Lic. Antonio Montilla:
Vuelvo de nuevo a molestarlo, para enviarle la nota que le incluyo abajo.
Cordialmente, compatriota
Iván Oliver Rugeles
Mote no inventado por chavistas y ni siquiera por comunista alguno. Ser pitiyanqui es ser adorador del imperio norteamericano, es soñar que la patria pueda ser algún día parte del mismo, sin importar si pasamos a ser una estrella más de su bandera, o sólo un Estado Asociado o, simplemente, un Protectorado. Lo importante y lo dice a voz en cuello el pitiyanqui, es que quien debe gobernarnos tiene que ser un gringo y si "marine", mucho mejor (recordar a la inefable Angela Zago).
El término “pitiyanqui” no lo inventaron, efectivamente, los revoltosos marxistas leninistas castristas, sino para sorpresa seguramente de muchos de la llamada “sociedad civil”, lo fue el gran poeta costumbrista puertorriqueño, Luis Llorénz (1876/1944). Dice Mario Briceño Irragorri en su libro “Aviso a los navegantes” (1953), que él la utiliza como un excelente calificativo para distinguir a aquellos “compatriotas prestados a hacer juego a los intereses norteamericanos, en perjuicio de los sagrados intereses de Venezuela.”
Agrega Don Mario Briceño que la voz piti, como alteración del francés petit, entra en la palabra pitimí (..) con la cual se designa (según el DRAE), el rosal de ramas trepadoras que echa rosas menudas y rizadas (..) Llórénz, más que en la rosas, debió pensar en la actitud trepadora de los compatriotas que se rindieron al colonialismo.”
oliverr@cantv.net