El repetitivo y desgastado discurso de la derecha contrarrevolucionaria venezolana y sus aliados extranjeros sobre el incremento del desempleo, la marginalidad y la pobreza en estos años de gobierno revolucionario y bolivariano, son las banderas más poderosas que ritualmente esgrimen cada vez que se les agota el arsenal golpista y subversivo.
Es muy fácil desmontar el monocorde discurso de los enemigos del proceso en estos y otros aspectos, en primer término porque las críticas no sólo no son objetivas sino sesgadas, por ejemplo el atribuirle al gobierno responsabilidad sobre el desempleo, tratando de golpear las políticas económicas gubernamentales generadoras de empleo y ocultando la sistemática conspiración económica todos estos años que alcanzó su cúspide en la conspiración del siniestro paro de diciembre-enero y produjo una altísima cifra de desempleo cercana al medio millón de personas.
Pero en esta ocasión queremos referirnos al impacto que en la pobreza han tenido diferentes políticas sociales del gobierno revolucionario, impacto que la contrarrevolución ha pretendido torpemente ocultar o ignorar pero que ante realidades objetivas e inocultables sus maquiavélicas pretensiones se estrellan.
La misión Robinson logró, en apenas 7 meses, alfabetizar ¡un millón de venezolanos analfabetas! ¿Qué impacto tiene ese importante hecho en la pobreza como tal? ¿O es que se piensa que no tuvo relevancia alguna?
Sin dudas que abrir las puertas de la luz, del saber, del entendimiento a ese millón de compatriotas significa un enorme salto de la oscuridad a la luz, de la ignorancia al entendimiento. No es sólo el hecho intelectual que significa salir del mundo de la ignorancia para entrar al del saber letrado -porque no saber leer no significa, necesariamente, ser ignorante o inculto, esa es una falsa apreciación- sino continuar el camino del estudio de la primaria, después de la secundaria y finalmente, de la educación superior, imaginemos 8 ó 10 años para ese proceso.
Desde el punto de vista económico ¿puede pensarse que ese millón de personas no va a dar un salto en sus vidas en el plano económico, laboral, y elevar sus status de vida?
Allí hay un elemento a considerar para evaluar la disminución de la pobreza, eso es indiscutible, se le debe agregar las misiones Rivas y Sucre que, junto a la misión Robinson engloban las tres misiones cerca de dos millones y medio de personas estudiando los tres niveles de la educación, agréguesele de ese volumen, trescientas mil personas becadas con Bs. 160.000 mensuales, un equivalente a $ 100 dólares, la prima permanente a los educandos mayores de 60 años, además de los micro créditos a un significativo número de educandos agrupados en cooperativas de producción y de servicios. Esas políticas no tienen un impacto contundente sobre la pobreza e inciden en su disminución.
Otra política que ha contribuido a enfrentar y disminuir la pobreza es la misión Barrio Adentro, donde se impulsa una agresiva política de construcción del sistema primario de salud con el aporte humanitario y solidario de más de 10 mil médicos cubanos. El poderoso impacto que esta política ha tenido sobre la pobreza aún no ha sido lo suficientemente evaluada, pero baste saber que se han producido más de 300 mil consultas médicas en las comunidades junto al médico de familia y las vidas que se han salvado, ¿cuánto es el ahorro que ello ha significado y cuál es el robustecimiento de la salud de esos sectores secularmente marginados y excluidos y, por ende, la incidencia de la disminución de la pobreza con estas políticas?
¿Cómo ha incidido en la disminución de la pobreza la construcción masiva o auto construcción de viviendas para las clases populares, que alcanza un promedio de 100 mil por año? ¿Se debe o no tomar en cuenta esa agresiva política de viviendas para medir la disminución de la pobreza?
¿Las políticas de llevar el agua a zonas, sectores y Estados del país que nunca habían tenido suficiente agua potable, que supera los dos millones de personas beneficiadas, no significa una disminución de la pobreza?
El auge del deporte, su creciente masificación a niveles escolares, regionales y nacionales y el incremento de los premios en justas internacionales para Venezuela ¿no es, igualmente, una disminución de la pobreza?
Este gobierno ha construido 3000 escuelas bolivarianas donde, además de una educación integral, se le da comida a un alto porcentaje de los niños, ese realidad que incide positivamente en el fortalecimiento de la salud de los niños y adolescentes, los rescata del ocio y el vicio, incrementa su intelecto ¿no es una significativa disminución de la pobreza?
Las políticas de estímulo a las cooperativas, los micro créditos del Banco del Pueblo, del Banco de la Mujer, la Ley de Microcréditos, el Ministerio de la Economía Social que han beneficiado a miles de familias y grupos populares organizados en diferentes instrumentos y han dado miles de millones de bolívares en créditos productivos ¿no son un golpe a la pobreza y una disminución de la misma?
En suma, hay muchísimos elementos a los que se les debe aplicar nuevos y novedosos indicadores de medición de la disminución de la pobreza, los tradicionales son insuficientes y presentan obsolescencia, son los que utilizan los seguidores del neoliberalismo, los iesa boys, fedecámaras, la ucab, incluso organismos como la CEPAL, la UNESCO y otros deben tomar en cuenta esas realidades para sus mediciones de los índices de pobreza en Venezuela de manera que cuando se presenten los informes estos sean objetivos y certeros, no que sesguen la realidad.
Hoy, cuando se cumplen 5 años del triunfo del Comandante Chávez no hay dudas de que la pobreza ha disminuido en Venezuela, ya no es válido hablar del 80% de la pobreza absoluta y crítica, los índices son otros, quizás no han disminuido todo lo que deben, pero debemos considerar el estado de hundimiento y desastre en el que se encontraba el país cuando Chávez asume el poder, y si no ha habido una disminución mayor es en buena parte por la acción política subversiva y golpista de la contrarrevolución, quién a través de paros, huelgas, movilizaciones y agitación, ha retardado la implementación más agresivas de políticas sociales, económicas y sociales que combatan la pobreza; por eso pienso que en los próximos 10 años, para el 2013 la pobreza se reduzca en un 70% y, para el 2021 la Misión Cristo esté completada y no existan pobres en Venezuela, comience la edad dorada para nuestra país convertido, para entonces, en una potencia profesional, científica, industrial, agrícola, deportiva, tecnológica, intelectual y cultural.
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