Sr. Muller Rojas lo he oído expresarse despectivamente del calvinismo

En varias ocasiones, lo he oído en diferentes programas de televisión, hablar del calvinismo desde una perspectiva que no se corresponde con el verdadero sentido del pensamiento del gran Reformador franco-ginebrino. Yo como calvinista reacciono a sus palabras y sentir, desde una perspectiva venezolana, Revolucionaria y con profundo respeto a usted y todo lo que usted representa para el movimiento Revolucionario venezolano.

Soy Pastor Presbiteriano, formado en el pensamiento teológico y doctrinal del calvinismo histórico, que ha sido la otra gran vertiente de la Reforma Protestante del siglo XVI. Me formé en la influencia de una ética protestante- calvinista que moldeó mi vida y mi formación ideológica. A esa misma ética calvinista, le debo mi actitud responsable al trabajo, y a todo lo que emprendo en esta vida, incluido mi profundo compromiso con este proceso Revolucionario y con la Teología de la Liberación.

La iglesia Presbiteriana de Venezuela (Calvinista), conjuntamente con otras Iglesias evangélicas del país, hemos sido vanguardia en muchos procesos liberadores que hemos vivido en nuestra patria en diferentes momentos históricos. Muchos de nosotros hemos vivido, dentro y fuera de nuestras confesiones, momentos de persecución, incomprensiones y hasta violencias de diferentes tipos, por ser fieles a nuestros valores liberadores teológicos e ideológicos.

Mi ética calvinista, querido general, me ha permitido mantenerme incorruptible, frente a muchas tentaciones que se han presentado en mi vida profesional y laboral, tanto en el sector laboral público como en el privado He sufrido agresiones físicas, verbales y psicológicas por parte de grupos de oposición, he sufrido la perdida de trabajo. Solo lo que usted y yo conocemos, aunque de diferente manera, como ética calvinista ha permitido ser fiel a mis principios y valores revolucionarios.

No confunda por favor estimado general Muller, los que algunos círculos Keynesianos definieron como ética calvinista del trabajo, con la verdadera ética de Juan Calvino. Esta tiene sus raíces en la Biblia y en el mensaje liberador de Jesucristo. Calvino jamás deseo que sus seguidores nos llamáramos calvinistas, el prefería reconocerse como cristiano, no deseaba otro titulo o adjetivo para sus seguidores, que el de Cristianos o Cristianas, o en todo caso evangélicos.

Calvino, señor general, fue un hombre muy humilde, vivió y murió muy pobre, pero pensando y siendo solidario con los pobres y perseguidos por la intolerancia política y religiosa de su tiempo.

El Cardenal Sadoleto, uno de sus más grandes adversarios, un día de paso por Ginebra, quiso visitar al Reformador que vivía en esa gran ciudad. Llegó a la ciudad y preguntó. – ¿Dónde vive el Maestro Calvino?- se imaginaba que por su obra y liderazgo vivía en un gran palacio. La gente le dijo: - En la calle del cañón- Sin duda una gran calle pensó el Cardenal. Caminó con sus sirvientes y se sorprendió al ver la referida calle. – debe ser sin duda entre todas, la mejor casa de esta calle- dijo. Llegó frente a una humilde casa, la más humilde de todas, y pensó: -Por lo menos tendrá un sirviente o varios.- Cuan grande fue su sorpresa al ver que el mismo Calvino fue a abrir la puerta, lo atendió y le sirvió.

No se cual sea, señor general, el concepto suyo de la ética protestante calvinista, pero sin duda está mas influenciado usted por el concepto keynesiano de la ética económica "calvinista", que del verdadero concepto del propio Calvino. Quizás Adam Smith, tiene mas influencia sobre su prejuicio hacia el calvinismo que el verdadero Calvino.

Quizás el Inglés Keynes o el escocés Smith, han moldeado indirectamente en usted cierto prejuicio al protestantismo o a ciertos principios economicos que algunos vinculan a las sociedades protestantes noratlanticas, pero que pierden su efectividad en sociedades mayoritariamente protestantes que no han llegado a ser tan desarrolladas y prosperas como han sido las de el norte de Europa, Norteamérica, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia.

Con el perdón de usted, conciente que se encuentra en el otro extremo ideológico, me recuerda usted a Godofredo Marín, y a otros personajes del desaparecido partido evangélico ORA. Ellos y ellas mantenían, desde otro punto de vista ideológico más conservador, fundamentalista y de derecha, posiciones coincidentes con las suyas en lo que se refiere a la Ética Calvinista, que no se parece en nada a la verdadera Ética de Juan Calvino, el Reformador franco-Ginebrino.

Considero que hay otros aspectos teológicos y doctrinales del pensamiento calvinista, en los cuales usted debería profundizar. La Teología y doctrina calvinista, no es una doctrina económica, es teología y profundamente cristiana. Debería usted estudiar más a fondo acerca de la evolución del verdadero pensamiento Calvinista, en los hijos e hijas de Calvino alrededor del Mundo. Notará que han hecho grandes aportes al pensamiento liberador a la teología latinoamericana, o la africana, o la asiática.

Aquí mismo en Venezuela, le sugiero, con mucho respeto, que se ponga en contacto con el Rev. Dr. Edgar Moros Ruano, Pastor Presbiteriano y profesor de filosofía en la Universidad de los Andes, o con la Dra. Donna Laubach de Moros, su esposa, quien es teóloga e historiadora de la Teología de la Liberación. Aunque también podría recomendarle, por el lado católico, a la Dra. Carmen Vallarino de Bracho, Socióloga e Investigadora de la Religión en la Universidad del Zulia. Estas personas podrían informarle todo lo referente a la evolución histórica y trascendencia del pensamiento, teología y ética Calvinista en la actualidad.

Créame general, que lo que me motiva a escribirle esta carta, es el deseo que usted esté bien informado y que podamos coincidir en puntos de vista que estén basados en la verdadera historia del pensamiento y la teología protestante, especialmente la teología Calvinista., de la cual usted hace referencia muy seguido al referirse a la Ética Calvinista, aunque usted lo haga desde la perspectiva equivocada como un pensamiento negativo y enfrentado en lo económico y social, a la Construcción del Socialismo

En varias ocasiones, le he oído hablar acerca de la ética Calvinista del trabajo, como un pensamiento dañino, cargado de significados capitalistas, neoliberales, fundamentalistas y de derecha, que en verdad no le corresponden. Le toca ahora compatriota aprender a diferenciar entre los y las calvinistas, en verdad no todos somos como usted nos imagina.

Con mucho respeto a usted, me despido, deseando que el Dios de Calvino le ilumine y pueda usted, querido general, ver el Calvinismo desde otra óptica o perspectiva más tolerante y respetuosa para muchos venezolanos y venezolanas, que nos identificamos plenamente, desde una vertiente liberadora, con la Teología, Doctrina y Ética Calvinista.



¡Dios le bendiga!

¡El Pueblo Nunca Olvida!


obedvizcaino@gmail.com


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Obed Juan Vizcaíno Nájera


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