Para el presidente George W. Bush II que llegó al poder imperial luego de cometer un monstruoso y no desmentido fraude, cualquier medio -incluidas guerras de agresión- es válido en busca de votos para la reelección. Sin pudor alguno promete soluciones temporales y humillantes para millares de inmigrantes hispanoamericanos "ilegales". Ofende la dignidad de hombres y mujeres de todo el mundo que viajan al paraíso U.S.A. al fotografiarlos, tomarlos huellas dactilares, ponerlos letreros y colores como cuando Hitler identificaba a los judíos con la amarillenta estrella de David. En esa campaña electoral yanqui todo vale, hasta la inútil Cumbre con su retórica Declaración de Nuevo León, o los furibundos ataques a Cuba y Venezuela más la grosera injerencia en los asuntos internos de Argentina, Colombia y el resto de nuestra América Latina.
En la agresión interminable contra Cuba, el emperador y sus parlantes recurren a cínicas mentiras propaladas por poderosas cadenas mediáticas, repetidas sin ética por los súbditos que admiran el "american way life". El imperio, de los engaños y disparates pasa a las amenazas con la cantaleta de que Cuba regrese al redil de las "democracias" a las que manipula, gobierna y dirige. Los presidentes de las republiquetas, bajo órdenes precisas, claman y exorcizan a Cuba del diablo socialista. En sus letanías "democráticas" se olvidan de las represiones a sus pueblos que protestan por el hambre y buscan culpar a otros de los levantamientos y estallidos sociales motivados por la pobreza.
Entonces, el emperador y sus socios se acuerdan de Cuba y dicen que el Comandante Fidel Castro trata de desestabilizar a nuestras benditas democracias o que Fidel exporta el socialismo a Venezuela, "asesora" a Lula en Brasil o izquierdiza a Kirchner en Argentina. Sólo que Chávez sigue adelante con su Revolución Bolivariana, Lula con su ideología definida y Kirchner con su decisión de que Argentina deje de "ser alfombra del imperio".
¿Cuba y Fidel desestabilizan a las "democracias" de América Latina? En el nuevo lenguaje imperial desestabilizar significa independencia, autodeterminación, soberanía, dignidad. Desestabiliza Cuba a estas democracias, al enviar a miles de médicos a nuestras patrias para que atiendan la salud quebrantada de millones de pobres o cuando colabora en las campañas de alfabetización con nuevos y modernos métodos. Desestabiliza Cuba cuando acude solidaria a remediar las tragedias de millones de personas que son víctimas de terremotos, inundaciones, huracanes.
Las democracias están en peligro por culpa de Cuba que contribuye con centenares de entrenadores deportivos en la formación integral de nuestra juventud o cuando pone a disposición de gobiernos y pueblos miles de becas para que los pobres de estas tierras accedan a la educación superior en sus excelentes universidades. Fidel y Cuba son desestabilizadores porque son solidarios a pesar del bloqueo genocida que, por 44 años, impone el imperio.
En la interminable agresión a nuestros pueblos, el imperio interviene con descaro y llama la atención a los presidentes y líderes de las clases dirigentes para que ni siquiera se acerquen a Cuba; pero cada vez son menos los obedientes y muchos más los que están convencidos del respeto a la autodeterminación, soberanía y dignidad. Tal vez por eso, el emperador regresó de la Cumbre sin consolidar el ALCA.
Esta nota ha sido leída aproximadamente 3627 veces.