Según explicamos en la entrega I, de igual título, decíamos que:
“Deducido el valor de los MP insumidos en el PTB del año, el remanente pertenecería a ambos propietarios mediante alícuotas cuya cuantificación la determinarían contractualmente los contratistas del caso, obreros y patronos.”. Ese remanente de valor se colocaría a determinado precio (P).
De resultas al empresario (E) le asistirá una ganancia porcentual (g) impuesta por el mercado a favor de su capital inicial (CIE) consistente en medios de producción (MP) y salarios (S).
Por su parte, al trabajador (T) en funciones, con un “capital” creado (CCT) le asistiría igual porcentaje por la parte del valor agregado (VA) pendiente cobro = la conocida plusvalía (pl). Recordemos que recibe salarios(S) a manera de anticipos.
En términos numéricos, para una tasa estimada de ganancia,
(g) = 20%, y para una tasa de plusvalía (pl) = 100%, tendríamos el siguiente juego de igualdades,
Para MP = 80, y S = 20:
- CIE = MP + S, capital inicial del empresario (medios de producción y salarios);
- CCT = M’ – MP = VA, capital creado por el trabajador,
- (M’ = MP +VA)
- P = 1, 2(MP + S) +1,2pl = 1, 2(MP +2S), precio logrado en el mercado para:
- M’ = MP + 2S, mercancía fabricada por T a partir de MP
- CFE = 1, 2(MP + S), capital final del empresario, y
- CFT = 1,2S, “capital” final del trabajador.
De ese paquete de igualdades inferimos que:
1.- Al terminar el año económico, al empresario sólo le pertenecería una ganancia porcentual sobre su capital aportado. Este quedaría reducido al precio de los MP y al monto de los salarios cancelados antes de vender todo el inventario de M’, y
2.- A los trabajadores les pertenecería un segundo pago igual al monto de los salarios recibidos como anticipo, sumado a una ganancia porcentual no inferior a la recibida por el empresario sobre el remanente de valor agregado, M’-MP-S.
Si así fuere, se llegaría a la corroboración de que la parte añadida a los MP pertenece al trabajador, cuyo valor lo recibe éste en anticipos salariales y en un segundo pago acrecentado por la supuesta tasa de ganancia a la que se hace merecedor el capital aportado por el empresario. O sea:
P = 1, 2(MP +S) + 1,2S = 1, 2(MP+2S). Este Segundo miembro de la igualdad contendría un sobreprecio de 20% sobre el valor de producción de M’, = MP + 2S, habida cuenta de que las ganancias del empresario y del trabajador, es decir:
0,2(MP +2S) aparecerían arrancadas del mercado. Desde luego, individualmente, microeconómicamente, esta desigualdad entre el valor de mercado y el valor real de la producción es concebible, pero no así macroeconómicamente porque sencillamente para que unos vendedores logren ganancias debe haber otros que sufran pérdidas.
Ocurre que tanto la ganancia, g = 0,2(MP + S) más la de 0,2S, del empresario y del trabajador, respectivamente, carecen de respaldo físico, y sólo queda como precio de M’ = 1,2(MP + S) que pasa al bolsillo patronal, y a los trabajadores se les da como enteramente pagados con los salarios del caso.
Queda así corroborada la fuente del valor, la de la ganancia burguesa, y en resumen confirmamos la Explotación del Asalariado. Sin embargo sería cuestión de ensayar esta nueva visión de la ganancia procedente del mercado, y de la escasez como fuente de la riqueza dentro de los parámetros económicos reformulados en estas entregas sobre los “salarios” y los “propietarios de la riqueza”.
osmarcastillo@cantv.net