteo, Cuba dejó de participar en un evento en el cual es invitado permanente. También se lesionó moral y económicamente a los artistas, así como a la organización de dicho Festival. ¿Quién es el responsable?, ¿quién y cómo resarcirá los daños?.

El representante de Camerún en el Festival de la Oralidad también se quejó del trato que se le proporcionó en el Consulado de Venezuela en Madrid. CITA. “Creo que la esencia del fanatismo reside en el deseo de obligar a los demás a cambiar. En esa tendencia tan común a mejorar al vecino, de enmendar a la esposa, de hacer ingeniero al niño o de enderezar al hermano en vez de dejarles ser”. Amos Oz, en Contra el fanatismo.

columnacontralacorriente@yahoo.es


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Ernesto Villegas Poljak

Periodista. Ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información.

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