Mintiéndole a Bolívar

(...) Hace cosa de 6 años, llegó a mis manos un pequeño libro del Palacio Blanco...

donde narraba los últimos 15 días de vida del Libertador.

Hechos que por mi ignorancia desconocía, fue tanta la tristeza que me llegó en ese momento, al ver la manera cruel que murió nuestro Libertador.

No solo por su enfermedad, sino la manera cobarde de cómo fue totalmente traicionado.

En ese entonces me provoco vagar por un mundo imaginario y escribí esto, que tal vez muchos piensen que es una tontería.

De todos modos asumo el riesgo y deseo compartirlo con todos mis compañeros de lucha, en esta nueva fecha de su Natalicio.....



MINTIENDOLE A SIMÓN


José Varela El Charrúa Latinoamericano



La maestra de sexto grado con un salón abarrotado de niños.

A todos preguntaba, que estudiarían si llegaban a la Universidad.

Medicina, respondió uno, Ingeniería, contestó otro, Música, dijo una niña…

Entre risas y carcajadas soñaban con el futuro…

Cuando le llegó el turno a uno de ellos, él niño se paró con su rostro serio.

Su voz fue como si retumbara en todo el salón, sus palabras parecían brotadas del alma.

“Yo quiero ser el mas grande de todos los mentirosos” dijo el niño.

La profesora indignada, casi gritando le dijo: Muchacho, ¿qué falta de respeto es esa?...

Vamos inmediatamente a la dirección… Mañana no entras si no vienes con tu padre.

Tomo al niño por el brazo, para llevarlo fuera del salón…

casi llegando a la puerta, el compañero que se sentaba junto a él le gritó:

“Pablo José… ¿Por qué quieres ser el más grande mentiroso?”

La maestra se entre paró como dando un chance al acusado.

El niño queriendo dar una explicación, comenzó su defensa:

Todos ustedes, compañeros, hablaron de sus sueños en el futuro…

Pero yo solo sueño poder volver al pasado.

Regresar a Santa Marta, llegar a la morada de San Pedro Alejandrino…

Cuadrarme como todo un soldado frente al Libertador.

En su lecho de muerte… En su agonía…

Sintiendo mi alma desgarrándose por dentro… Por mentirle a Don Simón.

“Mi General Simón Bolívar… Traigo un mensaje urgente del General Páez….

Le pide perdón a Usted Libertador.

Puso entre rejas a todos los traidores, aquellos que difamaron a su ilustre persona…

Le desea de corazón que mejore su salud para poder rendirle tributo…

al Libertador de los pueblos oprimidos… al Libertador de Libertadores.”

Entonces mi relato, se volvería la más hermosa de todas las mentiras…

al ver el rostro de Bolívar con un dejo de alegría.

En ese momento, para mí no importará la verdad o la mentira…

Será todo por Don Simón, que quizás por un instante se olvide de la muerte.

Quiero verlo gritar nuevamente, impartiendo ordenes, aunque sea delirando.

“Cambiaría su agonía por unos días de alegría”

Hacerme su amigo…

“Don Simón, cuéntame… cómo fue el juramento de Monte Sacro”.

En su rostro vería otra vez regresando la pasión.

“General, cómo fue la Carta de Jamaica… La Batalla de Carabobo… La de Boyacá…

Cómo era el Negro Primero… Cuénteme de su amor por Palomo”

Sacaría de mi morral una camisa bordada con las manos de mi madre…

(Para cuando llegue el final) pidiendo perdón por cambiar la historia.

Trataría de borrar de su mente, las palabras que aún retumban en mi alma y cada vez que las recuerdo, no puedo contener el llanto:

“¡¡¡MI GLORIA MI GLORIA!!! ¿POR QUÉ ME LA ARREBATAN?...

¿POR QUÉ ME CALUMNIAN?...¡¡¡PÁEZ, PÁEZ!!!

ME ULTRAJÓ EN UNA PROCLAMA, FUE COMO MARIÑO, SIEMPRE MI ENEMIGO, ¡¡¡SANTANDER!!!”

El niño al terminar su relato, mirando a su maestra con lágrimas en los ojos, casi reclamando le dijo:

¿Por qué maestra?... ¿Por qué no le mintieron?.......

jovarela33@cantv.net


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José Varela


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