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Demasiado fácil la alabanza con la llegada de las mieles de la victoria.
Sencillo de más, la visita de la crítica en momentos de la derrota.
Miserias humanas, añorar derrotas por pensar diferente.
Muchos cuentan medallas... nosotros contamos corazones
Hablarán de apenas un solo podio... mi pueblo recordará su titánico esfuerzo.
Contarán que fueron demasiados... lloraremos porque fueron muy pocos...
Distintas maneras de guardar recuerdos, distintos ángulos de ver semejanzas
Muchos narraron interminables aplausos a nuestra delegación en el día de la inauguración... mientras algunos lo obviaron.
Mi pueblo lo sintió diferente...
Floreció desde la Pacha Mama la magia que regaló a nuestros ojos, la llegada de 109 turpiales al gigantesco Nido De Los Pájaros...
Para nuestra algarabía transformó aplausos en infinitos aleteos de aves de mil colores dando la bienvenida a nuestros turpiales.
Quedaron impactados por los bellos colores de nuestro pájaro nacional.
¿Qué dicen ustedes?
Fueron aplausos... o fue un ensordecedor trinar de pájaros de todo el mundo, con acrobáticos vuelos, que nos daban la bienvenida.
Por nuestros turpiales floreció en el hombre la sana envidia...
por eso lo del vuelo para encender la antorcha.
Pacha Mama...vendita tierra divina... gracias por regalarnos la locura de soñar despierto...
Mientras el orgullo chino decía presente, en un acto inenarrable de inauguración entrelazado con bienvenida, donde nos dibujaron la algarabía de contarnos su historia milenaria, para regocijo de los seres humanos de buena voluntad...
Nuestro tricolor patrio, ondeaba orgulloso en las manos de nuestros muchachos que lo dieron todo por nosotros.
Bravo muchachos, no hace falta el Oro ni la Plata y tampoco el Bronce...
Para demostrarnos que lo dieron todo por la patria.
Pacha Mama, regálame la fuerza que este indio viejo ya no tiene.
Para recorrer mis pueblos indígenas de nuestro suelo…
Para que las manos rusticas de un sin fin de artesanos ancestrales, logren con su magia eclipsar al Oro, la Plata y el Broce.
Para tallar las mas hermosas medallas…
PARA HOMENAJEAR CON ELLAS A NUESTROS ILUSTRES CAMPEONES
(...) Honda tristeza nos produce, mensajes de texto acompañados de correos por Internet, que cargaban el mal gusto de burlarse de nuestros atletas, de medallas obtenidas por encontrar alguna perdida...
Recordé en esos grises momentos unas palabras dichas por un gran poeta, la cual deseo compartir con ustedes...
“Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontraras a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la mas amarga de tus horas”
Pablo Neruda
