Perdonavidas y agónicos


La delirante oposición ha venido tejiendo un piadoso discurso conforme al cual, una vez alzada con la Presidencia de la República, estaría dispuesta no sólo a perdonar a los chavistas, sino también a incluirlos no sé dónde. Ignoro de qué se nos va perdonar y sospecho que lo de la inclusión se refiere a darle una chamba por aquí a Lina Ron y alguna otra por allá a Juan Barreto o a Nicolás Maduro.

Como dicha oposición es variopinta, para que no se irriten sus talibanes, los perdonavidas se apresuran a advertir que “perdón no significa impunidad”. O sea, que van a cobrar. Es la venganza envuelta en paño de seda. Lo de la impunidad forma parte del arsenal de comicidad de quienes delinquen y acusan a los otros.
Esta gente ha cogido lona desde 1998. A partir de 2001, en su seno se impuso el extremismo. Desviaron una marcha hacia Miraflores, con francotiradores ubicados para emboscarla. Dieron un golpe de estado y persiguieron a los que hoy ofrecen inclusión y chamba. Luego, lanzaron un sabotaje petrolero criminal que bombardeó la economía del país. Y como si fuera poco, con la cara muy limpia, ofrecen perdonar a sus víctimas y a “incluir” a quienes intentaron destruir y desaparecer. Es la misericordia de Al Capone.

Lo de la impunidad sí es bueno. Con ese manto la justicia venezolana ha cubierto a los golpistas, a los saboteadores de PDVSA, a los que asesinaron soldados y muchachas en Plaza Francia, a los que colocaron bombas en sedes diplomáticas y a los que dinamitaron la economía nacional. Esto mismo tipos, ahora, ofrecen perdón pero, eso sí, sin impunidad. Judas promete, después de traicionarlo y venderlo, perdonar a Jesús.

Durante meses los de la coordinadora lanzaron un arsenal de intolerancia y, de repente, ofrecen tolerancia. Ya no te llamarán más chusma, lumpen, turba, ignorante, invertebrado, sino que a estas descalificaciones, le agregarán el tratamiento de “señor” o “señora”. Ahora, hechos los locos, nos preguntamos: ¿quién carrizo les está pidiendo perdón a estos perdonavidas? ¿Quién les está solicitando inclusión?

Primero, pienso yo, deben recuperarse de las tundas que les ha dado el bravo pueblo venezolano. Luego, perdonarse entre ellos mismos de las trampas, zancadillas, agendas ocultas y trácalas que viven haciéndose unos a otros. Finalmente, coger aire y emprender la difícil ruta hacia el poder por la vía democrática y constitucional, hace tiempo desechada por los atajos que los ha llevado de derrota en derrota.

Deben también dejar de estar desvariando con ilusos gobiernos post Chávez, mientras ellos mismo atornillan a Chávez. O de transición, cuando es a ellos a quienes se les ve transidos de derrotismo y desesperanza, entre sospechas mutuas de que el otro les va a arrebatar algo que no tienen. En el contexto empírico de esa paja mental, lo de perdonar al chavismo no se sabe de qué y de incluirlo nadie sabe dónde, resulta una ópera bufa unas veces cómica, otras conmovedora.

Andan tan locos estos tipos que sus más conspicuos teóricos llaman a los medios para declarar que “el chavismo es una realidad” y así debe ser aceptado. Adiós, cará, o sea, que hasta ese día creían que los bolivarianos eran fantasmas, una abstracción cubista o entidades metafísicas del submundo chusma. Una abuela chavista me decía en la última marcha: “¿Desde cuándo los pecadores ofrecen perdón y los derrotados inclusión, que se vayan bien largo”. Vea usted.





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Earle Herrera

Profesor de Comunicación Social en la UCV y diputado a la Asamblea Nacional por el PSUV. Destacado como cuentista y poeta. Galardonado en cuatro ocasiones con el Premio Nacional de Periodismo, así como el Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal (mención Poesía) y el Premio Conac de Narrativa. Conductor del programa de TV "El Kisoco Veráz".

 earlejh@hotmail.com

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